Navidad DesordenadaMuestra

Cuando la vida se complica, necesitamos sabiduría. Pero la sabiduría no se obtiene por accidente. Para ser sabios, tenemos que buscar serlos, y a veces eso significa tener personas en nuestras vidas más adelantadas en su fe con quienes podamos hablar. ¡Incluso Jesús practicó esto! En este versículo vemos a Jesús haciéndole preguntas a los adultos y maestros que lo rodeaban, aprendiendo de los demás cuando todavía era joven.

Esta semana, determina de quién puedes aprender y cómo quién quieres ser cuando crezcas. Luego, ¡extiende la mano y conversa con ellos! Sé honesto y discute sobre algo que sucede en tu vida en lo que realmente podrías usar alguna orientación. Dios no tenía la intención de que viviéramos solos. Dios nos creó para aprender el uno del otro a medida que nos convertimos cada vez más como Él.