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La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022

DÍA 177 DE 365

Tres cosas que Dios quiere darte



Corrie ten Boom y su hermana Betsie eran mujeres cristianas de mediana edad en Holanda cuando la Segunda Guerra Mundial irrumpió. Resolvieron esconder a los judíos que huían de los Nazis y así rescataron a muchos. Con el tiempo, fueron arrestadas y llevadas al campo de concentración de Ravensbrück donde Betsie murió. Corrie sobrevivió milagrosamente para ser testigo de la manera en la que Dios puede salvar, sanar y perdonar.

Cuando le preguntaban cómo prepararse para la persecución, solía contar una historia de su niñez:

«Cuando era una chiquilla le dije un día a mi padre: “Papá, temo que nunca seré lo suficientemente fuerte para ser mártir por Jesucristo”. Mi padre respondió: “Dime, cuando tomas un tren para ir a Ámsterdam, ¿cuándo te doy el dinero para el pasaje? ¿Con tres semanas de antelación?”. “No papi, me das el dinero para el ticket *justo antes* de que entremos en el tren”. “Eso es” —replicó mi padre— “y lo mismo pasa con la fuerza de Dios. Nuestro padre celestial sabe cuándo necesitarás la fuerza para ser mártir por Jesucristo. Te dará *todo lo que necesites justo a tiempo*”».

Salmos 78:9-16



1. Guía continua


Dios te dará toda la guía que necesites. Al seguir recapitulando la historia de Israel, el salmista se acuerda de cómo «de día los guio con una nube, y toda la noche con luz de fuego» (v.14). En otras palabras, Dios los guio continuamente.


Tú ,en quien el Espíritu Santo mora, no deberías esperar menos. Eres «guiado por el Espíritu de Dios» (Romanos 8:14); el Espíritu Santo te proveerá con toda la guía que necesites.


Dios también satisfará tu hambre espiritual: «En el desierto partió en dos las rocas, y les dio a beber torrentes de aguas; hizo que brotaran arroyos de la peña y que las aguas fluyeran como ríos» (Salmo 78:15–16). Jesús te promete que, por medio del Espíritu Santo, ríos de agua viva manarán de tu interior (Juan 7:38).



Señor, necesito muchísimo de Tu Espíritu Santo y Tu guía. Te pido que hoy me llenes con Tu Espíritu Santo y que los ríos de agua viva fluyan dentro de mí.


Hechos 17:1-21



2. Las buenas noticias


En un mundo que necesita desesperadamente de buenas noticias, Dios te ha provisto con un mensaje de buenas noticias. La palabra «evangelio» significa «buenas noticias», las «buenas nuevas de Jesús y de la resurrección» (v.18). Todo lo que necesitas está en Jesús. Todo se trata de Jesús.


Cada vez que des testimonio o hables sobre tu fe de cualquier otra manera, pregúntate «¿son buenas noticias?». Cada vez que predicamos tiene que ser una buena noticia; de lo contrario, no es el evangelio. Tu mensaje siempre debe ser de buenas noticias porque todo se trata de Jesús, su muerte y resurrección.


Dios te proveerá con las palabras apropiadas para cada ocasión. Tus palabras son poderosas y cambian vidas. Las buenas nuevas de Jesús son relevantes para todas las generaciones, culturas y situaciones de una manera dinámica. Las necesidades de la gente serán siempre las mismas. El mensaje del evangelio es siempre el mismo.



  • Explica las buenas noticias


Cuando Pablo fue a la sinagoga en Tesalónica, «basándose en las Escrituras, les explicaba y demostraba que era necesario que el Mesías padeciera y resucitara. Les enseñaba: «Este Jesús que les anuncio es el Mesías» (vv.2–3). Su cuidadosa explicación del evangelio dio como resultado que algunas personas «se convencieron» (v.4).


El hecho de que tu mensaje venga de Dios no impide que recibas críticas sin fundamento. El éxito de Pablo acarreó celos (v.5). Curiosamente, percibieron que Pablo ya tenía un impacto global: «¡Estos que han trastornado el mundo entero han venido también acá» (v.6b).



  • Estudia las buenas noticias


Dios dio a Pablo y a Silas las palabras justas para los bereanos, los cuales respondieron bien a lo que escucharon. Recibieron el mensaje con «toda avidez» y «todos los días examinaban las Escrituras para ver si era verdad lo que se les anunciaba» (v.11). Una vez más, el mensaje tuvo su fruto y muchos «creyeron» (v.12). Yo te animaría también a separar un tiempo cada día con regularidad para estudiar las Escrituras.


Una vez más, el éxito de Pablo y Silas conllevó la oposición. Algunos comenzaron a «agitar y alborotar a las multitudes» (v.13). No te sorprendas si te encuentras con agitadores y alborotadores hoy en día.



  • Razona las buenas noticias


Pablo siguió hasta Atenas. Los atenienses «se pasaban el tiempo sin hacer otra cosa más que escuchar y comentar las últimas novedades» (v.21). Les interesaba más lo que era nuevo que lo que era verdad.


Una vez más, Dios proveyó a Pablo con un mensaje adecuado para los atenienses. «Discutía en la sinagoga con los judíos y con los griegos que adoraban a Dios, y a diario hablaba en la plaza con los que se encontraban por allí» (v.17). Aquellas eran dos audiencias completamente diferentes.


Hablar a la primera de las audiencias habría sido como predicar en la iglesia. Hablar en una plaza de mercado habría sido más como hablar en el trabajo. Pero en esencia, el mensaje de Pablo parece que fue exactamente el mismo: «Les anunciaba las buenas nuevas de Jesús y de la resurrección» (v.18).



Señor, te pido que me des las palabras que necesito para las conversaciones que me esperan hoy. Te pido que des el mensaje, así como palabras que cambien vidas en mis conversaciones diarias y que sea guiado por el Espíritu.


1 Reyes 16:8-18:15



3. Necesidades materiales


Jesús nos enseñó a orar: «Danos hoy nuestro pan cotidiano» (Mateo 6:11; Lucas 11:3). Busca a Dios para que provea tus necesidades diarias. No te dará necesariamente todo lo que quieras pero ora para que te provea todo lo que necesites.


En una sociedad que continuaba pecando y dividiéndose en facciones (1 Reyes 16:8-34), Dios suscitó un profeta que habló con autoridad y poder.


El Nuevo Testamento nos cuenta que Elías era un «hombre con debilidades como las nuestras» (Santiago 5:17a). Aun así «con fervor oró que no lloviera, y no llovió sobre la tierra durante tres años y medio. Volvió a orar, y el cielo dio su lluvia y la tierra produjo sus frutos» (vv.17b–18).


La oración de Elías trajo problemas al mismo Elías. Pero Dios proveyó todas sus necesidades materiales. Inicialmente «Por la mañana y por la tarde los cuervos le llevaban pan y carne, y bebía agua del arroyo» (1 Reyes 17:6). Dios puede ser muy creativo a la hora de proveerte. Tu papel consiste en obedecerlo y confiar en que proveerá todas tus necesidades.


Cuando el arroyo se secó (v.7) el Señor le dijo: «Ve ahora a Sarepta de Sidón, y permanece allí. A una viuda de ese lugar le he ordenado darte de comer» (v.9). Cuando una puerta se cierra (el arroyo se secó) suele ser porque Dios está a punto de abrir otra puerta en tu vida. Estaba cambiando de lugar a Elías para que este pudiera ser la respuesta a la oración de otra persona necesitada de provisión.


La viuda fue puesta a prueba cuando Elías le pidió comida y le responde que ella y su hijo estaban a punto de comer su última comida y después morir. Elías le promete que si es generosa con lo que tiene, Dios proveerá todas sus necesidades. Le augura: «No se agotará la harina de la tinaja ni se acabará el aceite del jarro, hasta el día en que el Señor haga llover sobre la tierra» (v.14).


La viuda hizo exactamente lo que Elías pidió y sucedió exactamente como él predijo (vv.15–16). Aquella mujer demostró una gran fe; estaba preparada para dar todo lo que tenía, arriesgándolo todo y Dios suplió todas sus necesidades. Tuvieron suficiente, pero nunca de más. Siguieron siendo totalmente dependientes de Dios para proveer sus necesidades diarias. Si obedeces a Dios y das con generosidad, descubrirás que no puedes ganar a Dios en generosidad. Dios hará cosas sorprendentes por ti y por medio de ti.


Esto no significa que la vida será fácil. A pesar de su fe, tuvo que enfrentarse a más batallas venideras. Su hijo se enfermó y finalmente dejó de respirar (v.17). Elías ejercitó una fe enorme cuando clamó al Señor pidiendo por el niño que había muerto (v.20). «El Señor oyó el clamor de Elías, y el muchacho volvió a la vida» (v.22).


Qué increíble tuvo que ser para Elías poder recogerlo y llevarlo de la habitación a la casa para dárselo a su madre diciendo: «¡Tu hijo vive! ¡Aquí lo tienes!» (v.23).



Señor, gracias por Tu sorprendente amor, poder y provisión de comida suficiente para el mundo entero. Perdónanos cuando no distribuimos lo que Tú has proveído. Danos Tu guía, Tus palabras y Tu valor para hacer lo que podamos en nuestra generación para cambiar esta terrible injusticia. Guíanos con Tu Espíritu para cambiar el mundo.


Pippa Adds



1 Reyes 17:14


«Porque así dice el Señor, Dios de Israel: “No se agotará la harina de la tinaja ni se acabará el aceite del jarro, hasta el día en que el Señor haga llover sobre la tierra”».


Me encanta la historia de la pobre viuda desconocida que compartió su comida con el gran profeta. Dios convierte lo ordinario en extraordinario.



References



Nueva Versión Inernacional (NVI)

Copyright © 1999 by Biblica, Inc

Acerca de este Plan

La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022

¿Abrumado por la idea de leer la Biblia? Dedique un tiempo cada día a escuchar a Nicky y Pippa Gumbel mientras le explican toda la Biblia en 365 días. Cada día, se explora un tema diferente a través de una selecció...

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Nos gustaría agradecer a Nicky Gumbel por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://alpha.org

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