El Punto PrincipalMuestra

Escrito por Amelia, 14 años, de Alpharetta, Georgia, EE. UU.

Cuando estaba en sexto grado, mi amiga no se portaba bien con los demás. Desobedecía a los profesores, hablaba mal de los demás y se metía en problemas. En ese momento, sentí que tenía que ser su amiga. Quería caerle bien. De hecho, esto se convirtió en algo que eventualmente se interpuso en mi relación con Dios. Estaba buscando su aprobación en lugar de la de Dios.

¿También te ha pasado eso alguna vez? Creo que todos nos hemos encontrado tratando de agradar a alguien más en lugar de enfocarnos en lo que Dios piensa de nosotros.

Así que decidí realmente escuchar a Dios, y en medio de eso, Dios me recordó que necesitaba enfocarme en la aprobación de Dios en lugar de en la aprobación de los demás. Sabía que si me centraba en Dios en lugar de en conseguir agradar a mi amiga, podría vivir la vida que Dios había planeado para mí. Aprendí que la aprobación de Dios era lo más importante.

Así que hoy, mantén tu enfoque en Dios. ¿Y cómo conviertes a Dios en tu centro de atención? ¡Existen muchas maneras! Ve a la iglesia, habla de Dios con otras personas, lee la Biblia, ora, escucha música de alabanza o da un paseo por la creación de Dios. Prueba una de estas cosas hoy, y mientras lo haces, recuerda que la aprobación de Dios es lo que más importa.