Fuera De La BarcaMuestra

Al igual que los discípulos, podemos sentir una mezcla de miedo y fe en nuestra vida cotidiana.  Al salir de la barca, gritaremos cuando nos estemos hundiendo.  Todos tenemos la necesidad de ser salvados. Cuando salgamos de la barca, habrá momentos en los que nos hundiremos, en los que meteremos la pata, en los que dudaremos o en los que sentiremos que nos ahogamos.  Todos debemos reconocer nuestra necesidad de la intervención de Dios. Dios hace su mejor trabajo en medio de nuestro caos. 

David clamó a Dios por ayuda en algunos de sus puntos más bajos. Cuando nos encontremos hundidos y clamemos a Jesús, Él nos salvará. Aunque las circunstancias no siempre sean como esperamos, Él aún salva. Cuando nos salva, es para nuestro propio rescate, pero Dios siempre está tramando algo más grande. Nuestro rescate y salvación son siempre una parte de ver su Reino venir a la tierra y ver a la gente alcanzada con amor y compasión. 

PREGUNTAS 

¿Has visto tu salvación como parte del plan de Dios? 

Piensa en alguien a quien le puedas avivar la fe compartiendo tu experiencia de cómo Dios te ha rescatado.