Desvíos DivinosMuestra

Extrañando el Pasado

Cuando leemos la historia de Israel nos sorprendemos la cantidad de veces que se rebelaron contra Dios y así prolongaban su tiempo en el desierto. Muchas veces podemos decir: Pero, ¿cómo podían ser tan rebeldes? ¡Siendo que nosotros muchas veces somos iguales! Venimos hablando sobre los desvíos inesperados y los cambios de planes que suceden a diario en nuestras vidas. Esto mismo le sucedió al pueblo de Israel. En una ocasión, vemos en Números 20:2: “No quiso, pues, Edom dejar pasar a Israel por su territorio, y se desvió Israel de él”. Este desvío fue imprevisto y cambió los planes de Israel.

A veces lo mejor que nos puede suceder es que Dios interrumpa nuestra agenda y la cambie por completo.

El camino de desvío de Edom se hizo largo y tedioso. La impaciencia del pueblo de Israel los llevó a quejarse y hablar en contra de Dios y Moisés. El problema de Israel no era la queja o la impaciencia, sino que su corazón seguía en Egipto, aún no habían dejado de mirar atrás y su confianza seguía en su pasado.

“A veces lo que no nos permite crecer y madurar espiritualmente y confiar en Dios es que aún no hemos dejado de mirar hacia atrás”.

Esto siempre nos llevará a quejarnos y desanimarnos cuando la vida toma un giro imprevisto.

Como el pueblo de Israel, cada vez que la situación se ponía complicada, empezaban a extrañar Egipto y su pasado. Esto era lo que no les permitía avanzar hacia adelante. Israel salió en un día de Egipto, pero tardó 40 años en quitar a Egipto de Israel. Mira hacia adelante y suelta el pasado que quiere esclavizarte. Aquella relación, aquel trabajo, aquella persona o aquel país, y mira hacia lo que Dios te está prometiendo.

Haz conmigo esta oración: Dios, te pido que quites de mi corazón el Egipto que hay en mí, ayúdame a dejar de mirar atrás y empezar a mirar hacia lo que tú tienes para mi vida. Mi futuro está en Tus manos. En el nombre de Jesús, amén.