¿Bueno o malo?Muestra

¿La tristeza es buena o mala?

Bueno, esto es algo obvio, ¿verdad? ¿Quién en la tierra querría estar triste? No tenemos que ir en busca de la tristeza. Viene y nos encuentra, nos guste o no. Millones de estadounidenses toman medicamentos antidepresivos para ayudarlos a lidiar con sus estados de ánimo sombríos. Nadie quiere estar triste.

Y sin embargo. Hay una tristeza buena: el espíritu de arrepentimiento cuando hemos estado en rebelión contra Dios. Necesitamos estar conmocionados por nuestro propio descuido y estupidez. Necesitamos sentir una chispa de miedo de que fuimos lo suficientemente tontos como para coquetear con el suicidio espiritual. Necesitamos ser conscientes de las personas a quienes hemos lastimado: "La tristeza que proviene de Dios produce el arrepentimiento que lleva a la salvación, de la cual no hay que arrepentirse, mientras que la tristeza del mundo produce la muerte. Fíjense lo que ha producido en ustedes esta tristeza que proviene de Dios: ¡qué empeño, qué afán por disculparse, qué indignación, qué temor, qué anhelo, qué preocupación, qué disposición para ver que se haga justicia! En todo han demostrado su inocencia en este asunto” (2 Corintios 7:10,11). Las advertencias de Pablo en su primera carta fueron escuchadas. La gente de la congregación de Corintios escuchó y cambió su forma de ser.

El arrepentimiento diario es como la respiración para los cristianos. Cuando dejamos de arrepentirnos, hemos dejado de respirar. La tristeza según Dios es buena cuando vemos nuestras palabras y acciones por los actos de rebelión que realmente son y nos alejamos de ellos.

Repensar nuestros valores. Reparar lo que hemos dañado. Formar un nuevo plan, y comprometernos a llevar la Palabra de Dios al frente de nuestro proceso de pensamiento.

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