¿De Que Estas Hecho?Muestra

Confesión central: “Dios es mi Padre y me ama tal como soy, pero me ama demasiado para dejarme igual.”

Reflexión:

Una de las características del barro es que puedes moldearlo prácticamente de la forma que quieras y darle el aspecto que te guste. Y fue exactamente eso lo que hizo Dios con nosotros: nos tomó desde lo más humilde y miserable, el polvo de la tierra nos hizo a su imagen y semejanza y además nos impartió su Espíritu y eternidad en nuestros corazones, según nos cuenta Eclesiastés 3:11. Únicos entre todo lo creado.

Nuestro diseño es tan complejo, profundo y tiene un propósito tan grande y glorioso, que necesitó hacerse de un material como el lodo que tiene la posibilidad de ser modificable en la medida que fuéramos progresando en nuestro avance en esta ruta espiritual. De este modo, Dios plantó a nuestros primeros padres en un huerto donde estaba el árbol de la vida, árbol del cual debían comer para recibir la Vida incorruptible; cosa que, como sabemos, no hicieron, eligieron tomar y comer del árbol equivocado, el de la ciencia del bien y del mal.

Así, la humanidad fue siendo moldeada por el pecado y la corrupción, la violencia y perversión de las tinieblas invadieron cada ámbito de la vida humana, hasta nuestros días. Esto fue posible debido a que satanás sabe que somos material moldeable y ajustable, que fácilmente cede frente a las presiones cual arcilla en las manos de un alfarero, que por naturaleza tenemos aguante frente a las presiones pero que tenemos un límite dónde nos rompemos en mil pedazos, cual frágil vaso de cristal que cae desde las manos.

No es que Dios se haya equivocado en algo, solo que aún no hemos terminado de ver la riqueza que hay en ser una simple vasija de barro en manos de nuestro Alfarero Celestial. Dios nos pensó y nos creó. Y nos ama tal y como somos, es una verdad; pero es tal su amor por nosotros, que sabe que nuestro diseño presente no es ni siquiera una pizca de cómo Él realmente nos pensó en la eternidad.

Hoy, somos unas vasijas horribles. Feas. Quizás muchos de nosotros incluso ya nos hemos hasta auto descalificado para seguir avanzando en la vida porque nos hemos expuesto más de una vez frente a distintos “alfareros”, alguien que haga algo bueno con nosotros; pero al parecer nada ha resultado, y si ha habido frutos, parece ser una ilusión porque terminamos enfrascados en los mismos problemas de siempre.

¡Miserable de mí, quién me librará de este cuerpo de muerte! Ese era el grito desgarrador del apóstol Pablo, que al término del capítulo 7 del libro de romanos nos muestra, frustrado, el conflicto en su interior de la ley del pecado y la ley del Espíritu que le impedía fluir como el quería. Pero luego añade algo importante: ¡Gracias a Dios, la respuesta está en Jesucristo nuestro Señor! (versículo 29 NTV) Amada vasija, toda la ruta recorrida hasta este punto de tu vida, no es más que el proceso por el cual Dios se está formando en tu interior y que está desgarrando todo tu mundo, tanto internamente como externamente, con el único propósito de formar a Su Hijo en ti.

Parece cruel eso, proviniendo de un Buen Padre, pero es lo mejor que nos puede suceder. Es un buen día para renunciar a querer seguir cambiando por nuestra propia cuenta, a querer seguir “avanzando” según nuestra perspectiva. Necesitamos exponernos ante el Alfarero, nuestro Padre Eterno, para que Él mismo nos devuelva la real imagen, que fue robada por el mundo, el pecado, las circunstancias o incluso debido a nuestra propia responsabilidad.

Eres una vasija para ser moldeada por Dios. Estas destinado a ser todo lo que Dios dice de ti. Estás diseñado para ser todo lo que Dios dijo que serías. Estás destinado a vivir todo lo que Dios pensó para ti. ¡Lee bien esto! Pensado para vivir lo que Dios dijo, no lo que las noticias te informan hoy.

El proceso es el camino, Cristo nuestra meta. Tenemos un destino de gloria por delante. El se ha prometido a sí mismo completar la Buena Obra que comenzó en nosotros. Mantén la Esperanza, Dios no se ha olvidado de nosotros.