El Dios PródigoMuestra

EL DIOS PRÓDIGO - Lección 3

Ningún pecado es demasiado grande o se comete con demasiada frecuencia, ningún pecado es demasiado dañino para destruir el amor de Dios Padre por ti. ¿Qué pecado has cometido que temes que Dios todavía tenga en tu contra?

El hijo pecador en Lucas 15 básicamente le dijo a su padre que deseaba que su padre estuviera muerto y luego le faltó el respeto al trabajo de toda la vida de su padre al gastar su herencia de forma descontrolada. Pero el hijo conocía a su padre, así que volvió y se arrepintió. El padre no hizo que su hijo se arrastrara de dolor para recuperar su favor. “... Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.” (Lucas 15:20).

En la cultura judía, los hombres usaban túnicas largas y no corrían. Se consideró muy poco digno. Pero el amor pródigo del padre hizo que corriera hacia su hijo.

Dios te trata igual: “Te amo, así que correré hacia ti”. Cuando Dios Padre corre hacia ti, te encuentra hecho un desastre. El hijo de la parábola era un desastre, pero el padre lo abrazó. ¡Ese hijo apestaba! ¡Vivía con cerdos!

Tu Padre celestial corre hacia ti y te abraza tal como eres con su presencia. Él amorosamente lava tus pecados y te adorna con su perfección. Él te da la bienvenida, no como un esclavo que intenta recuperar su favor. Dios te da su gracia lujosa y generosamente. ¡Él te cuenta como suyo y te llama su hijo o hija! Te trata como si nunca te hubieras ido. ¡Oh, qué maravilloso amor!

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