Cómo fortalecer tu feMuestra

Y, ¿cuando …? 

A veces, la fe parece ser utilizada por Dios para hacer cosas que van mucho más allá de lo que podríamos lograr por nuestra cuenta. 

Pero a veces, la fe parece ser empujada más allá de lo que podríamos soportar por nuestra cuenta. Es en estos momentos que podemos comenzar a cuestionar si la fe vale la pena. Nuestra confianza en Dios es probada. La evidencia en la que nos sentimos tan seguros parece menos convincente. Y la idea de la obediencia parece una locura.  

… Otros, en cambio, fueron muertos a golpes, pues para alcanzar una mejor resurrección no aceptaron que los pusieran en libertad. Otros sufrieron la prueba de burlas y azotes, e incluso de cadenas y cárceles. Fueron apedreados, aserrados por la mitad, asesinados a filo de espada. Anduvieron fugitivos de aquí para allá, cubiertos de pieles de oveja y de cabra, pasando necesidades, afligidos y maltratados.Hebreos 11:35-38 NVI

¿Qué hacemos cuando ya no sabemos si podemos creer o cuando esta vida de fe no va como esperábamos? 

Para responder a esa pregunta, pasemos al siguiente capítulo.

Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Así, pues, consideren a aquel que perseveró frente a tanta oposición por parte de los pecadores, para que no se cansen ni pierdan el ánimo.Hebreos 12:1-3 NVI

Por lo tanto, despójate de todo lo que estorbe. ¿Qué cosas has creído acerca de Dios que no son realmente ciertas? ¿Creías que seguir a Jesús siempre sería divertido y fácil? ¿Que la vida con Dios ya no sería difícil? ¿O que nunca experimentarías dudas una vez que comenzaras el camino de la fe? A veces, es en los momentos en que somos empujados a nuestro punto de ruptura que Dios nos invita a dejar de lado las ideas erróneas sobre Él que hemos recogido y reemplazarlas con la verdad. 

“Y el pecado que nos asedia ...” ¿Qué pecado ha clavado sus anzuelos en ti? Sea lo que sea, recuerda, confesar tus pecados a Dios trae perdón, y confesar tus pecados a otros trae sanidad. Arrepiénte de ese pecado, pide a Dios que te sane y haz todo lo posible para volver a la vida de fe. 

“Corre con perseverancia …” Cuando tengas la tentación de parar, recuerda por qué empezaste. Jesús soportó el dolor de la cruz por el gozo que estaba frente a Él: el gozo de llevarte de vuelta a Dios. La alegría de desarmar los poderes de las tinieblas. La alegría de la resurrección y de una nueva creación. ¿Qué alegría has perdido de vista en medio de tu dolor? 

“Fija la mira en Jesús …” Jesús es el Alfa y Omega. El Principio y Fin. El Pionero y Perfeccionador de nuestra fe. Fija tus ojos en Él y deja que Su fidelidad te inspire fe. Mira hacia atrás en tu vida y reflexiona sobre dónde lo has visto moverse: piensa en quién eres hoy y cómo Jesús te ha transformado. Imagina todas las formas en que Jesús quiere usar tus circunstancias presentes para prepararte para tu futuro. 

Desafío: Si te encuentras cuestionando tu fe, toma un momento para acercarte a alguien cuya fe te inspire. Comparte con esa persona tus preguntas y luchas.