Devocional Del Día | FebreroMuestra

Recibe el consejo.

Pasaje central: Éxodo 18:13-23

Al día siguiente, Moisés se sentó para juzgar al pueblo, y el pueblo permaneció alrededor de Moisés desde la mañana hasta la tarde. Cuando el suegro de Moisés vio todo lo que él estaba haciendo por el pueblo, dijo: ¿Qué es esto que haces tú por el pueblo? ¿Por qué te sientas solo y todo el pueblo te rodea desde la mañana hasta la tarde? Moisés dijo a su suegro: Porque el pueblo viene a mí para consultar a Dios. Cuando tienen una disputa vienen a mí, y yo juzgo entre un hombre y su prójimo, y les hago saber los estatutos de Dios y sus leyes. El suegro de Moisés le dijo: No está bien lo que haces. Ciertamente te fatigarás a ti mismo y a este pueblo contigo, porque la cosa es demasiado pesada para ti; no eres capaz de realizarlo todo por ti mismo. Escúchame ahora; Te aconsejaré, y Dios estará contigo. Representarás al pueblo ante Dios, presentándole sus casos y causas, Enseñándoles los decretos y leyes, mostrándoles el camino en que deben andar y la obra que deben hacer. Además, elegiréis hombres capaces de entre todo el pueblo, hombres de verdad, temerosos de Dios, que aborrezcan las ganancias injustas, y los pondréis sobre millares, centenas, cincuenta y decenas, para que sean sus gobernantes. Y que ellos juzguen al pueblo en todo tiempo; todo asunto grande os traerá, pero juzgarán todo asunto pequeño. Así os será más fácil, y ellos llevarán la carga con vosotros.
Si hacéis esto, y Dios así os lo ordena, podréis soportar [la tensión], y todo este pueblo irá también a sus [tiendas] en paz.

Moisés estaba iniciando a liderar el pueblo de Israel, quiero que te imagines. Según la tradición bíblica, Él estaba liderando a unos 600.000 varones (sin contar a las mujeres, niños y ancianos, ni tampoco a las personas no hebreas que los acompañaron).

Todos los días él se sentaba a solucionar los problemas de todos, obviamente jamás iba a terminar, y representaba un desgaste físico y emocional. Entonces su suegro, una persona extranjera que no conocía de Dios, le da un consejo, Moisés tenía la opción de ponerse en una mala actitud. Podía responder: ¡Tú que vas a saber!¿Acaso a ti te ha tocado liderar algo parecido? ¿Crees que es fácil delegar? Pero no, él fue sabio y escuchó el consejo, y esto lo llevó a tener una mejor organización, descanso y desarrollo en su liderazgo.

Esto me lleva a pensar, ¿qué tan bueno soy para recibir consejo? ¿Qué tan sabio soy al recibir una recomendación? ¿Soy rápido para desechar o soy lento para considerar?

Medita: ¿Tengo personas que me aconsejan? ¿Soy una persona enseñable?