Corazón genuino Muestra

“Yo no miro lo que mira el hombre, yo miro el corazón” (1 Samuel 16.7 ).
En el corazón alojamos las intenciones más íntimas, la esencia misma de nuestro ser, Dios conoce todo lo que sucede en nuestro interior, podemos tratar de disimular frente a otros, pero a Él nada le toma por sorpresa.
El ser humano, muy comúnmente, puede dejarse impresionar por la apariencia externa, sin embargo Dios va directo al corazón. De ahí que un primer paso para crear un puente de comunión con Él, es a través de aceptar a Su Hijo Jesús en nuestro corazón.
Cuando entendemos esto, podemos acercarnos a Su presencia sin caretas o falsas pretensiones y es entonces cuando se comienza a producir una verdadera transformación en nuestras vidas.
Dios desea que vayamos a Él con cualquier situación que estemos atravesando, con sentimientos encontrados (alegres o tristes). Simplemente que seamos sinceros, es ahí cuando se crea esa vulnerabilidad tan especial, en dónde abrimos y desnudamos nuestro corazón ante Él.
Te invito a que intentes a diario tener ese tiempo entre tú y Dios, sin distracciones, a veces hablamos, otras veces callamos. Pero, ese silencio se traduce en una voz que resuena y llena todo nuestro ser, de ahí salimos más que fortalecidos.
Acércate a Él sin reglas o requisitos. Él espera por ti para sanarte, consolarte y producir en ti un corazón puro.
Dios te ve y te conoce por completo.
Escritura
Acerca de este Plan

Dios conoce el más mínimo aspecto de nuestro ser, por lo que presentarnos con un corazón genuino nos ayuda al proceso de transformación interior.
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Nos gustaría agradecer a Inspiraflorece Por Miguelina Aponte por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://instagram.com/inspiraflorece?r=nametag
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