DIA 1 EL MUNDO TIENE MUCHO QUE OFRECERTE.

Antes de iniciar quiero darte la bienvenida a estos 8 días donde estoy segura que Dios te hablará  de gran manera y podrás percibir la verdad por la luz de la palabra de cosas que no conoces. Les comento que todo lo que se escribe en este plan no sale de mí sino directo del Espíritu Santo de Dios que es quien me instruye lo que debo escribir y cómo  debo hacerlo. Sin más preámbulos, mi nombre es Emely Espinal y te invito a sentarte, acomodarte y pedirle al Señor que te abra el entendimiento y te dé sabiduría para comprender lo que Él quiere comunicar en este nuevo plan.

Comencemos….

Durante mucho tiempo he escuchado a predicadores, apóstoles, profetas, servidores y demás instrumentos utilizados por Dios en este tiempo decir que el mundo no tiene nada que ofrecerte, pero esta no es la realidad… La verdad es que el mundo tiene mucho que ofrecerte aunque no se compara con lo que Dios te pueda dar. El pueblo de Dios perece por falta de conocimiento, así que en estos 8 días veremos qué nos esta ofreciendo el mundo que parece tan atractivo y cuáles son las consecuencias de caer en aquello que se nos ofrece. Otro punto adicional que estaremos viendo es cómo podemos combatir o luchar contra las ofertas del mundo.

Hoy solo quiero darte la parte introductoria e invitarte a orar conmigo para dar inicio a lo que el Espíritu Santo ha programado para ti y para mí.

Oremos:

Padre, gracias porque hoy se inicia una nueva temporada en cada uno de nosotros, porque estás  en medio de este plan y todo lo que se escribió aquí y que está siendo leído en este momento salió de ti, no de mí. Yo te pido que des sabiduría a todo el que te la pida en esta hora, discernimiento para entender, comprender y también bendecir a otros a través de este estudio. Permítenos alcanzar el ser todo lo que tú quieres que seamos y a depender cada día mas de ti. Señor, que tu Espíritu Santo no se aparte de nosotros jamás y que Él sea nuestro guía en este tiempo para no aceptar ofertas que no vengan de ti.  Cúbrenos con tu sangre y llénanos de tu amor y tu paz que sobrepasa todo entendimiento. Protégenos  Dios y perdónanos si hoy te hemos fallado.

En el nombre de Jesús. Amén.