Levantando Los Brazos Del PastorMuestra

Levantando Los Brazos Del Pastor

Cuando veas que el pastor que te enseña y te instruye en la Palabra y la voluntad de nuestro Padre, está siendo atacado, atribulado, probado o afligido; dobla rodilla por él, ve a la presencia del Señor y clama en favor de él y de su familia; batalla en oración y ruego en favor del pastor y de su hogar para que en medio del sufrimiento, su fe no desfallezca, su corazón sea guardado y los pensamientos cautivos sean sometidos en obediencia a Cristo Jesús.

No mires a tu pastor con ojos acusadores, no lo señales, menos si está atravesando un valle de sombra; ayúdalo, tal vez no cuentas con muchos recursos que pueda estar necesitando para sobrellevar con él y con su familia las posibles cargas que están llevando; sin embargo, con el hecho de que ores y clames por ellos, con la disposición que tengas para apoyarlos en lo que sí puedes servirles y con el amor que les expreses guardándolos en lealtad y respeto en esos difíciles momentos, estás levantando sus brazos, levantando los brazos del pastor para que como Moisés, cuando Aarón y Ur, alzaron sus bazos en medio de la batalla para que no desfalleciera y de esta manera pudieran vencer a sus enemigos, ni el pastor ni los suyos, vayan a ser derrotados ni por su carne, ni por el mundo ni por el príncipe de este mundo o sus demonios.

Fortalece tus brazos con ejercicio espiritual, carga la espada del Espíritu en todo tiempo para que puedas usarla no sólo en tu favor sino también en favor de aquellos hermanos que hay a tu alrededor; empezando por tu familia y por la familia que Dios ha delegado como ministros de la Congregación en la que Dios te ha plantado para que avances sus propósitos.

No olvides que el enemigo va a apuntar siempre a la cabeza para intentar debilitar el cuerpo, él hará todo lo posible por derrotar a los pastores y líderes ministeriales de una congregación, a fin de debilitar y hacer desfallecer a los congregantes y de esta manera traer tropiezo en la voluntad que Dios ha establecido para ellos. Mientras más aferrados a la Palabra, mientras más firmes en Jesús; más fuertes vamos a ser para vencer cualquier embate que pretenda destruirnos, nuestro deber es batallar en unidad.