La Mente De Cristo

"Un Encuentro Real Con El Espíritu Santo: Del Anhelo a La Llenura Transformadora"

Jesús: El Hombre Perfecto

A la Palabra

Fruto, raíz y corazón: Lo que llevas dentro sale afuera

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Los Lenguajes Del Amor Para Matrimonios

El Fruto Del Espíritu Santo

Cuando El Propósito Es Probado

Cuando Dios Dice: "Todavía No"

Biblia Reina Valera 1960

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 <div class="book bkEXO">
 <div class="chapter ch4" data-usfm="EXO.4">
 <div class="label">4</div><div class="p"> 1Entonces Mois&#233;s respondi&#243; diciendo: He aqu&#237; que ellos no me creer&#225;n, ni oir&#225;n mi voz; porque dir&#225;n: No te ha aparecido Jehov&#225;. 2Y Jehov&#225; dijo: &#191;Qu&#233; es eso que tienes en tu mano? Y &#233;l respondi&#243;: Una vara. 3&#201;l le dijo: &#201;chala en tierra. Y &#233;l la ech&#243; en tierra, y se hizo una culebra; y Mois&#233;s hu&#237;a de ella. 4Entonces dijo Jehov&#225; a Mois&#233;s: Extiende tu mano, y t&#243;mala por la cola. Y &#233;l extendi&#243; su mano, y la tom&#243;, y se volvi&#243; vara en su mano. 5Por esto creer&#225;n que se te ha aparecido Jehov&#225;, el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob.</div><div class="p"> 6Le dijo adem&#225;s Jehov&#225;: Mete ahora tu mano en tu seno. Y &#233;l meti&#243; la mano en su seno; y cuando la sac&#243;, he aqu&#237; que su mano estaba leprosa como la nieve. 7Y dijo: Vuelve a meter tu mano en tu seno. Y &#233;l volvi&#243; a meter su mano en su seno; y al sacarla de nuevo del seno, he aqu&#237; que se hab&#237;a vuelto como la otra carne. 8Si aconteciere que no te creyeren ni obedecieren a la voz de la primera se&#241;al, creer&#225;n a la voz de la postrera. 9Y si a&#250;n no creyeren a estas dos se&#241;ales, ni oyeren tu voz, tomar&#225;s de las aguas del r&#237;o y las derramar&#225;s en tierra; y se cambiar&#225;n aquellas aguas que tomar&#225;s del r&#237;o y se har&#225;n sangre en la tierra.</div><div class="p"> 10Entonces dijo Mois&#233;s a Jehov&#225;: &#161;Ay, Se&#241;or! nunca he sido hombre de f&#225;cil palabra, ni antes, ni desde que t&#250; hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua. 11Y Jehov&#225; le respondi&#243;: &#191;Qui&#233;n dio la boca al hombre? &#191;o qui&#233;n hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? &#191;No soy yo Jehov&#225;? 12Ahora pues, ve, y yo estar&#233; con tu boca, y te ense&#241;ar&#233; lo que hayas de hablar. 13Y &#233;l dijo: &#161;Ay, Se&#241;or! env&#237;a, te ruego, por medio del que debes enviar. 14Entonces Jehov&#225; se enoj&#243; contra Mois&#233;s, y dijo: &#191;No conozco yo a tu hermano Aar&#243;n, levita, y que &#233;l habla bien? Y he aqu&#237; que &#233;l saldr&#225; a recibirte, y al verte se alegrar&#225; en su coraz&#243;n. 15T&#250; hablar&#225;s a &#233;l, y pondr&#225;s en su boca las palabras, y yo estar&#233; con tu boca y con la suya, y os ense&#241;ar&#233; lo que hay&#225;is de hacer. 16Y &#233;l hablar&#225; por ti al pueblo; &#233;l te ser&#225; a ti en lugar de boca, y t&#250; ser&#225;s para &#233;l en lugar de Dios. 17Y tomar&#225;s en tu mano esta vara, con la cual har&#225;s las se&#241;ales.</div><div class="s">Mois&#233;s vuelve a Egipto</div><div class="p"> 18As&#237; se fue Mois&#233;s, y volviendo a su suegro Jetro, le dijo: Ir&#233; ahora, y volver&#233; a mis hermanos que est&#225;n en Egipto, para ver si a&#250;n viven. Y Jetro dijo a Mois&#233;s: Ve en paz. 19Dijo tambi&#233;n Jehov&#225; a Mois&#233;s en Madi&#225;n: Ve y vu&#233;lvete a Egipto, porque han muerto todos los que procuraban tu muerte. 20Entonces Mois&#233;s tom&#243; su mujer y sus hijos, y los puso sobre un asno, y volvi&#243; a tierra de Egipto. Tom&#243; tambi&#233;n Mois&#233;s la vara de Dios en su mano. 21Y dijo Jehov&#225; a Mois&#233;s: Cuando hayas vuelto a Egipto, mira que hagas delante de Fara&#243;n todas las maravillas que he puesto en tu mano; pero yo endurecer&#233; su coraz&#243;n, de modo que no dejar&#225; ir al pueblo. 22Y dir&#225;s a Fara&#243;n: Jehov&#225; ha dicho as&#237;: Israel es mi hijo, mi primog&#233;nito. 23Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir; he aqu&#237; yo voy a matar a tu hijo, tu primog&#233;nito.#Ex. 12.29.</div><div class="p"> 24Y aconteci&#243; en el camino, que en una posada Jehov&#225; le sali&#243; al encuentro, y quiso matarlo. 25Entonces S&#233;fora tom&#243; un pedernal afilado y cort&#243; el prepucio de su hijo, y lo ech&#243; a sus pies, diciendo: A la verdad t&#250; me eres un esposo de sangre. 26As&#237; le dej&#243; luego ir. Y ella dijo: Esposo de sangre, a causa de la circuncisi&#243;n.</div><div class="p"> 27Y Jehov&#225; dijo a Aar&#243;n: Ve a recibir a Mois&#233;s al desierto. Y &#233;l fue, y lo encontr&#243; en el monte de Dios, y le bes&#243;. 28Entonces cont&#243; Mois&#233;s a Aar&#243;n todas las palabras de Jehov&#225; que le enviaba, y todas las se&#241;ales que le hab&#237;a dado. 29Y fueron Mois&#233;s y Aar&#243;n, y reunieron a todos los ancianos de los hijos de Israel. 30Y habl&#243; Aar&#243;n acerca de todas las cosas que Jehov&#225; hab&#237;a dicho a Mois&#233;s, e hizo las se&#241;ales delante de los ojos del pueblo. 31Y el pueblo crey&#243;; y oyendo que Jehov&#225; hab&#237;a visitado a los hijos de Israel, y que hab&#237;a visto su aflicci&#243;n, se inclinaron y adoraron.</div>
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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

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