Dios obra con Sus métodos (5)

· ÉL LO HACE DÓNDE ÉL QUIERE.

2 REYES 5:11 Y 12 NVI

11 Naamán se enfureció y se fue, quejándose: «¡Yo creí que el profeta saldría a recibirme personalmente para invocar el nombre del Señor su Dios, y que con un movimiento de la mano me sanaría de la lepra! 12 ¿Acaso los ríos de Damasco, el Abaná y el Farfar, no son mejores que toda el agua de Israel? ¿Acaso no podría zambullirme en ellos y quedar limpio?» Furioso, dio media vuelta y se marchó. 13 Entonces sus criados se le acercaron para aconsejarle: «Señor, si el profeta le hubiera mandado hacer algo complicado, ¿usted no le habría hecho caso? ¡Con más razón si lo único que le dice a usted es que se zambulla, y así quedará limpio!» 14 Así que Naamán bajó al Jordán y se sumergió siete veces, según se lo había ordenado el hombre de Dios. ¡Y su piel se volvió como la de un niño, y quedó limpio!

Algunas personas creen que el Espíritu Santo, solamente obra en una congregación. O que un evangelista o un pastor, de renombre, es el único que puede tener fe. Naamán creía que había lugares mejores. No podía entender que el método del profeta, era lo que DIOS quería. Él elige lugares diferentes para mostrarnos que no es con un método. El ser humano trabaja por costumbres. No piensa, solamente hace porque otro lo hizo de igual forma. Muchas religiones trabajan así. Bautizan a sus hijos, entierran a sus familiares con una religión porque sus abuelos lo hicieron así.

El Señor lo hace en el lugar que quiere. Podemos recibir en una pequeña iglesia en las afueras de la ciudad. Podemos sentir la presencia en una habitación solos. En un automóvil mientras manejamos. Una vez viajaba al trabajo, tenía 40 km de ida y lo mismo de vuelta. Mientras sonaba una canción empecé a llorar. El Espíritu Santo comenzó a ministrarme. En un momento tenía una mano en alto y las lágrimas corrían por mi rostro. Él obra donde quiere.

Hace muchos años teníamos un hijo enfermo. Visitábamos muchos médicos. Ya tenía un diagnóstico, pero continuaba con problemas respiratorios. Unos pastores nos habían recomendado ver a un evangelista famoso. Por nuestra parte, entendíamos que DIOS haría Su obra en su tiempo. Pero insistieron para que lo llevemos. Por obediencia lo hicimos, sabiendo que, si el Señor quería, podía hacer Su obra en ese momento. Fuimos a una reunión, hizo una oración, nos fuimos y todo siguió igual. No se trata de una persona o un lugar. El muestra Su soberanía. Uno de los mayores encuentros que tuvo mi hijo, fue después que se bautizó. Mi papá, que es pastor, impuso sus manos cuando salió del agua. Jeremías empezó a llorar y recibió al Espíritu Santo. A los pocos días partió con el Señor a su presencia.

El Espíritu Santo obra donde quiere, solo quiere relacionarse con nosotros. En cualquier lugar, sacándonos de estructuras que nos esclavizan. Librándonos de toda tradición que nos aleja de su presencia.

Que en este tiempo podamos entender que el Señor:

· HACE CÓMO QUIERE.

· HACE CUÁNDO QUIERE.

· LO HACE PORQUE QUIERE.

· LO HACE DÓNDE QUIERE.

Pero lo que hace, siempre es para bendecir a Sus hijos.

Él quiere relacionarse con nosotros. Quiere ser el padre que no tuviste. La madre que te cuida. El esposo o esposa que te ama. Él siempre piensa en ti. Quiere ser tu fortaleza, tu sostén, tu protector, tu proveedor. Quiere relacionarse contigo.

Cree porque todo es posible si confías en Jesús.

EL MÉTODO DE DIOS ES EL DEL SOBERANO ETERNO.