La Importancia de la OraciónMuestra

Semana 6 - Día 5

Orando por Ti misma

Lectura: Salmos 91:1–4; 103:1–5

DEVOCIONAL: Salmos 103:1–5

Bendice, alma mía, al Señor, y bendiga todo mi ser su santo nombre.Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus maldades, el que sana todas tus dolencias, el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias, el que sacia de bien tu boca, de modo que te rejuvenezcas como el águila..

A veces, la persona por la que es más difícil orar puede ser nosotras mismas.Conocemos nuestras necesidades, pero nos resulta difícil confiar en Dios si Él responde de manera diferente a lo que esperábamos.Si bien a veces puede ser más fácil ver la mano de Dios en la vida de nuestros seres queridos, a menudo extrañamos Su bondad en nuestras propias circunstancias.

Hemos aprendido mucho en este estudio sobre la importancia de la oración.Hemos visto cómo podemos acercarnos al trono de la gracia con gran confianza y valor, sabiendo que Jesús va delante nuestro e intercede por nosotras.Cuando elevamos nuestras propias peticiones en oración, podemos estar seguros de que Él está intercediendo por nosotras.

Orar por nosotrasmismas incluye remembranza.En el Salmo 103, David se recordó a sí mismo la bondad de Dios.Cuando elevamos nuestras peticiones a Dios, debemos hacerlo con un corazón de gratitud y alabanza.David recordó el perdón de Dios, su poder sanador, su liberación, su amor leal y la forma en que lo satisfizo con cosas buenas.

Hoy, mientras oras por usted mismo, ora no solo por las cosas que necesitas, sino también para que tu corazón se transforme en Su presencia.La oración no es solo cómo presentamos nuestras peticiones al Padre, sino también cómo crecemos en nuestra relación con Dios.¡Acércate hoy al trono de la gracia con valentía y alábalo por lo que ha hecho!

Oración

Señor, tu eres mi amparo y fortaleza. Te alabo con mi alma. No olvidaré tus bondades. Tu eres quien perdona todos mis pescados y coronas mi vida con tu amor leal y compasión.Con todo lo que hay dentro de mí, alabo tu santo nombre.Amén.