Cómo Tomar Buenas Decisiones, Y Discernir La Voluntad De DiosMuestra

Nivel Fundamental 3: Debo tener una actitud rendida a Dios si espero discernir Su voluntad.

Considera estas cuatro áreas para tener una actitud de rendición:

ACTITUD DE RENDICIÓN 1

Debo desear honestamente permitir que Dios cumpla Su voluntad en mi vida, y buscar en oración Su voluntad para mí.

En mi entendimiento humano, yo podría decir que algo es posible o imposible. Un líder cristiano ha dicho: "No preguntes si algo es posible, sino más bien pregunta, '¿Es la voluntad de Dios?', porque si es la voluntad de Dios, Él lo hará posible". Jesús dijo en Marcos 10:27: " —Para los hombres es imposible, pero no para Dios; de hecho, para Dios todo es posible”(NVI).

Sin embargo, a menudo puedo hacer que algo suceda en mi propia fuerza usando las habilidades que Dios me ha dado, pero eso no lo convierte en la voluntad de Dios sólo porque puedo hacer que suceda.

El Señor quiere que pregunte: "Dios, ¿qué quieres?". Eso debería estar en mis labios todo el tiempo.

Jesús oró toda la noche antes de elegir a Sus 12 discípulos (Lucas 6:12-13). Si Jesús necesitaba la guía de Su Padre en Sus decisiones, ¿no debería yo también orar para que Él me guíe en mis decisiones?

ACTITUD DE RENDICIÓN 2

Necesito elegir humillarme ante Dios con una actitud sumisa, permitiendo que Él me enseñe y cambie mis prioridades, como Él considere mejor.

Una forma de honrar a Dios y darle Su legítimo reconocimiento en mi corazón es buscando y aceptando activamente Sus prioridades. Esto requerirá formar el hábito de no darle las sobras de mi tiempo, energía y posesiones, sino ofrecerle lo mejor de mis recursos.

A medida que Dios continúa transformando mi pensamiento, mi fe aumenta porque estoy pensando más como Él, de modo que Sus prioridades se convierten en las mías, y empiezo a escuchar instintivamente Su voz en todo lo que digo y hago.

ACTITUD DE RENDICIÓN 3

Las decisiones que tomo que tienen recompensas eternas (es decir, motivadas por el Espíritu Santo) siempre requieren una medida de fe, e incluyen una percepción de riesgo.

Como la fe siempre conlleva una percepción de riesgo, puedo tender a confiar solo en mis propias conclusiones, porque siempre pretendo hacer lo que me conviene y a ninguno de nosotros nos gusta el riesgo. Sin embargo, a menudo actúo con fe en otras personas. Por ejemplo: cada vez que subo a un avión o tomo medicina, estoy poniendo mi fe y mi confianza en personas que no conozco. Dios me pide que ponga mi confianza en Él, que NUNCA me defraudará.

¿Me siento incómodo por no saber el resultado de mis decisiones o confiar en Dios para ello?

Entonces, la fe es fundamental en este proceso. Pero ¿cómo puedo salvar la brecha entre mi entendimiento y la voluntad de Dios? Pidiéndole la fe que necesitas. Él me dará suficiente información y evidencia para confiar en Él, pero no lo suficiente para estar convencido al 100%. Nadie puede agradar a Dios sin fe.

ACTITUD DE RENDICIÓN 4

Las decisiones basadas en la fe pueden resultar en sacrificio y/o sufrimiento. Incluso aunque a veces hay un precio por la obediencia a Su voluntad, cualquier precio que Dios haya elegido no debe ser visto como un enemigo.

A veces, en el proceso de toma de decisiones, se me puede exigir algún tipo de sacrificio que incluya riesgo o dolor personal. En mis propias fuerzas puede que busque una solución que no altere mi nivel de comodidad o riesgo.

En Lucas 21:1-4, Jesús y Sus discípulos estaban observando el tesoro del templo cuando una pobre viuda echó dos pequeñas monedas, todo lo que tenía para vivir. ¿Cuál era el riesgo para la viuda? Podría morir de hambre porque no tendría suficiente dinero para comprar comida. ¿Qué crees que le ocurrió? ¿Crees que Dios se ocupó de ella? Medita en Mateo 6:25-34 donde Jesús promete que Dios cuidará de nosotros si lo buscamos primero.

Una sierva del Señor, Corrie Ten Boom, dijo: "Nunca puedes comprender que Cristo es todo lo que necesitas, hasta que Cristo sea todo lo que tienes".

¿Está mi corazón rendido al Señor, y estoy buscando Su guía diariamente? ¿Confío realmente en Él?

ORACIÓN: Padre, quiero tener un corazón y una actitud rendidos a ti, pero necesito tu ayuda para hacerlo. Ayúdame a confiar más en ti, no solo para mis decisiones, sino también en el resultado de esas decisiones.