El Camino a EmaúsMuestra

Es curioso como los afanes cotidianos nos hacen perder el enfoque, ya que frecuentemente creemos que Dios no está con nosotros en la difícil situación que estamos atravesando y que caminamos solos, o al menos eso es lo que aparenta.   

En el relato bíblico, se nos cuenta como estos dos discípulos caminaron todo el trayecto hacia Emaús, hablando de todo lo que había acontecido, tristes por la reciente crucifixión de Jesús; y era tanto su afán, que Jesús mismo viendo como hablaban de Él sin percatarse de su presencia, que les preguntó cuál era el motivo de su tristeza.

Lo interesante aquí es que aún siendo discípulos cercanos a Jesús, no le reconocieron ni por su físico, ni por su voz; no es como cuando conoces a alguien solo de nombre, pero no le conoces en persona, quizás te lo encuentras en el camino y ni cuenta te diste porque no le conoces en persona.