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Biblia Reina Valera 1960

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 <div class="book bk1SA">
 <div class="chapter ch5" data-usfm="1SA.5">
 <div class="label">5</div><div class="s">El arca en tierra de los filisteos</div><div class="p"> 1Cuando los filisteos capturaron el arca de Dios, la llevaron desde Eben-ezer a Asdod. 2Y tomaron los filisteos el arca de Dios, y la metieron en la casa de Dag&#243;n, y la pusieron junto a Dag&#243;n. 3Y cuando al siguiente d&#237;a los de Asdod se levantaron de ma&#241;ana, he aqu&#237; Dag&#243;n postrado en tierra delante del arca de Jehov&#225;; y tomaron a Dag&#243;n y lo volvieron a su lugar. 4Y volvi&#233;ndose a levantar de ma&#241;ana el siguiente d&#237;a, he aqu&#237; que Dag&#243;n hab&#237;a ca&#237;do postrado en tierra delante del arca de Jehov&#225;; y la cabeza de Dag&#243;n y las dos palmas de sus manos estaban cortadas sobre el umbral, habi&#233;ndole quedado a Dag&#243;n el tronco solamente. 5Por esta causa los sacerdotes de Dag&#243;n y todos los que entran en el templo de Dag&#243;n no pisan el umbral de Dag&#243;n en Asdod, hasta hoy.</div><div class="p"> 6Y se agrav&#243; la mano de Jehov&#225; sobre los de Asdod, y los destruy&#243; y los hiri&#243; con tumores en Asdod y en todo su territorio. 7Y viendo esto los de Asdod, dijeron: No quede con nosotros el arca del Dios de Israel, porque su mano es dura sobre nosotros y sobre nuestro dios Dag&#243;n. 8Convocaron, pues, a todos los pr&#237;ncipes de los filisteos, y les dijeron: &#191;Qu&#233; haremos del arca del Dios de Israel? Y ellos respondieron: P&#225;sese el arca del Dios de Israel a Gat. Y pasaron all&#225; el arca del Dios de Israel. 9Y aconteci&#243; que cuando la hab&#237;an pasado, la mano de Jehov&#225; estuvo contra la ciudad con gran quebrantamiento, y afligi&#243; a los hombres de aquella ciudad desde el chico hasta el grande, y se llenaron de tumores. 10Entonces enviaron el arca de Dios a Ecr&#243;n. Y cuando el arca de Dios vino a Ecr&#243;n, los ecronitas dieron voces, diciendo: Han pasado a nosotros el arca del Dios de Israel para matarnos a nosotros y a nuestro pueblo. 11Y enviaron y reunieron a todos los pr&#237;ncipes de los filisteos, diciendo: Enviad el arca del Dios de Israel, y vu&#233;lvase a su lugar, y no nos mate a nosotros ni a nuestro pueblo; porque hab&#237;a consternaci&#243;n de muerte en toda la ciudad, y la mano de Dios se hab&#237;a agravado all&#237;. 12Y los que no mor&#237;an, eran heridos de tumores; y el clamor de la ciudad sub&#237;a al cielo.</div>
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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

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 <div class="book bk1SA">
 <div class="chapter ch6" data-usfm="1SA.6">
 <div class="label">6</div><div class="s">Los filisteos devuelven el arca</div><div class="p"> 1Estuvo el arca de Jehov&#225; en la tierra de los filisteos siete meses. 2Entonces los filisteos, llamando a los sacerdotes y adivinos, preguntaron: &#191;Qu&#233; haremos del arca de Jehov&#225;? Hacednos saber de qu&#233; manera la hemos de volver a enviar a su lugar. 3Ellos dijeron: Si envi&#225;is el arca del Dios de Israel, no la envi&#233;is vac&#237;a, sino pagadle la expiaci&#243;n; entonces ser&#233;is sanos, y conocer&#233;is por qu&#233; no se apart&#243; de vosotros su mano. 4Y ellos dijeron: &#191;Y qu&#233; ser&#225; la expiaci&#243;n que le pagaremos? Ellos respondieron: Conforme al n&#250;mero de los pr&#237;ncipes de los filisteos, cinco tumores de oro, y cinco ratones de oro, porque una misma plaga ha afligido a todos vosotros y a vuestros pr&#237;ncipes. 5Har&#233;is, pues, figuras de vuestros tumores, y de vuestros ratones que destruyen la tierra, y dar&#233;is gloria al Dios de Israel; quiz&#225; aliviar&#225; su mano de sobre vosotros y de sobre vuestros dioses, y de sobre vuestra tierra. 6&#191;Por qu&#233; endurec&#233;is vuestro coraz&#243;n, como los egipcios y Fara&#243;n endurecieron su coraz&#243;n? Despu&#233;s que los hab&#237;a tratado as&#237;, &#191;no los dejaron ir, y se fueron? 7Haced, pues, ahora un carro nuevo, y tomad luego dos vacas que cr&#237;en, a las cuales no haya sido puesto yugo, y uncid las vacas al carro, y haced volver sus becerros de detr&#225;s de ellas a casa. 8Tomar&#233;is luego el arca de Jehov&#225;, y la pondr&#233;is sobre el carro, y las joyas de oro que le hab&#233;is de pagar en ofrenda por la culpa, las pondr&#233;is en una caja al lado de ella; y la dejar&#233;is que se vaya. 9Y observar&#233;is; si sube por el camino de su tierra a Bet-semes, &#233;l nos ha hecho este mal tan grande; y si no, sabremos que no es su mano la que nos ha herido, sino que esto ocurri&#243; por accidente.</div><div class="p"> 10Y aquellos hombres lo hicieron as&#237;; tomando dos vacas que criaban, las uncieron al carro, y encerraron en casa sus becerros. 11Luego pusieron el arca de Jehov&#225; sobre el carro, y la caja con los ratones de oro y las figuras de sus tumores. 12Y las vacas se encaminaron por el camino de Bet-semes, y segu&#237;an camino recto, andando y bramando, sin apartarse ni a derecha ni a izquierda; y los pr&#237;ncipes de los filisteos fueron tras ellas hasta el l&#237;mite de Bet-semes. 13Y los de Bet-semes segaban el trigo en el valle; y alzando los ojos vieron el arca, y se regocijaron cuando la vieron. 14Y el carro vino al campo de Josu&#233; de Bet-semes, y par&#243; all&#237; donde hab&#237;a una gran piedra; y ellos cortaron la madera del carro, y ofrecieron las vacas en holocausto a Jehov&#225;. 15Y los levitas bajaron el arca de Jehov&#225;, y la caja que estaba junto a ella, en la cual estaban las joyas de oro, y las pusieron sobre aquella gran piedra; y los hombres de Bet-semes sacrificaron holocaustos y dedicaron sacrificios a Jehov&#225; en aquel d&#237;a. 16Cuando vieron esto los cinco pr&#237;ncipes de los filisteos, volvieron a Ecr&#243;n el mismo d&#237;a.</div><div class="p"> 17Estos fueron los tumores de oro que pagaron los filisteos en expiaci&#243;n a Jehov&#225;: por Asdod uno, por Gaza uno, por Ascal&#243;n uno, por Gat uno, por Ecr&#243;n uno. 18Y los ratones de oro fueron conforme al n&#250;mero de todas las ciudades de los filisteos pertenecientes a los cinco pr&#237;ncipes, as&#237; las ciudades fortificadas como las aldeas sin muro. La gran piedra sobre la cual pusieron el arca de Jehov&#225; est&#225; en el campo de Josu&#233; de Bet-semes hasta hoy.</div><div class="p"> 19Entonces Dios hizo morir a los hombres de Bet-semes, porque hab&#237;an mirado dentro del arca de Jehov&#225;; hizo morir del pueblo a cincuenta mil setenta hombres. Y llor&#243; el pueblo, porque Jehov&#225; lo hab&#237;a herido con tan gran mortandad. 20Y dijeron los de Bet-semes: &#191;Qui&#233;n podr&#225; estar delante de Jehov&#225; el Dios santo? &#191;A qui&#233;n subir&#225; desde nosotros? 21Y enviaron mensajeros a los habitantes de Quiriat-jearim, diciendo: Los filisteos han devuelto el arca de Jehov&#225;; descended, pues, y llevadla a vosotros.</div>
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