No Calificamos, Pero Aun Así, Dios Decide UsarnosMuestra

Así lo quiso el Señor

No hay nada de lo que nos podamos jactar para atrevernos a pensar siquiera que somos especiales de alguna forma para que Dios nos haya entregado determinado don o talento y menos sería posible imaginar que lo que Él nos ha entregado sea para nuestra vanagloria.

Cuando David fue ungido por el Profeta Samuel (por mandato del Señor) para ser el Rey de Israel, él era simplemente un pastor. Sin embargo, Dios lo eligió a él por encima de sus hermanos y de muchos jóvenes más. Dios hizo de David el Rey de Israel, así lo quiso el Señor.

Cuando María, la madre de Jesús, fue escogida por gracia para llevar en su vientre al Salvador de la humanidad, ella en sí, no tenía nada especial que pudiera mover la voluntad de Dios o que mostrara la idea de que solo ella era la mujer que Dios podía usar para cumplir su propósito. "Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios" (Lucas 1:30 RVR60). Dios la eligió a ella por encima de las demás mujeres vírgenes de esa época, así lo quiso el Señor.

Fue Dios quien decidió que Gedeón, aun con tanta imperfección y debilidad, fuera el que liderara a todo un ejército para enfrentar las batallas a las que le guiaría con victoria, Él decidió usar a Gedeón para enfrentar un ejército enemigo cuya confianza reposa en sus armas, en su fuerza y en la cantidad de soldados que posee. Sin embargo, Dios se glorificó de maneras extraordinarias a través de Gedeón y su ejército. Y lo hizo a través de Gedeón, así lo quiso el Señor. 

Si nos dirigimos al Nuevo Testamento, podemos encontrar también una cantidad de hombres imperfectos que fueron escogidos por el Señor para que llevaran a cabo su voluntad; entre ellos, hagamos alusión a Pablo, un hombre que perseguía a los cristianos para asesinarlos porque seguían a Jesús. Sin embargo, Jesús mismo fue al encuentro de Pablo conquistando su corazón, lo perdonó y lo transformó a tal punto que lo hizo un seguidor ferviente e incansable de sus pasos para llevar la Buena Noticia de Salvación a los gentiles, así lo quiso el Señor. 

De igual forma, nosotros aún en medio de nuestra inmundicia y maldad, de nuestra debilidad e incapacidad, fuimos escogidos por gracia por Jesús y por voluntad del Padre, fuimos perdonados y revestidos de su favor para que le sigamos y le sirvamos según sus propósitos. Así como potenció en aquellos siervos y discípulos lo que les hacía ver débiles e insignificantes para mostrar su fortaleza y su poder, así mismo puede hacer con nosotros. Aunque somos lo vil y lo menospreciado de este mundo y Él simplemente decide usarnos para mostrar su gloria, su sabiduría y su poder avergonzando de esta forma a lo que se cree sabio, fuerte y poderoso. Así lo quiso el Señor, es por gracia y para que nadie se jacte.