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Biblia Reina Valera 1960

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 <div class="book bkEST">
 <div class="chapter ch7" data-usfm="EST.7">
 <div class="label">7</div><div class="s">Am&#225;n es ahorcado</div><div class="p"> 1Fue, pues, el rey con Am&#225;n al banquete de la reina Ester. 2Y en el segundo d&#237;a, mientras beb&#237;an vino, dijo el rey a Ester: &#191;Cu&#225;l es tu petici&#243;n, reina Ester, y te ser&#225; concedida? &#191;Cu&#225;l es tu demanda? Aunque sea la mitad del reino, te ser&#225; otorgada. 3Entonces la reina Ester respondi&#243; y dijo: Oh rey, si he hallado gracia en tus ojos, y si al rey place, s&#233;ame dada mi vida por mi petici&#243;n, y mi pueblo por mi demanda. 4Porque hemos sido vendidos, yo y mi pueblo, para ser destruidos, para ser muertos y exterminados. Si para siervos y siervas fu&#233;ramos vendidos, me callar&#237;a; pero nuestra muerte ser&#237;a para el rey un da&#241;o irreparable.</div><div class="p"> 5Respondi&#243; el rey Asuero, y dijo a la reina Ester: &#191;Qui&#233;n es, y d&#243;nde est&#225;, el que ha ensoberbecido su coraz&#243;n para hacer esto? 6Ester dijo: El enemigo y adversario es este malvado Am&#225;n. Entonces se turb&#243; Am&#225;n delante del rey y de la reina. 7Luego el rey se levant&#243; del banquete, encendido en ira, y se fue al huerto del palacio; y se qued&#243; Am&#225;n para suplicarle a la reina Ester por su vida; porque vio que estaba resuelto para &#233;l el mal de parte del rey. 8Despu&#233;s el rey volvi&#243; del huerto del palacio al aposento del banquete, y Am&#225;n hab&#237;a ca&#237;do sobre el lecho en que estaba Ester. Entonces dijo el rey: &#191;Querr&#225;s tambi&#233;n violar a la reina en mi propia casa? Al proferir el rey esta palabra, le cubrieron el rostro a Am&#225;n. 9Y dijo Harbona, uno de los eunucos que serv&#237;an al rey: He aqu&#237; en casa de Am&#225;n la horca de cincuenta codos de altura que hizo Am&#225;n para Mardoqueo, el cual hab&#237;a hablado bien por el rey. Entonces el rey dijo: Colgadlo en ella. 10As&#237; colgaron a Am&#225;n en la horca que &#233;l hab&#237;a hecho preparar para Mardoqueo; y se apacigu&#243; la ira del rey.</div>
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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

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 <div class="chapter ch8" data-usfm="EST.8">
 <div class="label">8</div><div class="s">Decreto de Asuero a favor de los jud&#237;os</div><div class="p"> 1El mismo d&#237;a, el rey Asuero dio a la reina Ester la casa de Am&#225;n enemigo de los jud&#237;os; y Mardoqueo vino delante del rey, porque Ester le declar&#243; lo que &#233;l era respecto de ella. 2Y se quit&#243; el rey el anillo que recogi&#243; de Am&#225;n, y lo dio a Mardoqueo. Y Ester puso a Mardoqueo sobre la casa de Am&#225;n.</div><div class="p"> 3Volvi&#243; luego Ester a hablar delante del rey, y se ech&#243; a sus pies, llorando y rog&#225;ndole que hiciese nula la maldad de Am&#225;n agagueo y su designio que hab&#237;a tramado contra los jud&#237;os. 4Entonces el rey extendi&#243; a Ester el cetro de oro, y Ester se levant&#243;, y se puso en pie delante del rey, 5y dijo: Si place al rey, y si he hallado gracia delante de &#233;l, y si le parece acertado al rey, y yo soy agradable a sus ojos, que se d&#233; orden escrita para revocar las cartas que autorizan la trama de Am&#225;n hijo de Hamedata agagueo, que escribi&#243; para destruir a los jud&#237;os que est&#225;n en todas las provincias del rey. 6Porque &#191;c&#243;mo podr&#233; yo ver el mal que alcanzar&#225; a mi pueblo? &#191;C&#243;mo podr&#233; yo ver la destrucci&#243;n de mi naci&#243;n?</div><div class="p"> 7Respondi&#243; el rey Asuero a la reina Ester y a Mardoqueo el jud&#237;o: He aqu&#237; yo he dado a Ester la casa de Am&#225;n, y a &#233;l han colgado en la horca, por cuanto extendi&#243; su mano contra los jud&#237;os. 8Escribid, pues, vosotros a los jud&#237;os como bien os pareciere, en nombre del rey, y selladlo con el anillo del rey; porque un edicto que se escribe en nombre del rey, y se sella con el anillo del rey, no puede ser revocado. 9Entonces fueron llamados los escribanos del rey en el mes tercero, que es Siv&#225;n, a los veintitr&#233;s d&#237;as de ese mes; y se escribi&#243; conforme a todo lo que mand&#243; Mardoqueo, a los jud&#237;os, y a los s&#225;trapas, los capitanes y los pr&#237;ncipes de las provincias que hab&#237;a desde la India hasta Etiop&#237;a, ciento veintisiete provincias; a cada provincia seg&#250;n su escritura, y a cada pueblo conforme a su lengua, a los jud&#237;os tambi&#233;n conforme a su escritura y lengua. 10Y escribi&#243; en nombre del rey Asuero, y lo sell&#243; con el anillo del rey, y envi&#243; cartas por medio de correos montados en caballos veloces procedentes de los repastos reales; 11que el rey daba facultad a los jud&#237;os que estaban en todas las ciudades, para que se reuniesen y estuviesen a la defensa de su vida, prontos a destruir, y matar, y acabar con toda fuerza armada del pueblo o provincia que viniese contra ellos, y aun sus ni&#241;os y mujeres, y apoderarse de sus bienes, 12en un mismo d&#237;a en todas las provincias del rey Asuero, en el d&#237;a trece del mes duod&#233;cimo, que es el mes de Adar. 13La copia del edicto que hab&#237;a de darse por decreto en cada provincia, para que fuese conocido por todos los pueblos, dec&#237;a que los jud&#237;os estuviesen preparados para aquel d&#237;a, para vengarse de sus enemigos. 14Los correos, pues, montados en caballos veloces, salieron a toda prisa por la orden del rey; y el edicto fue dado en Susa capital del reino.</div><div class="p"> 15Y sali&#243; Mardoqueo de delante del rey con vestido real de azul y blanco, y una gran corona de oro, y un manto de lino y p&#250;rpura. La ciudad de Susa entonces se alegr&#243; y regocij&#243;; 16y los jud&#237;os tuvieron luz y alegr&#237;a, y gozo y honra. 17Y en cada provincia y en cada ciudad donde lleg&#243; el mandamiento del rey, los jud&#237;os tuvieron alegr&#237;a y gozo, banquete y d&#237;a de placer. Y muchos de entre los pueblos de la tierra se hac&#237;an jud&#237;os, porque el temor de los jud&#237;os hab&#237;a ca&#237;do sobre ellos.</div>
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 <div class="book bkEST">
 <div class="chapter ch9" data-usfm="EST.9">
 <div class="label">9</div><div class="s">Los jud&#237;os destruyen a sus enemigos</div><div class="p"> 1En el mes duod&#233;cimo, que es el mes de Adar, a los trece d&#237;as del mismo mes, cuando deb&#237;a ser ejecutado el mandamiento del rey y su decreto, el mismo d&#237;a en que los enemigos de los jud&#237;os esperaban ense&#241;orearse de ellos, sucedi&#243; lo contrario; porque los jud&#237;os se ense&#241;orearon de los que los aborrec&#237;an. 2Los jud&#237;os se reunieron en sus ciudades, en todas las provincias del rey Asuero, para descargar su mano sobre los que hab&#237;an procurado su mal, y nadie los pudo resistir, porque el temor de ellos hab&#237;a ca&#237;do sobre todos los pueblos. 3Y todos los pr&#237;ncipes de las provincias, los s&#225;trapas, capitanes y oficiales del rey, apoyaban a los jud&#237;os; porque el temor de Mardoqueo hab&#237;a ca&#237;do sobre ellos. 4Pues Mardoqueo era grande en la casa del rey, y su fama iba por todas las provincias; Mardoqueo iba engrandeci&#233;ndose m&#225;s y m&#225;s. 5Y asolaron los jud&#237;os a todos sus enemigos a filo de espada, y con mortandad y destrucci&#243;n, e hicieron con sus enemigos como quisieron. 6En Susa capital del reino mataron y destruyeron los jud&#237;os a quinientos hombres. 7Mataron entonces a Parsandata, Dalf&#243;n, Aspata, 8Porata, Adal&#237;a, Aridata, 9Parmasta, Arisai, Aridai y Vaizata, 10diez hijos de Am&#225;n hijo de Hamedata, enemigo de los jud&#237;os; pero no tocaron sus bienes. 11El mismo d&#237;a se le dio cuenta al rey acerca del n&#250;mero de los muertos en Susa, residencia real.</div><div class="p"> 12Y dijo el rey a la reina Ester: En Susa capital del reino los jud&#237;os han matado a quinientos hombres, y a diez hijos de Am&#225;n. &#191;Qu&#233; habr&#225;n hecho en las otras provincias del rey? &#191;Cu&#225;l, pues, es tu petici&#243;n? y te ser&#225; concedida; &#191;o qu&#233; m&#225;s es tu demanda? y ser&#225; hecha. 13Y respondi&#243; Ester: Si place al rey, conc&#233;dase tambi&#233;n ma&#241;ana a los jud&#237;os en Susa, que hagan conforme a la ley de hoy; y que cuelguen en la horca a los diez hijos de Am&#225;n. 14Y mand&#243; el rey que se hiciese as&#237;. Se dio la orden en Susa, y colgaron a los diez hijos de Am&#225;n. 15Y los jud&#237;os que estaban en Susa se juntaron tambi&#233;n el catorce del mes de Adar, y mataron en Susa a trescientos hombres; pero no tocaron sus bienes.</div><div class="s">La fiesta de Purim</div><div class="p"> 16En cuanto a los otros jud&#237;os que estaban en las provincias del rey, tambi&#233;n se juntaron y se pusieron en defensa de su vida, y descansaron de sus enemigos, y mataron de sus contrarios a setenta y cinco mil; pero no tocaron sus bienes. 17Esto fue en el d&#237;a trece del mes de Adar, y reposaron en el d&#237;a catorce del mismo, y lo hicieron d&#237;a de banquete y de alegr&#237;a. 18Pero los jud&#237;os que estaban en Susa se juntaron el d&#237;a trece y el catorce del mismo mes, y el quince del mismo reposaron y lo hicieron d&#237;a de banquete y de regocijo. 19Por tanto, los jud&#237;os aldeanos que habitan en las villas sin muro hacen a los catorce del mes de Adar el d&#237;a de alegr&#237;a y de banquete, un d&#237;a de regocijo, y para enviar porciones cada uno a su vecino.</div><div class="p"> 20Y escribi&#243; Mardoqueo estas cosas, y envi&#243; cartas a todos los jud&#237;os que estaban en todas las provincias del rey Asuero, cercanos y distantes, 21orden&#225;ndoles que celebrasen el d&#237;a decimocuarto del mes de Adar, y el decimoquinto del mismo, cada a&#241;o, 22como d&#237;as en que los jud&#237;os tuvieron paz de sus enemigos, y como el mes que de tristeza se les cambi&#243; en alegr&#237;a, y de luto en d&#237;a bueno; que los hiciesen d&#237;as de banquete y de gozo, y para enviar porciones cada uno a su vecino, y d&#225;divas a los pobres. 23Y los jud&#237;os aceptaron hacer, seg&#250;n hab&#237;an comenzado, lo que les escribi&#243; Mardoqueo. 24Porque Am&#225;n hijo de Hamedata agagueo, enemigo de todos los jud&#237;os, hab&#237;a ideado contra los jud&#237;os un plan para destruirlos, y hab&#237;a echado Pur,#Est. 3.7. que quiere decir suerte, para consumirlos y acabar con ellos. 25Mas cuando Ester vino a la presencia del rey, &#233;l orden&#243; por carta que el perverso designio que aquel traz&#243; contra los jud&#237;os recayera sobre su cabeza; y que colgaran a &#233;l y a sus hijos en la horca. 26Por esto llamaron a estos d&#237;as Purim, por el nombre Pur. Y debido a las palabras de esta carta, y por lo que ellos vieron sobre esto, y lo que llev&#243; a su conocimiento, 27los jud&#237;os establecieron y tomaron sobre s&#237;, sobre su descendencia y sobre todos los allegados a ellos, que no dejar&#237;an de celebrar estos dos d&#237;as seg&#250;n est&#225; escrito tocante a ellos, conforme a su tiempo cada a&#241;o; 28y que estos d&#237;as ser&#237;an recordados y celebrados por todas las generaciones, familias, provincias y ciudades; que estos d&#237;as de Purim no dejar&#237;an de ser guardados por los jud&#237;os, y que su descendencia jam&#225;s dejar&#237;a de recordarlos. 29Y la reina Ester hija de Abihail, y Mardoqueo el jud&#237;o, suscribieron con plena autoridad esta segunda carta referente a Purim. 30Y fueron enviadas cartas a todos los jud&#237;os, a las ciento veintisiete provincias del rey Asuero, con palabras de paz y de verdad, 31para confirmar estos d&#237;as de Purim en sus tiempos se&#241;alados, seg&#250;n les hab&#237;a ordenado Mardoqueo el jud&#237;o y la reina Ester, y seg&#250;n ellos hab&#237;an tomado sobre s&#237; y sobre su descendencia, para conmemorar el fin de los ayunos y de su clamor. 32Y el mandamiento de Ester confirm&#243; estas celebraciones acerca de Purim, y esto fue registrado en un libro.</div>
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 <div class="book bkEST">
 <div class="chapter ch10" data-usfm="EST.10">
 <div class="label">10</div><div class="s">Grandeza de Mardoqueo</div><div class="p"> 1El rey Asuero impuso tributo sobre la tierra y hasta las costas del mar. 2Y todos los hechos de su poder y autoridad, y el relato sobre la grandeza de Mardoqueo, con que el rey le engrandeci&#243;, &#191;no est&#225; escrito en el libro de las cr&#243;nicas de los reyes de Media y de Persia? 3Porque Mardoqueo el jud&#237;o fue el segundo despu&#233;s del rey Asuero, y grande entre los jud&#237;os, y estimado por la multitud de sus hermanos, porque procur&#243; el bienestar de su pueblo y habl&#243; paz para todo su linaje.</div>
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 <div class="book bkJAS">
 <div class="chapter ch1" data-usfm="JAS.1">
 <div class="label">1</div><div class="s">Salutaci&#243;n</div><div class="p"> 1Santiago,#Mt. 13.55; Mr. 6.3; Hch. 15.13; G&#225;. 1.19. siervo de Dios y del Se&#241;or Jesucristo, a las doce tribus que est&#225;n en la dispersi&#243;n: Salud.</div><div class="s">La sabidur&#237;a que viene de Dios</div><div class="p"> 2Hermanos m&#237;os, tened por sumo gozo cuando os hall&#233;is en diversas pruebas, 3sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. 4Mas tenga la paciencia su obra completa, para que se&#225;is perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.</div><div class="p"> 5Y si alguno de vosotros tiene falta de sabidur&#237;a, p&#237;dala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le ser&#225; dada. 6Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. 7No piense, pues, quien tal haga, que recibir&#225; cosa alguna del Se&#241;or. 8El hombre de doble &#225;nimo es inconstante en todos sus caminos.</div><div class="p"> 9El hermano que es de humilde condici&#243;n, glor&#237;ese en su exaltaci&#243;n; 10pero el que es rico, en su humillaci&#243;n; porque &#233;l pasar&#225; como la flor de la hierba. 11Porque cuando sale el sol con calor abrasador, la hierba se seca,#Is. 40.6-7. su flor se cae, y perece su hermosa apariencia; as&#237; tambi&#233;n se marchitar&#225; el rico en todas sus empresas.</div><div class="s">Soportando las pruebas</div><div class="p"> 12Bienaventurado el var&#243;n que soporta la tentaci&#243;n; porque cuando haya resistido la prueba, recibir&#225; la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. 13Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni &#233;l tienta a nadie; 14sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atra&#237;do y seducido. 15Entonces la concupiscencia, despu&#233;s que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.</div><div class="p"> 16Amados hermanos m&#237;os, no err&#233;is. 17Toda buena d&#225;diva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variaci&#243;n. 18&#201;l, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.</div><div class="s">Hacedores de la palabra</div><div class="p"> 19Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para o&#237;r, tardo para hablar, tardo para airarse; 20porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. 21Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.</div><div class="p"> 22Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, enga&#241;&#225;ndoos a vosotros mismos. 23Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, este es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. 24Porque &#233;l se considera a s&#237; mismo, y se va, y luego olvida c&#243;mo era. 25Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este ser&#225; bienaventurado en lo que hace.</div><div class="p"> 26Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que enga&#241;a su coraz&#243;n, la religi&#243;n del tal es vana. 27La religi&#243;n pura y sin m&#225;cula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los hu&#233;rfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.</div>
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