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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

Biblia Reina Valera 1960

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 <div class="book bkDEU">
 <div class="chapter ch14" data-usfm="DEU.14.1+DEU.14.2+DEU.14.3+DEU.14.4+DEU.14.5+DEU.14.6+DEU.14.7+DEU.14.8+DEU.14.9+DEU.14.10+DEU.14.11+DEU.14.12+DEU.14.13+DEU.14.14+DEU.14.15+DEU.14.16+DEU.14.17+DEU.14.18+DEU.14.19+DEU.14.20+DEU.14.21+DEU.14.22+DEU.14.23+DEU.14.24+DEU.14.25+DEU.14.26+DEU.14.27+DEU.14.28+DEU.14.29">
 <div class="p">1Hijos sois de Jehov&#225; vuestro Dios; no os sajar&#233;is, ni os rapar&#233;is a causa de muerto.#Lv. 19.28; 21.5. 2Porque eres pueblo santo a Jehov&#225; tu Dios, y Jehov&#225; te ha escogido para que le seas un pueblo &#250;nico#Ex. 19.5-6; Dt. 4.20; 7.6; 26.18; Tit. 2.14; 1 P. 2.9. de entre todos los pueblos que est&#225;n sobre la tierra.</div><div class="s">Animales limpios e inmundos</div><div class="r">(Lv. 11.1-47)</div><div class="p"> 3Nada abominable comer&#225;s. 4Estos son los animales que podr&#233;is comer: el buey, la oveja, la cabra, 5el ciervo, la gacela, el corzo, la cabra mont&#233;s, el &#237;bice, el ant&#237;lope y el carnero mont&#233;s. 6Y todo animal de pezu&#241;as, que tiene hendidura de dos u&#241;as, y que rumiare entre los animales, ese podr&#233;is comer. 7Pero estos no comer&#233;is, entre los que rumian o entre los que tienen pezu&#241;a hendida: camello, liebre y conejo; porque rumian, mas no tienen pezu&#241;a hendida, ser&#225;n inmundos; 8ni cerdo, porque tiene pezu&#241;a hendida, mas no rumia; os ser&#225; inmundo. De la carne de estos no comer&#233;is, ni tocar&#233;is sus cuerpos muertos.</div><div class="p"> 9De todo lo que est&#225; en el agua, de estos podr&#233;is comer: todo lo que tiene aleta y escama. 10Mas todo lo que no tiene aleta y escama, no comer&#233;is; inmundo ser&#225;.</div><div class="p"> 11Toda ave limpia podr&#233;is comer. 12Y estas son de las que no podr&#233;is comer: el &#225;guila, el quebrantahuesos, el azor, 13el gallinazo, el milano seg&#250;n su especie, 14todo cuervo seg&#250;n su especie, 15el avestruz, la lechuza, la gaviota y el gavil&#225;n seg&#250;n sus especies, 16el b&#250;ho, el ibis, el calam&#243;n, 17el pel&#237;cano, el buitre, el somormujo, 18la cig&#252;e&#241;a, la garza seg&#250;n su especie, la abubilla y el murci&#233;lago. 19Todo insecto alado ser&#225; inmundo; no se comer&#225;. 20Toda ave limpia podr&#233;is comer.</div><div class="p"> 21Ninguna cosa mortecina comer&#233;is; al extranjero que est&#225; en tus poblaciones la dar&#225;s, y &#233;l podr&#225; comerla; o v&#233;ndela a un extranjero, porque t&#250; eres pueblo santo a Jehov&#225; tu Dios. No cocer&#225;s el cabrito en la leche de su madre.#Ex. 23.19; 34.26.</div><div class="s">La ley del diezmo</div><div class="p"> 22Indefectiblemente diezmar&#225;s#Lv. 27.30-33; Nm. 18.21. todo el producto del grano que rindiere tu campo cada a&#241;o. 23Y comer&#225;s delante de Jehov&#225; tu Dios en el lugar que &#233;l escogiere para poner all&#237; su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus manadas y de tus ganados, para que aprendas a temer a Jehov&#225; tu Dios todos los d&#237;as. 24Y si el camino fuere tan largo que no puedas llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que Jehov&#225; tu Dios hubiere escogido para poner en &#233;l su nombre, cuando Jehov&#225; tu Dios te bendijere, 25entonces lo vender&#225;s y guardar&#225;s el dinero en tu mano, y vendr&#225;s al lugar que Jehov&#225; tu Dios escogiere; 26y dar&#225;s el dinero por todo lo que deseas, por vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por cualquier cosa que t&#250; deseares; y comer&#225;s all&#237; delante de Jehov&#225; tu Dios, y te alegrar&#225;s t&#250; y tu familia. 27Y no desamparar&#225;s al levita que habitare en tus poblaciones; porque no tiene parte ni heredad contigo.</div><div class="p"> 28Al fin de cada tres a&#241;os sacar&#225;s todo el diezmo de tus productos de aquel a&#241;o, y lo guardar&#225;s en tus ciudades. 29Y vendr&#225; el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el extranjero, el hu&#233;rfano y la viuda que hubiere en tus poblaciones, y comer&#225;n y ser&#225;n saciados; para que Jehov&#225; tu Dios te bendiga en toda obra que tus manos hicieren.</div>
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 <div class="book bk1CH">
 <div class="chapter ch17" data-usfm="1CH.17.1+1CH.17.2+1CH.17.3+1CH.17.4+1CH.17.5+1CH.17.6+1CH.17.7+1CH.17.8+1CH.17.9+1CH.17.10+1CH.17.11+1CH.17.12+1CH.17.13+1CH.17.14+1CH.17.15+1CH.17.16+1CH.17.17+1CH.17.18+1CH.17.19+1CH.17.20+1CH.17.21+1CH.17.22+1CH.17.23+1CH.17.24+1CH.17.25+1CH.17.26+1CH.17.27">
 <div class="p">1Aconteci&#243; que morando David en su casa, dijo David al profeta Nat&#225;n: He aqu&#237; yo habito en casa de cedro, y el arca del pacto de Jehov&#225; debajo de cortinas. 2Y Nat&#225;n dijo a David: Haz todo lo que est&#225; en tu coraz&#243;n, porque Dios est&#225; contigo.</div><div class="p"> 3En aquella misma noche vino palabra de Dios a Nat&#225;n, diciendo: 4Ve y di a David mi siervo: As&#237; ha dicho Jehov&#225;: T&#250; no me edificar&#225;s casa en que habite. 5Porque no he habitado en casa alguna desde el d&#237;a que saqu&#233; a los hijos de Israel hasta hoy; antes estuve de tienda en tienda, y de tabern&#225;culo en tabern&#225;culo. 6Por dondequiera que anduve con todo Israel, &#191;habl&#233; una palabra a alguno de los jueces de Israel, a los cuales mand&#233; que apacentasen a mi pueblo, para decirles: Por qu&#233; no me edific&#225;is una casa de cedro? 7Por tanto, ahora dir&#225;s a mi siervo David: As&#237; ha dicho Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos: Yo te tom&#233; del redil, de detr&#225;s de las ovejas, para que fueses pr&#237;ncipe sobre mi pueblo Israel; 8y he estado contigo en todo cuanto has andado, y he cortado a todos tus enemigos de delante de ti, y te har&#233; gran nombre, como el nombre de los grandes en la tierra. 9Asimismo he dispuesto lugar para mi pueblo Israel, y lo he plantado para que habite en &#233;l y no sea m&#225;s removido; ni los hijos de iniquidad lo consumir&#225;n m&#225;s, como antes, 10y desde el tiempo que puse los jueces sobre mi pueblo Israel; mas humillar&#233; a todos tus enemigos. Te hago saber, adem&#225;s, que Jehov&#225; te edificar&#225; casa. 11Y cuando tus d&#237;as sean cumplidos para irte con tus padres, levantar&#233; descendencia despu&#233;s de ti, a uno de entre tus hijos, y afirmar&#233; su reino. 12&#201;l me edificar&#225; casa, y yo confirmar&#233; su trono eternamente. 13Yo le ser&#233; por padre, y &#233;l me ser&#225; por hijo;#2 Co. 6.18; He. 1.5; Ap. 21.7. y no quitar&#233; de &#233;l mi misericordia, como la quit&#233; de aquel que fue antes de ti; 14sino que lo confirmar&#233; en mi casa y en mi reino eternamente, y su trono ser&#225; firme para siempre. 15Conforme a todas estas palabras, y conforme a toda esta visi&#243;n, as&#237; habl&#243; Nat&#225;n a David.</div><div class="p"> 16Y entr&#243; el rey David y estuvo delante de Jehov&#225;, y dijo: Jehov&#225; Dios, &#191;qui&#233;n soy yo, y cu&#225;l es mi casa, para que me hayas tra&#237;do hasta este lugar? 17Y aun esto, oh Dios, te ha parecido poco, pues que has hablado de la casa de tu siervo para tiempo m&#225;s lejano, y me has mirado como a un hombre excelente, oh Jehov&#225; Dios. 18&#191;Qu&#233; m&#225;s puede a&#241;adir David pidiendo de ti para glorificar a tu siervo? Mas t&#250; conoces a tu siervo. 19Oh Jehov&#225;, por amor de tu siervo y seg&#250;n tu coraz&#243;n, has hecho toda esta grandeza, para hacer notorias todas tus grandezas. 20Jehov&#225;, no hay semejante a ti, ni hay Dios sino t&#250;, seg&#250;n todas las cosas que hemos o&#237;do con nuestros o&#237;dos. 21&#191;Y qu&#233; pueblo hay en la tierra como tu pueblo Israel, cuyo Dios fuese y se redimiese un pueblo, para hacerte nombre con grandezas y maravillas, echando a las naciones de delante de tu pueblo, que t&#250; rescataste de Egipto? 22T&#250; has constituido a tu pueblo Israel por pueblo tuyo para siempre; y t&#250;, Jehov&#225;, has venido a ser su Dios. 23Ahora pues, Jehov&#225;, la palabra que has hablado acerca de tu siervo y de su casa, sea firme para siempre, y haz como has dicho. 24Permanezca, pues, y sea engrandecido tu nombre para siempre, a fin de que se diga: Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos, Dios de Israel, es Dios para Israel. Y sea la casa de tu siervo David firme delante de ti. 25Porque t&#250;, Dios m&#237;o, revelaste al o&#237;do a tu siervo que le has de edificar casa; por eso ha hallado tu siervo motivo para orar delante de ti. 26Ahora pues, Jehov&#225;, t&#250; eres el Dios que has hablado de tu siervo este bien; 27y ahora has querido bendecir la casa de tu siervo, para que permanezca perpetuamente delante de ti; porque t&#250;, Jehov&#225;, la has bendecido, y ser&#225; bendita para siempre.</div>
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 <div class="book bkPSA">
 <div class="chapter ch54" data-usfm="PSA.54.1+PSA.54.2+PSA.54.3+PSA.54.4+PSA.54.5+PSA.54.6+PSA.54.7">
 <div class="q">1Oh Dios, s&#225;lvame por tu nombre,</div><div class="q">Y con tu poder defi&#233;ndeme.</div><div class="q"> 2Oh Dios, oye mi oraci&#243;n;</div><div class="q">Escucha las razones de mi boca.</div><div class="b"></div><div class="q"> 3Porque extra&#241;os se han levantado contra m&#237;,</div><div class="q">Y hombres violentos buscan mi vida;</div><div class="q">No han puesto a Dios delante de s&#237;. Selah</div><div class="b"></div><div class="q"> 4He aqu&#237;, Dios es el que me ayuda;</div><div class="q">El Se&#241;or est&#225; con los que sostienen mi vida.</div><div class="q"> 5&#201;l devolver&#225; el mal a mis enemigos;</div><div class="q">C&#243;rtalos por tu verdad.</div><div class="b"></div><div class="q"> 6Voluntariamente sacrificar&#233; a ti;</div><div class="q">Alabar&#233; tu nombre, oh Jehov&#225;, porque es bueno.</div><div class="q"> 7Porque &#233;l me ha librado de toda angustia,</div><div class="q">Y mis ojos han visto la ruina de mis enemigos.</div>
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 <div class="book bkEZR">
 <div class="chapter ch5" data-usfm="EZR.5.1+EZR.5.2+EZR.5.3+EZR.5.4+EZR.5.5+EZR.5.6+EZR.5.7+EZR.5.8+EZR.5.9+EZR.5.10+EZR.5.11+EZR.5.12+EZR.5.13+EZR.5.14+EZR.5.15+EZR.5.16+EZR.5.17">
 <div class="p">1Profetizaron Hageo#Hag. 1.1. y Zacar&#237;as#Zac. 1.1. hijo de Iddo, ambos profetas, a los jud&#237;os que estaban en Jud&#225; y en Jerusal&#233;n en el nombre del Dios de Israel quien estaba sobre ellos. 2Entonces se levantaron Zorobabel#Hag. 1.12; Zac. 4.6-9. hijo de Salatiel y Jes&#250;a hijo de Josadac, y comenzaron a reedificar la casa de Dios que estaba en Jerusal&#233;n; y con ellos los profetas de Dios que les ayudaban.</div><div class="p"> 3En aquel tiempo vino a ellos Tatnai gobernador del otro lado del r&#237;o, y Setar-boznai y sus compa&#241;eros, y les dijeron as&#237;: &#191;Qui&#233;n os ha dado orden para edificar esta casa y levantar estos muros? 4Ellos tambi&#233;n preguntaron: &#191;Cu&#225;les son los nombres de los hombres que hacen este edificio? 5Mas los ojos de Dios estaban sobre los ancianos de los jud&#237;os, y no les hicieron cesar hasta que el asunto fuese llevado a Dar&#237;o; y entonces respondieron por carta sobre esto.</div><div class="p"> 6Copia de la carta que Tatnai gobernador del otro lado del r&#237;o, y Setar-boznai, y sus compa&#241;eros los gobernadores que estaban al otro lado del r&#237;o, enviaron al rey Dar&#237;o. 7Le enviaron carta, y as&#237; estaba escrito en ella: Al rey Dar&#237;o toda paz. 8Sea notorio al rey, que fuimos a la provincia de Judea, a la casa del gran Dios, la cual se edifica con piedras grandes; y ya los maderos est&#225;n puestos en las paredes, y la obra se hace de prisa, y prospera en sus manos. 9Entonces preguntamos a los ancianos, dici&#233;ndoles as&#237;: &#191;Qui&#233;n os dio orden para edificar esta casa y para levantar estos muros? 10Y tambi&#233;n les preguntamos sus nombres para hac&#233;rtelo saber, para escribirte los nombres de los hombres que estaban a la cabeza de ellos. 11Y nos respondieron diciendo as&#237;: Nosotros somos siervos del Dios del cielo y de la tierra, y reedificamos la casa que ya muchos a&#241;os antes hab&#237;a sido edificada, la cual edific&#243; y termin&#243; el gran rey de Israel. 12Mas despu&#233;s que nuestros padres provocaron a ira al Dios de los cielos, &#233;l los entreg&#243; en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, caldeo, el cual destruy&#243; esta casa y llev&#243; cautivo al pueblo a Babilonia.#2 R. 25.8-12; 2 Cr. 36.17-20; Jer. 52.12-15. 13Pero en el a&#241;o primero de Ciro rey de Babilonia, el mismo rey Ciro dio orden para que esta casa de Dios fuese reedificada.#Esd. 1.2-11. 14Tambi&#233;n los utensilios de oro y de plata de la casa de Dios, que Nabucodonosor hab&#237;a sacado del templo que estaba en Jerusal&#233;n y los hab&#237;a llevado al templo de Babilonia, el rey Ciro los sac&#243; del templo de Babilonia, y fueron entregados a Sesbasar, a quien hab&#237;a puesto por gobernador; 15y le dijo: Toma estos utensilios, ve, y ll&#233;valos al templo que est&#225; en Jerusal&#233;n; y sea reedificada la casa de Dios en su lugar. 16Entonces este Sesbasar vino y puso los cimientos de la casa de Dios, la cual est&#225; en Jerusal&#233;n, y desde entonces hasta ahora se edifica, y a&#250;n no est&#225; concluida. 17Y ahora, si al rey parece bien, b&#250;squese en la casa de los tesoros del rey que est&#225; all&#237; en Babilonia, si es as&#237; que por el rey Ciro hab&#237;a sido dada la orden para reedificar esta casa de Dios en Jerusal&#233;n, y se nos env&#237;e a decir la voluntad del rey sobre esto.</div>
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La Biblia en un Año con el Pastor Mark DriscollMuestra

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