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La Mente De Cristo

Aguas Violentas

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Domando La Lengua: La Batalla Interior Que Define Tu Exterior

Devocional Septiembre "Lámpara a mis pies"

¿Está Cristo Dividido?

Biblia Reina Valera 1960

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 <div class="book bkISA">
 <div class="chapter ch26" data-usfm="ISA.26">
 <div class="label">26</div><div class="s">C&#225;ntico de confianza en la protecci&#243;n de Jehov&#225;</div><div class="p"> 1En aquel d&#237;a cantar&#225;n este c&#225;ntico en tierra de Jud&#225;: Fuerte ciudad tenemos; salvaci&#243;n puso Dios por muros y antemuro. 2Abrid las puertas, y entrar&#225; la gente justa, guardadora de verdades. 3T&#250; guardar&#225;s en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. 4Confiad en Jehov&#225; perpetuamente, porque en Jehov&#225; el Se&#241;or est&#225; la fortaleza de los siglos. 5Porque derrib&#243; a los que moraban en lugar sublime; humill&#243; a la ciudad exaltada, la humill&#243; hasta la tierra, la derrib&#243; hasta el polvo. 6La hollar&#225; pie, los pies del afligido, los pasos de los menesterosos.</div><div class="p"> 7El camino del justo es rectitud; t&#250;, que eres recto, pesas el camino del justo. 8Tambi&#233;n en el camino de tus juicios, oh Jehov&#225;, te hemos esperado; tu nombre y tu memoria son el deseo de nuestra alma. 9Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el esp&#237;ritu dentro de m&#237;, madrugar&#233; a buscarte; porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia. 10Se mostrar&#225; piedad al malvado, y no aprender&#225; justicia; en tierra de rectitud har&#225; iniquidad, y no mirar&#225; a la majestad de Jehov&#225;. 11Jehov&#225;, tu mano est&#225; alzada, pero ellos no ven; ver&#225;n al fin, y se avergonzar&#225;n los que envidian a tu pueblo; y a tus enemigos fuego los consumir&#225;.#He. 10.27. 12Jehov&#225;, t&#250; nos dar&#225;s paz, porque tambi&#233;n hiciste en nosotros todas nuestras obras. 13Jehov&#225; Dios nuestro, otros se&#241;ores fuera de ti se han ense&#241;oreado de nosotros; pero en ti solamente nos acordaremos de tu nombre. 14Muertos son, no vivir&#225;n; han fallecido, no resucitar&#225;n; porque los castigaste, y destruiste y deshiciste todo su recuerdo. 15Aumentaste el pueblo, oh Jehov&#225;, aumentaste el pueblo; te hiciste glorioso; ensanchaste todos los confines de la tierra.</div><div class="p"> 16Jehov&#225;, en la tribulaci&#243;n te buscaron; derramaron oraci&#243;n cuando los castigaste. 17Como la mujer encinta cuando se acerca el alumbramiento gime y da gritos en sus dolores, as&#237; hemos sido delante de ti, oh Jehov&#225;. 18Concebimos, tuvimos dolores de parto, dimos a luz viento; ninguna liberaci&#243;n hicimos en la tierra, ni cayeron los moradores del mundo. 19Tus muertos vivir&#225;n; sus cad&#225;veres resucitar&#225;n. &#161;Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu roc&#237;o es cual roc&#237;o de hortalizas, y la tierra dar&#225; sus muertos.</div><div class="p"> 20Anda, pueblo m&#237;o, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; esc&#243;ndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignaci&#243;n. 21Porque he aqu&#237; que Jehov&#225; sale de su lugar para castigar al morador de la tierra por su maldad contra &#233;l; y la tierra descubrir&#225; la sangre derramada sobre ella, y no encubrir&#225; ya m&#225;s a sus muertos.</div>
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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

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 <div class="book bkISA">
 <div class="chapter ch27" data-usfm="ISA.27">
 <div class="label">27</div><div class="s">Liberaci&#243;n y regreso de Israel</div><div class="p"> 1En aquel d&#237;a Jehov&#225; castigar&#225; con su espada dura, grande y fuerte al leviat&#225;n#Job 41.1; Sal. 74.14; 104.26. serpiente veloz, y al leviat&#225;n serpiente tortuosa; y matar&#225; al drag&#243;n que est&#225; en el mar.</div><div class="p"> 2En aquel d&#237;a cantad acerca de la vi&#241;a del vino rojo. 3Yo Jehov&#225; la guardo, cada momento la regar&#233;; la guardar&#233; de noche y de d&#237;a, para que nadie la da&#241;e. 4No hay enojo en m&#237;. &#191;Qui&#233;n pondr&#225; contra m&#237; en batalla espinos y cardos? Yo los hollar&#233;, los quemar&#233; a una. 5&#191;O forzar&#225; alguien mi fortaleza? Haga conmigo paz; s&#237;, haga paz conmigo.</div><div class="p"> 6D&#237;as vendr&#225;n cuando Jacob echar&#225; ra&#237;ces, florecer&#225; y echar&#225; renuevos Israel, y la faz del mundo llenar&#225; de fruto. 7&#191;Acaso ha sido herido como quien lo hiri&#243;, o ha sido muerto como los que lo mataron? 8Con medida lo castigar&#225;s en sus v&#225;stagos. &#201;l los remueve con su recio viento en el d&#237;a del aire solano. 9De esta manera, pues, ser&#225; perdonada la iniquidad de Jacob, y este ser&#225; todo el fruto, la remoci&#243;n de su pecado; cuando haga todas las piedras del altar como piedras de cal desmenuzadas, y no se levanten los s&#237;mbolos de Asera ni las im&#225;genes del sol. 10Porque la ciudad fortificada ser&#225; desolada, la ciudad habitada ser&#225; abandonada y dejada como un desierto; all&#237; pastar&#225; el becerro, all&#237; tendr&#225; su majada, y acabar&#225; sus ramas. 11Cuando sus ramas se sequen, ser&#225;n quebradas; mujeres vendr&#225;n a encenderlas; porque aquel no es pueblo de entendimiento; por tanto, su Hacedor no tendr&#225; de &#233;l misericordia, ni se compadecer&#225; de &#233;l el que lo form&#243;.</div><div class="p"> 12Acontecer&#225; en aquel d&#237;a, que trillar&#225; Jehov&#225; desde el r&#237;o &#201;ufrates hasta el torrente de Egipto, y vosotros, hijos de Israel, ser&#233;is reunidos uno a uno. 13Acontecer&#225; tambi&#233;n en aquel d&#237;a, que se tocar&#225; con gran trompeta, y vendr&#225;n los que hab&#237;an sido esparcidos en la tierra de Asiria, y los que hab&#237;an sido desterrados a Egipto, y adorar&#225;n a Jehov&#225; en el monte santo, en Jerusal&#233;n.</div>
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 <div class="book bkISA">
 <div class="chapter ch28" data-usfm="ISA.28">
 <div class="label">28</div><div class="s">Condenaci&#243;n de Efra&#237;n</div><div class="p"> 1&#161;Ay de la corona de soberbia de los ebrios de Efra&#237;n, y de la flor caduca de la hermosura de su gloria, que est&#225; sobre la cabeza del valle f&#233;rtil de los aturdidos del vino! 2He aqu&#237;, Jehov&#225; tiene uno que es fuerte y poderoso; como turbi&#243;n de granizo y como torbellino trastornador, como &#237;mpetu de recias aguas que inundan, con fuerza derriba a tierra. 3Con los pies ser&#225; pisoteada la corona de soberbia de los ebrios de Efra&#237;n. 4Y ser&#225; la flor caduca de la hermosura de su gloria que est&#225; sobre la cabeza del valle f&#233;rtil, como la fruta temprana, la primera del verano, la cual, apenas la ve el que la mira, se la traga tan luego como la tiene a mano.</div><div class="p"> 5En aquel d&#237;a Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos ser&#225; por corona de gloria y diadema de hermosura al remanente de su pueblo; 6y por esp&#237;ritu de juicio al que se sienta en juicio, y por fuerzas a los que rechacen la batalla en la puerta.</div><div class="p"> 7Pero tambi&#233;n estos erraron con el vino, y con sidra se entontecieron; el sacerdote y el profeta erraron con sidra, fueron trastornados por el vino; se aturdieron con la sidra, erraron en la visi&#243;n, tropezaron en el juicio. 8Porque toda mesa est&#225; llena de v&#243;mito y suciedad, hasta no haber lugar limpio. 9&#191;A qui&#233;n se ense&#241;ar&#225; ciencia, o a qui&#233;n se har&#225; entender doctrina? &#191;A los destetados?, &#191;a los arrancados de los pechos? 10Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, rengl&#243;n tras rengl&#243;n, l&#237;nea sobre l&#237;nea, un poquito all&#237;, otro poquito all&#225;; 11porque en lengua de tartamudos, y en extra&#241;a lengua hablar&#225; a este pueblo, 12a los cuales &#233;l dijo: Este es el reposo; dad reposo al cansado; y este es el refrigerio; mas no quisieron o&#237;r.#1 Co. 14.21. 13La palabra, pues, de Jehov&#225; les ser&#225; mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, rengl&#243;n tras rengl&#243;n, l&#237;nea sobre l&#237;nea, un poquito all&#237;, otro poquito all&#225;; hasta que vayan y caigan de espaldas, y sean quebrantados, enlazados y presos.</div><div class="s">Amonestaci&#243;n a Jerusal&#233;n</div><div class="p"> 14Por tanto, varones burladores que gobern&#225;is a este pueblo que est&#225; en Jerusal&#233;n, o&#237;d la palabra de Jehov&#225;. 15Por cuanto hab&#233;is dicho: Pacto tenemos hecho con la muerte, e hicimos convenio con el Seol; cuando pase el turbi&#243;n del azote, no llegar&#225; a nosotros, porque hemos puesto nuestro refugio en la mentira, y en la falsedad nos esconderemos; 16por tanto, Jehov&#225; el Se&#241;or dice as&#237;: He aqu&#237; que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure.#Ro. 9.33; 10.11; 1 P. 2.6. 17Y ajustar&#233; el juicio a cordel, y a nivel la justicia; y granizo barrer&#225; el refugio de la mentira, y aguas arrollar&#225;n el escondrijo. 18Y ser&#225; anulado vuestro pacto con la muerte, y vuestro convenio con el Seol no ser&#225; firme; cuando pase el turbi&#243;n del azote, ser&#233;is de &#233;l pisoteados. 19Luego que comience a pasar, &#233;l os arrebatar&#225;; porque de ma&#241;ana en ma&#241;ana pasar&#225;, de d&#237;a y de noche; y ser&#225; ciertamente espanto el entender lo o&#237;do. 20La cama ser&#225; corta para poder estirarse, y la manta estrecha para poder envolverse. 21Porque Jehov&#225; se levantar&#225; como en el monte Perazim,#2 S. 5.20; 1 Cr. 14.11. como en el valle de Gaba&#243;n#Jos. 10.10-12. se enojar&#225;; para hacer su obra, su extra&#241;a obra, y para hacer su operaci&#243;n, su extra&#241;a operaci&#243;n. 22Ahora, pues, no os burl&#233;is, para que no se aprieten m&#225;s vuestras ataduras; porque destrucci&#243;n ya determinada sobre toda la tierra he o&#237;do del Se&#241;or, Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos.</div><div class="p"> 23Estad atentos, y o&#237;d mi voz; atended, y o&#237;d mi dicho. 24El que ara para sembrar, &#191;arar&#225; todo el d&#237;a? &#191;Romper&#225; y quebrar&#225; los terrones de la tierra? 25Cuando ha igualado su superficie, &#191;no derrama el eneldo, siembra el comino, pone el trigo en hileras, y la cebada en el lugar se&#241;alado, y la avena en su borde apropiado? 26Porque su Dios le instruye, y le ense&#241;a lo recto; 27que el eneldo no se trilla con trillo, ni sobre el comino se pasa rueda de carreta; sino que con un palo se sacude el eneldo, y el comino con una vara. 28El grano se trilla; pero no lo trillar&#225; para siempre, ni lo comprime con la rueda de su carreta, ni lo quebranta con los dientes de su trillo. 29Tambi&#233;n esto sali&#243; de Jehov&#225; de los ej&#233;rcitos, para hacer maravilloso el consejo y engrandecer la sabidur&#237;a.</div>
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