¿Cómo ayudar a las personas víctimas de abuso y a los abusadores?Muestra

Ayudar a los abusadores con la gracia.

Hace poco, 159 miembros de nuestra iglesia completaron una encuesta para ayudarme a preparar una serie de mensajes sobre el abuso y uno de los temas que surgió repetidamente fue la idea de la gracia. Si bien nuestra familia de la iglesia reconoció la necesidad de arrepentimiento, límites bien definidos y verdaderas consecuencias, no querían actuar como si la gracia no aplicara a los abusadores.

Dios estaría de acuerdo. Solo un versículo después de hablar de la opresión y el abuso, el profeta Isaías escribió: «Si sus pecados son como la grana, se pondrán blancos como la nieve. Si son rojos como el carmesí, se pondrán blancos como la lana» (Isaías 1:18). Sí, el abuso es un pecado que nos mancha de maneras que no podemos lavar. Pero Dios puede lavarnos. Jesús fue maltratado en una cruz para que incluso los abusadores pudieran ser salvos. Para que usted pudiera acudir a él con todas las consecuencias y no ser condenado (Romanos 8:1). Para que Dios mismo pueda mirarte y ver a alguien que le da alegría, alguien que ha sido rescatado por Jesús.

Hace dos mil años, nuestro Salvador eligió a Simón el zelote (un hombre asociado con un grupo violento de rebeldes judíos) y a Saulo de Tarso (un hombre religioso que lastimó a muchas personas) para que se arrepintieran y lo siguieran. Eso demuestra que la gracia no está reservada para las personas buenas.

Esa gracia también es para el abusador. Confiese sus pecados a Dios y a los demás y crea la buena noticia de que la gracia también es para los abusadores.