El poder de la esperanza: 7 días para esperar en el SeñorMuestra

Esperanza para los incendios de la vida | Pedro

En este mundo afrontarán aflicciones, pero "¡Anímense! Yo he vencido al mundo", dijo Jesús (Juan 16:33). Jesús no ofreció ninguna excepción en la Escritura. La tribulación—dolor, pérdida, pena, frustración, traición, injusticia, enfermedad—es inevitable. 

Una prueba puede durar años (el aguijón de Pablo en el costado [2 Corintios 12:7–10]) o por un breve tiempo (los días entre que Pedro niega su asociación con Jesús y restablece su relación con su Señor). Por muy largas que duren las pruebas, ellas, como el fuego que refina el oro, refinan nuestra fe en Jesús, revelando su autenticidad y sus impurezas. 

Pablo aprendió acerca de la suficiencia de la gracia de Dios y Pedro experimentó la gracia redentora del perdón de Jesús. Que esos ejemplos nos ayuden a recordar que Dios está por nosotros, no contra nosotros. Las pruebas vienen y Él las usa para hacer crecer nuestra fe y hacernos más como Jesús. Él quiere que lo conozcamos como nuestra única fuente de salvación, poder, bendición y, sí, esperanza.