Evidencia del EspírituMuestra

Amor

A veces Dios es muy, muy obvio en Su obra. Una vez demostró Su terrible ira por el pecado humano al enviar enormes cantidades de agua a la superficie de la tierra, cubriéndola por completo y poniendo fin a toda la vida terrestre excepto a la barcaza flotante del zoológico de Noé. Una vez demostró Su compasión y poder alimentando el equivalente a una cancha de baloncesto llena de gente con solo cinco panes pequeños y dos peces.

Pero Dios, más a menudo, es muy, muy sutil en Su obra, y eso es una ofensa para algunos. Quieren más flash, más explosión, más milagros, más poder, ¡algo! Dios no se conmueve por completo ante las demandas de la gente para un espectáculo. En cambio, parece preferir manifestar Su obra por medio de los comportamientos piadosos de Sus creyentes. Somos embajadores de Dios que hablan por Él, pero también por obra de Sus manos, evidencias silenciosas pero poderosas y visibles de la morada del Espíritu.

Las Escrituras llaman a estos comportamientos piadosos “Fruto del Espíritu”, y el quinto capítulo de Gálatas enumera nueve dones de Él. El primero puede ser el más poderoso de todos: “El fruto del Espíritu es. . . amor” (Gálatas 5:22). El amor es dar incondicionalmente valor e importancia a otra persona. Jesucristo es el estándar de oro, dando Su vida para darnos vida.

Es nuestro primer propósito en la tierra amar a Dios y hacer que otras personas se sientan valiosas. Cuando termine este día, ¿alguien habrá notado al menos un ejemplo del Fruto del Espíritu del amor en lo que dijiste e hiciste hoy?