El Corazón De La AdoraciónMuestra

Se trata de Dios

Adoración implica una entrega total a Dios, es un estilo de vida y se trata totalmente de Dios. Cuando escribimos algún verso, alguna canción o cantamos algo que ya está escrito, nuestro pensamiento debe estar enfocado en las palabras que utilizamos para expresar nuestra adoración.

En hebreos encontramos lo siguiente:

“Por tanto, ofrezcamos continuamente mediante Él, sacrificio de alabanza a Dios, es decir, el fruto de labios que confiesan su nombre" (Hebreos 13:15 LBLA).

La primera parte de este versículo nos ínsta a que lo hagamos regularmente como respirar. Que podamos ofrecer sacrificios de alabanza que confiesan el nombre de Jesús, el anhelo por conocerle, las virtudes de un Dios vivo, lo que Él hizo y lo que Él ha hecho. Esto también lo podemos ver en los Salmos, las oraciones cantadas donde expresan el momento, situación o alegría que los Salmistas están pasando acompañado de música.

La segunda parte del versículo nos enseña que ese sacrificio es fruto de una constante reverencia al nombre de Jesús, mostrando y exaltándolo como se le menciona en diferentes ocasiones, que él es el Príncipe de Paz, Rey de Justicia, el Salvador, el Cristo, Rey de Reyes, Señor de Señores, el Alpha y el Omega, el Principio y el Fin. No es que pasemos todo el tiempo diciendo esto, pero que dentro de nuestro día podamos invocar Zu nombre. Otro versículo dice: “Del corazón habla la boca”, en pocas palabras el reflejo de nuestro corazón es lo que decimos y cómo lo decimos, e inclusive podemos escuchar a quien realmente estamos sirviendo con el simple hecho de hablar o decir algunas palabras o conversando con alguien.

En conclusión, este versículo dentro de nuestro tema principal que es “el corazón de la adoración”, nos enseña que se trata totalmente de Dios, y que en la canción, el verso, o lo que hagamos, siempre podamos pensar en Dios, y en cómo agradarle, ofreciendo sacrificios de alabanza que confiesan Su nombre.

Me gustaría animarte a terminar con una oración pidiéndole al Señor que te enseñe a ver cómo puedes seguir ofreciendo sacrificios de alabanza.