Reconstruyendo un Matrimonio Mejor que NuevoMuestra

Los matrimonios necesitan honestidad. Honestidad sin límites. Externamente, tenemos este odio extremo por el engaño, pero si hacemos una autopsia de nosotros mismos, descubrimos una capa completa de engaño que hasta cierto punto nos parece aceptable. Generalmente, la mayoría de las personas tienen toda una lista de mentiras que no consideran incorrectas y por otro lado una lista de engaños que están absolutamente mal. Decimos verdades a medias y exageramos hasta que nuestra historia nos hace ver como un héroe. Pero la verdad es que no hay diferencia en ninguna de estas cosas. Una mentira es una mentira. No importa que tan blanca o pequeña sea.

Dios es muy claro en la Escritura acerca de su sentir hacia la mentira. En el pasaje de Proverbios dice que hay siete cosas que él aborrece. De estas siete cosas que Dios aborrece, dos de ellas tienen que ver con la mentira. ¡Es el 29 por ciento! Es mejor que pongamos mucha atención a lo que decimos y nos aseguremos de que es honesto.

El amor de Dios por nosotros nunca falla. Somos su gente. Él desea más para nosotros que lo que los humanos pueden siquiera imaginar. Pero eso no significa que podemos abaratar la gracia mintiendo, sabiendo que Dios nos perdonará. Ciertamente Él nos perdonará. Pero aun así debemos elegir ser personas que dicen la verdad. Si no somos cuidadosos, una mentira nos puede llevar a otra. Y a otra. Y a otra. Y antes de que nos demos cuenta de la red que hemos hecho, estaremos viviendo una vida engañosa y no podremos decir qué es real y qué es inventado.

Cuando escoges dar vuelta a la hoja viviendo una vida de honestidad, Dios enviará su gentil convicción sobre ti. La culpa no viene de Dios. Viene directamente de Satanás, y virtualmente te paraliza. La convicción, por otro lado, es del Espíritu Santo, y te motiva a cambiar.

Los caminos de Dios son perfectos. Así como Él es verdad y habla verdad, Él quiere que tú también seas una persona de verdad. Y no se detendrá ante nada para ayudarte a triunfar en construir un carácter fuerte y que así tu matrimonio pueda resistir las batallas que vendrán. No te rindas.

Para reflexionar: Piensa en una mentira que hayas dicho. ¿Por qué la dijiste? Reproduce la escena en tu mente si hubieras elegido hablar la verdad en amor.