QUE TU ERROR NO TE DEFINAMuestra

¿Cuántos de nosotros hemos iniciado como Saúl?

Creo que todos cuando fuimos llamados iniciamos con esta fuerza, tuvimos un encuentro con Dios de alguna u otra manera y al igual que Saúl tuvimos al Espíritu Santo con nosotros, pero de la misma manera que él nos hemos visto acorralados, entre la espada y la pared en situaciones que se salen de nuestras manos y la desesperación nos hace olvidar que, aunque se salgan de las nuestras, no han salido de las manos de Dios. 

La desesperación nos lleva a tomar decisiones que nos alejan de la voluntad de Dios para nuestras vidas, tanto personal como ministerial, a Saúl le costó todo, pero creo que la marca más fuerte de este relato es el rechazo de Dios hacia él.

Sé que en muchas ocasiones es difícil confiar plenamente en Dios, pero ¿Si no hay dificultad como seremos probados? ¿Cómo veremos su grandeza?

Saúl es una muestra de cómo el poder o la ambición pueden acabar con nosotros, es una muestra de cómo la falta de dependencia y confianza en Dios puede llevarnos a cometer innumerables errores que traen fatales consecuencias. Saúl es una muestra de que nunca se va a tratar de nosotros sino de Dios y de que no es en nuestras fuerzas o en los recursos que podamos tener sino la buena voluntad del padre.

Déjame animarte, yo quizá no sé cual es tu proceso actual, quizá no pueda entender al igual que tú el porqué de muchas cosas, pero esta historia me hizo pensar tanto en lo equivocados que llegamos a estar, primero en nuestro criterio acerca de las personas (quiénes y cómo creemos que son). y segundo, nos equivocamos demasiado al desprender nuestra confianza de aquel que sí puede lograr todo lo inimaginable.

A veces me pregunto qué hubiese pasado si Saúl hubiese confiado y obedecido a Dios, creo que todo sería distinto. No cometamos el mismo error, no intentemos estar en todo, no busquemos abastecer las situaciones con nuestras fuerzas, comprendamos que los planes eternos de Dios siempre serán mejores que los nuestros.

A todos los líderes, aprendan a confiar más en Dios, no piensen que si no lo hacen ustedes no saldrá bien, manténganse firmes en la fe. 

Quiero hacerles una pregunta, ¿Recuerdan su primer encuentro con Dios? ¿Recuerdan ese momento en el que fueron llamados?

No permitas que un error defina quien eres, no permitas que un error te desvíe del propósito que Dios tiene para tu vida. Vuelve a tus inicios, donde practicabas el amor, la justicia y eras apasionado porque por cada Saúl Dios siempre levantará a un David.

El Señor dirige los pasos de los justos; se deleita en cada detalle de su vida. Aunque tropiecen, nunca caerán, porque el Señor los sostiene de la mano. Salmos 37:23-24

¡Dios te bendiga!