Oliendo Como JesúsMuestra

¿Cuántas veces oliste un aroma que te trajo un vivo recuerdo de tu infancia, tu juventud, tu país, tu persona favorita o la comida de tu abuelita? ¡Es impresionante cuán poderoso es nuestro olfato! La Neurociencia lo deja muy en claro: el olfato y la memoria están estrechamente relacionados debido a la anatomía del cerebro. Mi esposa y yo tuvimos Covid-19 en el 2020, y uno de los síntomas que experimenté, como seguro muchos de los que tuvieron el virus, fue la pérdida del olfato. Al principio no parecía tan grave, pero al pasar de los días me di cuenta cuán importante era el olfato. Ya no podía disfrutar de las comidas, el café, ni los perfumes. Esto me llevó a preguntarme por qué Dios entrelazó nuestra memoria con el olfato, por qué el olfato es la clave para sentirle el sabor a las comidas, y que tanto habla la Biblia del aroma, las fragancias y el olfato. En Éxodo 30 vemos que la primera mezcla aromática fue el aceite de la unción que usaban para ungir a los sacerdotes y consagrar a Dios todo lo que el aceite tocaba. La receta bajó directamente de Dios a Moisés. El aceite y el incienso eran sagrados. Hoy, ya no debemos fabricar este incienso todos los días, porque nuestras vidas y la manera en que vivimos son un incienso y un perfume para Dios y para el mundo. En este plan veremos como podemos ser un perfume agradable a Dios y como podemos oler igual que Jesús.