Las Preguntas Más ImportantesMuestra

Eres tú: (A) una persona súper detallista, (B) una persona que se deja llevar por la corriente o (C) algo intermedio entre las dos? En cualquier caso, todos tenemos esperanzas y planes para el futuro. Ya sea el trabajo que queremos tener en el futuro o simplemente lo que queremos comer en el almuerzo, estamos haciendo planes constantemente.

El problema es que nuestros planes a veces no funcionan, o nos sentimos bloqueados al tomar una decisión importante. Puede parecer que el peso del mundo está sobre tus hombros al tener que pensar en el resto de tu vida. Aquí está la buena noticia: cuando ponemos a Dios en primer lugar y nos comprometemos a seguirlo, empezaremos a querer que nuestros planes se alineen con los planes de Dios. Nuestros planes comienzan a pasar de ser muy específicos a buscar un propósito, de "formar parte del equipo esta primavera" a "ser una luz en cualquier comunidad y situación social de la que forme parte, ya sea que entre en el equipo o no". Eso significa que nuestro futuro está en las manos de Dios, ¡que honestamente es mucho mejor que en las nuestras!  

La próxima vez que te enfrentes a una decisión importante o irrelevante, encomiéndala a Dios a través de la oración y pídele que te guíe para actuar con sabiduría.