Devocional Del Día | MarzoMuestra

El lugar de la hoguera.

Números 11:1-6

Ahora bien, el pueblo se volvió como los que se quejan y se quejan de sus penalidades, y el Señor lo escuchó; y cuando el Señor lo oyó, Su ira se encendió, y el fuego del Señor se encendió entre ellos y devoró a los que estaban en las afueras del campamento. Entonces el pueblo clamó a Moisés, y cuando Moisés oró al Señor, el fuego se apagó. Llamó a aquel lugar Taberah (el lugar de la hoguera), porque el fuego del Señor ardía entre ellos.

La multitud mixta de no israelitas que se unieron al éxodo tenía deseos glotones [de alimento familiar y delicioso], y los israelitas lloraron de nuevo y dijeron: “¿Quién nos dará carne para comer? Nos acordamos del pescado que comíamos gratis y gratis en Egipto, los pepinos, melones, puerros, cebollas y ajos. Pero ahora nuestra garganta está seca, el apetito se ha ido; no hay nada en absoluto iluminado para nuestros ojos sino este maná".

Me impresiona varias cosas, primero, la respuesta de Dios a la queja, Dios mandó fuego a todos los que se estaban quejando de como Él obraba. Ahora quiero enfatizar que nuestro Dios es justo, a Él no le gusta que nosotros nos quejemos de Su obra. Los israelitas en este tiempo vivían por misericordia de Dios y por un pacto que Dios había hecho con Abraham, pero ahora se estaban quejando, porque estaban hartos de comer maná, que por cierto, era un milagro de Dios, el darles de comer en el desierto un alimento que caía del cielo. Esto me habla de que hay veces que aunque Dios obre milagros y Dios nos dé gracia, en nuestro corazón puede haber queja, y si eso no es cambiado puede provocar un juicio fuerte sobre nuestra vida.

También me llama la atención, que los que iniciaron deseando lo pasado, eran personas que ni siquiera eran israelitas. A veces podemos dejarnos guiar por voces externas que nos llevan a quejarnos de lo que Dios hace.

Medita: ¿Cuánto me quejo normalmente? ¿Es un problema que tengo? ¿Entiendo que esto es peligroso para mi vida?