Minimalismo cristiano: Pasos simples para vivir abundantementeMuestra

Vivimos en una sociedad en donde es digno estar ocupado, el no tener tiempo para respirar. Nos hace sentir que somos personas importantes con cosas importantes que hacer, impresionando a todos los demás. Somos elogiados cuando vivimos bajo el lema “Dormiré cuando me muera”.

Estar tan ocupados significa que somos incapaces de cuidar de nosotros mismos. Dios nos llama a cuidar de la creación de Dios: nosotros (Salmos 139:13–14). Estamos llamados a cuidar de nuestros cuerpos, pero cuidar de nosotros mismos es mucho más que eso. Somos incapaces de servir a otros y de mostrar el amor de Cristo a otros cuando tenemos nuestros propios asuntos sin resolver.

En Mateo 7:3-5, leemos que Jesús quiere que resolvamos nuestros propios asuntos antes de servir y ayudar a otros con los suyos. Cuidar de nosotros mismos no es egoísta. Nos capacita para ser mejores seguidores de Jesús. Estamos mejor capacitados para responder al llamado de Dios de difundir las buenas nuevas de Jesús y servir a otros cuando estamos sanos.

El minimalismo cristiano es una forma de poner fin al desorden y priorizar el cuidado de nosotros mismos. Cuando estamos tan ocupados que desatendemos nuestro propio cuidado, no estamos haciéndonos daño únicamente a nosotros. Estamos dañando a quienes estamos tratando de servir porque no somos capaces de servirles plena e íntegramente.

Necesitamos toda nuestra energía y bienestar para hacer el trabajo de Dios en el mundo. Con la ayuda de Dios, podemos concentrarnos en lo que podemos seguir trabajando en nosotros, y así ser los mejores seguidores de Jesús como sea posible.

¿A qué te está llamando Dios a enfocarte y/o eliminar de tu vida para servirle mejor a Dios y a otros en el reino de Dios?