Maternidad Con PropósitoMuestra

Reconociendo

Dios trabaja en nuestras imperfecciones y debilidades. Para que su obra continúe en mi vida y no se vea estancada tengo que escoger el -RECONOCER-.

Reconocer que sufro de autosuficiencia cuando no puedo hacerlo por mi misma.

Reconocer que debo perdonar más rápidamente, entendiendo que muchas veces voy a tener que perder para ganar.

Reconocer que la prudencia es fundamental para la sabiduría.

Para ello debo pensar antes de hablar y otras veces callar. Reconocer que necesito y dependo totalmente de Dios para crecer, madurar y ser plena en Él. Entonces tengo que buscar vivir conforme a Su voluntad, y no la mía.

En gran parte nuestros hijos reconocerán al Dios que queremos que conozcan a través de la versión que nosotras les mostramos.

Ora con fervor rindiendo tu carácter, tu inmadurez, tus ansiedades y tu necesidad total de Su presencia en tu vida.

El pondrá el deseo en tu corazón de conocerle más, parecerlo y amarlo más para que tus hijos lo reconozcan en ti.

Reconoce tu profunda necesidad de Dios para ser la mamá que tus hijos necesitan que seas.

Cultiva tu relación con Él, predispone tu corazón para ser enseñable y correr a los brazos de nuestro Padre Celestial cada vez que lo necesites. Te encontrarás con el amor que se va perfeccionando en ti.

En Sus brazos puedes liberar toda tu vulnerabilidad, Él es tu más fiel ayudador.