40 Días De RestauraciónMuestra

Semana 4: Restaura tu familia

CAMBIOS EN LA FAMILIA

¿Desea que cambie su esposa/so, su hijo, su padre, su suegra, su hermano?

Cuando conocemos a Cristo y nuestra vida es transformada nuestro deseo es que nuestra familia también lo conozca. En otras ocasiones nuestra familia ya es cristiana, pero hay aspectos que queremos que cambie... pero ¿Cómo podemos hacer para cambiar a nuestra familia?

Primero, renunciando a querer cambiarla nosotros. “Nosotros no podemos cambiar a nadie”. Cuando intentamos cambiar a otros: nos creamos falsas expectativas, nos desgastamos, nos frustramos y resignamos.

-Podemos mostrar amor incondicional, no significa aceptar y mostrar acuerdo, pero sí que amamos al otro por encima de todo.

-Podemos mejorar nuestra vida para poder ser un mejor ejemplo para ella.

-Podemos también orar con perseverancia por nuestra familia. La oración mueve el corazón de las personas. Para Dios no hay persona difícil, Él puede hacer la obra. No tenemos que resignarnos a pesar de que pase el tiempo.

-Podemos pronunciar palabras de bendición sobre ella. Nuestras palabras tienen poder. No usemos palabras que marcan una sentencia: “nunca vas a cambiar…” “siempre vas a ser así…”. Hablemos palabras de fe, esperanza y bendición sobre las personas.

-Podemos seguir el modelo bíblico de familia. Hacer docencia en los hogares mostrando el diseño de Dios para la familia.

-Podemos ser intencionales, proactivos, no esperando que otro organismo cumpla con nuestro rol como padres.

-Podemos ser ejemplos como esposos y padres dando evidencia de que con la ayuda de Dios y el esfuerzo mutuo la familia puede ser realmente un “dulce hogar”.

Para reflexionar: ¿Qué aspectos de mi vida debo mejorar para poder ser un mejor ejemplo para mi familia? ¿Estoy orando y bendiciendo regularmente a mi familia?