El Fruto Del Espíritu Santo

A la Palabra

Jesús: El Hombre Perfecto

La Mente De Cristo

"Un Encuentro Real Con El Espíritu Santo: Del Anhelo a La Llenura Transformadora"

Fruto, raíz y corazón: Lo que llevas dentro sale afuera

Cuando El Propósito Es Probado

Cuando Dios Dice: "Todavía No"

Listo Para Servir

Los Lenguajes Del Amor Para Matrimonios

Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

Biblia Reina Valera 1960

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 <div class="book bkACT">
 <div class="chapter ch22" data-usfm="ACT.22.1+ACT.22.2+ACT.22.3+ACT.22.4+ACT.22.5+ACT.22.6+ACT.22.7+ACT.22.8+ACT.22.9+ACT.22.10+ACT.22.11+ACT.22.12+ACT.22.13+ACT.22.14+ACT.22.15+ACT.22.16+ACT.22.17+ACT.22.18+ACT.22.19+ACT.22.20+ACT.22.21+ACT.22.22+ACT.22.23">
 <div class="p">1Varones hermanos y padres, o&#237;d ahora mi defensa ante vosotros.</div><div class="p"> 2Y al o&#237;r que les hablaba en lengua hebrea, guardaron m&#225;s silencio. Y &#233;l les dijo:</div><div class="p"> 3Yo de cierto soy jud&#237;o, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad, instruido a los pies de Gamaliel,#Hch. 5.34-39. estrictamente conforme a la ley de nuestros padres, celoso de Dios, como hoy lo sois todos vosotros. 4Persegu&#237;a yo este Camino hasta la muerte, prendiendo y entregando en c&#225;rceles a hombres y mujeres; 5como el sumo sacerdote tambi&#233;n me es testigo, y todos los ancianos, de quienes tambi&#233;n recib&#237; cartas para los hermanos, y fui a Damasco para traer presos a Jerusal&#233;n tambi&#233;n a los que estuviesen all&#237;, para que fuesen castigados.#Hch. 8.3; 26.9-11.</div><div class="s">Pablo relata su conversi&#243;n</div><div class="r">(Hch. 9.1-19; 26.12-18)</div><div class="p"> 6Pero aconteci&#243; que yendo yo, al llegar cerca de Damasco, como a mediod&#237;a, de repente me rode&#243; mucha luz del cielo; 7y ca&#237; al suelo, y o&#237; una voz que me dec&#237;a: Saulo, Saulo, &#191;por qu&#233; me persigues? 8Yo entonces respond&#237;: &#191;Qui&#233;n eres, Se&#241;or? Y me dijo: Yo soy Jes&#250;s de Nazaret, a quien t&#250; persigues. 9Y los que estaban conmigo vieron a la verdad la luz, y se espantaron; pero no entendieron la voz del que hablaba conmigo. 10Y dije: &#191;Qu&#233; har&#233;, Se&#241;or? Y el Se&#241;or me dijo: Lev&#225;ntate, y ve a Damasco, y all&#237; se te dir&#225; todo lo que est&#225; ordenado que hagas. 11Y como yo no ve&#237;a a causa de la gloria de la luz, llevado de la mano por los que estaban conmigo, llegu&#233; a Damasco.</div><div class="p"> 12Entonces uno llamado Anan&#237;as, var&#243;n piadoso seg&#250;n la ley, que ten&#237;a buen testimonio de todos los jud&#237;os que all&#237; moraban, 13vino a m&#237;, y acerc&#225;ndose, me dijo: Hermano Saulo, recibe la vista. Y yo en aquella misma hora recobr&#233; la vista y lo mir&#233;. 14Y &#233;l dijo: El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de su boca. 15Porque ser&#225;s testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y o&#237;do. 16Ahora, pues, &#191;por qu&#233; te detienes? Lev&#225;ntate y baut&#237;zate, y lava tus pecados, invocando su nombre.</div><div class="s">Pablo es enviado a los gentiles</div><div class="p"> 17Y me aconteci&#243;, vuelto a Jerusal&#233;n, que orando en el templo me sobrevino un &#233;xtasis. 18Y le vi que me dec&#237;a: Date prisa, y sal prontamente de Jerusal&#233;n; porque no recibir&#225;n tu testimonio acerca de m&#237;. 19Yo dije: Se&#241;or, ellos saben que yo encarcelaba y azotaba en todas las sinagogas a los que cre&#237;an en ti; 20y cuando se derramaba la sangre de Esteban tu testigo, yo mismo tambi&#233;n estaba presente, y consent&#237;a en su muerte, y guardaba las ropas de los que le mataban.#Hch. 7.58. 21Pero me dijo: Ve, porque yo te enviar&#233; lejos a los gentiles.</div><div class="s">Pablo en manos del tribuno</div><div class="p"> 22Y le oyeron hasta esta palabra; entonces alzaron la voz, diciendo: Quita de la tierra a tal hombre, porque no conviene que viva. 23Y como ellos gritaban y arrojaban sus ropas y lanzaban polvo al aire, </div>
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