La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022Muestra

Ansioso

Fuiste creado para una relación íntima con Dios, Jesús vino a hacerlo posible. A veces me distraigo de esta relación y me encuentro atrapado en otras cosas; incluso mi *trabajo* para Dios puede distraerme de una relación *con* Él. En otras ocasiones, anhelo y ansío tener la presencia de Dios, Su misericordia y Su gracia. Cuando nos encontramos en momentos en los que lo ansiamos desesperadamente, nada excepto la presencia de Dios satisface ese anhelo.

Salmos 139:17-24

1. Ansiando los pensamientos de Dios

Es una bendición extraordinaria poder levantarse cada mañana y saber que Dios está contigo y que quiere hablar contigo. «Cuando despierto, ¡todavía estás conmigo!» (v.18, NTV). Es por esto que amo leer la Biblia lo primero en la mañana. Ansío conocer los pensamientos de Dios.

David ansía a Dios. Quiere conocer los pensamientos de Dios: «¡Cuán preciosos, oh Dios, me son tus pensamientos! ¡Cuán inmensa es la suma de ellos! Si me propusiera contarlos, sumarían más que los granos de arena. Y, si terminara de hacerlo, aún estaría a tu lado» (v. 17-18).

David también ansía no ofender a Dios de ninguna manera:

«Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón;

ponme a prueba y sondea mis pensamientos.

Fíjate si voy por mal camino,

y guíame por el camino eterno» (vv.23-24).

Señor, oro porque me lleves a Tu presencia y me acerques a Ti.

Judas 1:1-25

2. Ansiando la verdad de Dios

Recientemente, me he encontrado con una secta surcoreana peligrosa y engañosa llamada Shincheonji que está tratando de infiltrarse secretamente en iglesias por todo el mundo. Estos falsos maestros invitan a los jóvenes a un «estudio bíblico», para descarriarlos y enseñarlos a engañar a otras personas.

Judas ansía que sus lectores se aferren a la verdad de Dios y no sean descarriados por las falsas enseñanzas: «Ahora siento la necesidad de hacerlo [escribirlos] para rogarles que sigan luchando vigorosamente por la fe encomendada una vez por todas a los santos» (v.3).

Judas anima a sus lectores a permanecer en la enseñanza que recibieron originalmente y a «luchar por la fe» (v.3). La verdad es algo que realmente importa; y esta te ha sido confiada (v.3). Debes luchar por la verdad, contra los falsos maestros y las falsas enseñanzas. ¿Por qué?

Primero, porque sabemos que el juicio de Dios recae sobre ellos, y eso es algo serio (vv.5-10). Segundo, porque sabemos el daño que pueden hacer, lo cual también es serio (vv.11–16): «Estos son los que causan divisiones y se dejan llevar por sus propios instintos» (v.19).

Judas da una descripción de las características de los falsos maestros y las falsas enseñanzas. Típicamente, las sectas desarrollarán al menos alguna de las siguientes:

1. Son engañosas. «Se han infiltrado entre ustedes» (v.4)


2. Rechazan la autoridad. Quieren reemplazar la «gracia pura» por la «licencia pura» (v.4, MSG)


3. Niegan a Jesucristo «como nuestro único Maestro» (v.4, MSG)


4. Miran con altivez y «ponen mala cara a todo lo que no pueden comprender» (v.10, MSG)


5. Hacen «todo lo que les apetece» (v.10, MSG)


6. Son inmorales: «Están de parranda sin vergüenza alguna» (v.12, MSG)


7. Murmuran, se quejan y encuentran defectos (v.16)


8. Se quedan con «la mayor parte del pastel» (v.16, MSG)


9. Son ambiciosos «lo que haga falta para sacar ventaja» (v.16, MSG).

El pueblo de Dios es animado a anhelar la verdad de Dios. El principio y el final de la epístola habla de una intimidad con Dios y de cómo vivir como aquellos que ansían la verdad de Dios.

Me encanta la manera en la que Judas comienza su carta. Se ve a sí mismo como un «siervo de Jesucristo» (v.1). No hay llamado más alto o trabajo más liberador que ver cada día como una oportunidad para servir a Jesucristo.

Después de esto, les da seguridad a sus lectores de que están «llamados» y son «amados» por Dios Padre «y guardados por Jesucristo» (v.1). Esto es verdad para cada cristiano. Lo que quiere para sus lectores es «misericordia», «paz» y «amor en abundancia» (v.2). Si estos fueran los únicos versículos que tuviéramos de toda la Biblia, podríamos meditarlos por el resto de nuestra vida.

Judas termina urgiéndoles a:

1. Estudiar la verdad «edificándose sobre la base de su santísima fe» (v.20).


2. Orar: «Orando en el Espíritu Santo» (v.20). El Espíritu Santo nos guiará hasta la verdad.


3. Permanecer cerca de Dios: «Manténganse en el amor de Dios» (v.21)


4. Ser misericordiosos: «Compadézcanse de los demás, pero tengan cuidado; aborrezcan hasta la ropa que haya sido contaminada por su cuerpo» (v.23)

Señor, ayúdanos a ansiar aferrarnos a Tu verdad y a luchar por la fe (v.3).

Zacarías 5:1-8:23

3. Ansiando la justicia y la bendición de Dios

Zacarías advierte del juicio de Dios y la necesidad de la justicia de Dios (capítulo 5). También hay aquí una gran esperanza pues el profeta prevé la reconstrucción del Templo y la restauración de la presencia de Dios en el corazón de su pueblo.

Josué el sumo sacerdote prefigura a Cristo. Tiene una corona en su cabeza (6:11) y se le llama «el Renuevo» (v.12). Él reconstruirá el Templo del Señor y será revestido de majestad, sentándose y juzgando en su trono (v.13). Como Melquisedec, en su persona combina la función real y la sacerdotal, las cuales se cumplen en última instancia en Jesús, el Rey de reyes (Apocalipsis 17:14) y Sumo Sacerdote nuestro (Hebreos 4:14).

Al igual que el pueblo de Dios en aquel entonces, estás llamado a obedecer las leyes y hacer posible la justicia para todos: «Así dice el Señor Todopoderoso: “Juzguen con verdadera justicia; muestren amor y compasión los unos por los otros. No opriman a las viudas ni a los huérfanos, ni a los extranjeros ni a los pobres. No maquinen el mal en su corazón los unos contra los otros”» (Zacarías 7:9-10).

Hay tanta pasión en el corazón de Dios que casi se podría decir que siente esta ansia en Su propio corazón: «Así dice el Señor Todopoderoso: “Siento grandes celos por Sión. Son tantos mis celos por ella que me llenan de furia” […]. “Regresaré a Sión, y habitaré en Jerusalén. Y Jerusalén será conocida como la Ciudad de la Verdad, y el monte del Señor Todopoderoso como el Monte de la Santidad”» (8:2-3).

El Señor Todopoderoso habla de un extraordinario futuro para el pueblo de Dios. Hay paz, armonía, prosperidad, gozo y verdad. Tanto para el pueblo de aquel entonces, como para nosotros ahora, algunas de estas bendiciones son para el ahora, y otras todavía no lo son. Dios dice: «Ya no trataré al remanente de este pueblo como lo hice en el pasado» (v.11), y «ahora he decidido hacerles bien a Jerusalén y a Judá. ¡Así que no tengan miedo!» (v.15).

Ahora, experimentas muchas bendiciones mediante tu conexión con Cristo, pero algunas de ellas solo las experimentarás en su medida plena en el futuro, en el nuevo cielo y la nueva tierra.

Pero, en el presente tenemos que trabajar para traer esta bendición a la existencia: «Judá e Israel, ¡no teman! Ustedes han sido entre las naciones objeto de maldición, pero yo los salvaré, y serán una bendición. ¡Cobren ánimo!» (v.13).

Por ejemplo, a Dios le importan todos sin acepción de edad. Nosotros también deberíamos preocuparnos por los jóvenes y los viejos: «Los ancianos y las ancianas volverán a sentarse en las calles de Jerusalén, cada uno con su bastón en la mano debido a su avanzada edad. Los niños y las niñas volverán a jugar en las calles de la ciudad» (vv.4-5).

De nuevo, a Dios le importa la verdad y la paz; así nosotros también debemos preocuparnos por estas cosas: «Lo que ustedes deben hacer es decirse la verdad, y juzgar en sus tribunales con la verdad y la justicia. ¡Eso trae la paz! No maquinen el mal contra su prójimo, ni sean dados al falso testimonio […]. Amen, pues, la verdad y la paz» (vv.16–19).

Por encima de todo, a Dios le importa que la mayor cantidad posible de gente experimente la bendición de Su presencia. Tienes que ser una bendición para aquellos que te rodean que no conocen todavía a Dios por medio de Jesucristo, así como ser alguien que apunte a Dios por medio de tus acciones y tus palabras. Cuando los demás vean la diferencia que Dios trae, se sentirán atraídos a Él. «Así dice el Señor Todopoderoso: “En aquellos días habrá mucha gente, de todo idioma y de toda nación, que tomará a un judío por el borde de su capa y le dirá: ¡Déjanos acompañarte! ¡Hemos sabido que Dios está con ustedes!”» (v.23).

Cuando ansías ser un canal del amor de Dios, de Su justicia y Su bendición, entonces los demás llegarán a conocer la presencia de Dios.

Señor, te ansiamos desesperadamente. Te pido que llenes Tu iglesia con Tu presencia. Ayúdanos a ser un lugar que ministra a los pobres y a los necesitados así como un lugar de verdad y de paz, donde la gente traiga a sus amigos y familiares porque han oído que «Dios está contigo».

Pippa Adds

Pippa añade

Salmo 139:23–24

«Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea mis pensamientos. Fíjate si voy por mal camino, y guíame por el camino eterno».

Dejemos a Dios examinar nuestros corazones pues podemos engañarnos a nosotros mismos. Dios lo sabe todo acerca de mi corazón. Tengo que entregárselo, ceder el control y permitirle que me guíe.

References

Notas:

Escritura marcada (MSG) es tomada de la traducción bíblica The Message, no está traducida al español, se parafrasea

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