Ganando El Corazón De Dios Muestra

Día uno: Un corazón dispuesto 

Nuestro corazón puede producir reacciones sorprendentes e impredecibles. Aún cuando preferimos la sensación de tener todo bajo control, cuando el lloriqueo de un niño o el rechazo de un amigo desafía nuestras expectativas egoístas, lo que vemos en nuestra respuesta nos podría sorprender. ¿Qué está detrás de aquellas respuestas del corazón que sacuden las bases de nuestra fe?

¿Sabías que es imposible confiar y depender de Dios cuando dices: “¡Lo tengo bajo control!”? Nuestra autosuficiencia natural se resiste a arriesgarnos por Dios y confiar en que Él se nos aparecerá cuando tenga que hacerlo, o no sucederá nada más. Dios quiere que seamos honestos acerca de las realidades poco halagadoras de nuestro corazón. Con la guía del Espíritu Santo, la honestidad y un auto-examen pueden funcionar como la punta de un arado, cavando en tierra dura para abrir paso a las semillas y a una nueva vida.

Pero realmente, nadie quiere admitir sus fallas.

Si no puedes soportar enfrentar las malas noticias sobre ti mismo, tu corazón puede ser como un terreno sin arar. Es posible que no puedas recibir lo que necesita, al igual que un terreno sin arar no puede recibir una semilla. Pero si estás listo para una temporada de renovación, “... una cosecha: ciento, sesenta o treinta veces más de lo que se sembró”, abre tu corazón para entrar en una auto-reflexión honesta con Dios. El camino de la abundancia de Dios sigue una temporada en la que ves cosas en ti mismo que ni siquiera sabías que estaban allí.

Jesús contó esta historia sobre plantar semillas para mostrar la manera en que la palabra de Dios es como una semilla. Cuando la Palabra viva de Dios cae sobre un corazón con buena tierra, produce una cosecha abundante que ni siquiera podrías imaginar. Pero primero, Jesús debe arar y preparar tu corazón. Para comenzar, lo hace diagnosticando tu corazón. El desafío de esta parábola está destinado a detenernos en seco para que podamos ver la condición de nuestro corazón.

Reflexión: 

¿Cuáles son algunas de las cosas que Dios te quiere revelar sobre las realidades de tu corazón?

Oración: 

“¡Dios, quita las cosas que se interponen en el camino de lo que quieres hacer en mi corazón! Amén.”