Apocalipsis: El Retorno VictoriosoMuestra

Victoria sobre la Muerte. 

La victoria de la cruz es la victoria sobre la muerte. El apóstol Pablo nos dice en 1 Corintios 15:20 que Dios levantó a Cristo de entre los muertos. Cristo fue el primero en resucitar y, por lo tanto, los creyentes que mueran también resucitarán de la misma manera que Cristo resucitó. En Apocalipsis 20:4–5, leemos que Juan vio a los creyentes que no habían recibido la marca de la bestia volver a la vida y gobernar con Cristo durante mil años. ¡Qué victoria encontramos en este pasaje! Aquellos creyentes que fueron decapitados no solo serán resucitados de entre los muertos, sino que juzgarán y reinarán con Cristo. ¡Esta es una doble victoria, una reivindicación! Dios reivindicará a los que mueran por su Hijo o sufran persecución por su nombre. No solamente les dará vida eterna, sino que los levantará y los hará sentar en un lugar de gran honor.

Cristo es nuestra esperanza de gloria, es decir, la gloria de la vida resucitada en el reino de los cielos. Una vida en el cielo lleno de gloria, honor, verdad, justicia, rectitud, perfección, paz, amor y fe. La gloria de la vida resucitada también la encontramos en Judas 24, en donde Jesús presenta al creyente intachable, ante la presencia de su gloria, con un gozo que supera la felicidad humana. En este versículo se ve a Cristo glorioso y gozoso por una razón: nuestra justicia. Hebreos 12:2 nos dice que Jesús pudo soportar el sufrimiento de la cruz por el gozo que le fue puesto por delante. ¿Pero qué gozo puede ser ese? Es el gozo de ver resucitados y perfeccionados a los que compró con su sangre.

El profeta Ezequiel describe una visión asombrosa en el capítulo 37. El vio un valle lleno de huesos secos. Dios le habló y le dijo que profetizara vida sobre esos huesos secos. Mientras profetizaba vida, vio que esos huesos se juntaban, carne les apareció y piel los cubrió. Ezequiel profetizó de nuevo y les fue dado aliento de vida, por lo que volvieron a vivir. Este es ciertamente un retrato muy vívido de la resurrección.

1 Tesalonicenses 4:16 dice que el Señor descenderá del cielo. Cuando él venga, se oirá un gran sonido, muy fuerte. El cristiano oirá una voz de mando, la voz de un arcángel y una trompeta. Y luego, habrá una resurrección: los muertos en Cristo resucitarán. ¿Qué podemos decir que no se haya dicho ya en respuesta a esta asombrosa noticia? Dios nos ha dado la victoria en Cristo Jesús. ¡Gracias sean dadas al Señor!