RomanosMuestra

Explorando la bondad de Dios

¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios? ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? - Romanos 2:3-4.

Aprovecharse de la gracia de Dios es algo de lo que su pueblo es culpable. Miqueas escribe de Judá en Miqueas 3:11

Sus jefes juzgan por cohecho,

y sus sacerdotes enseñan por precio;

y sus profetas adivinan por dinero;

y se apoyan de Jehová, diciendo:

¿No está Jehová entre nosotros?

No vendrá mal sobre nosotros.

Los líderes de Judá hacían cosas que disgustaban a Dios. ¡No vivían como Él quería y, aun así, esperaban Su ayuda en dificultad y protección!

Luego, el autor de Eclesiástico escribió a los judíos (Eclesiástico 5:5-6 - TLA)

No crean que él va a perdonarlos

si hacen del pecado una costumbre.

Dios es muy compasivo,

pero también llega a enojarse

y castiga a los malvados.

Cierto, Dios nos perdona sin importar cuán grande sean los pecados; pero no por eso debemos tomarlos a la ligera. Como dijo Pablo, la bondad de Dios debe guiarnos al arrepentimiento que provoque un cambio de actitud frente a nuestras acciones y decisiones. En lugar de escoger el pecado asumiendo que Dios me perdonará, debería decir:

Pero Tú, nuestro Dios, eres bondadoso y verdadero,

paciente, y gobiernas todas las cosas con misericordia.

Incluso si nosotros pecamos, somos tuyos pues conocemos tu poder;

pero no pecaremos más, porque sabemos que somos tuyos.

Porque conocerte es justicia perfecta,

y conocer tu poder es la raíz de la inmortalidad.

(Sabiduría de Salomón 15:1-3)

Como Pablo dijo en Romanos 6: ¿Vamos a persistir en el pecado para que la gracia abunde? De ninguna manera... Nosotros hemos muerto al pecado, ¿cómo podemos seguir viviendo en él? ¿Acaso no saben ustedes que fuimos bautizados para participar en Su muerte? Mediante el bautismo fuimos sepultados con Él en Su muerte, a fin de que, así como Cristo resucitó por el poder del Padre, también nosotros llevamos una vida nueva.”

Decidimos a diario. ¿Te haces tiempo para pensar y preguntarte qué agrada más a Dios? ¿O actúas primero y buscas Su perdón después?