Pascua: RegresoMuestra
Día Uno: Dejarse Llevar Por el Momento
Escrito por Danny Saavedra
“Le llevaron, pues, el burrito a Jesús. Luego pusieron encima sus mantos, y él se montó. Muchos tendieron sus mantos sobre el camino; otros usaron ramas que habían cortado en los campos. Tanto los que iban delante como los que iban detrás gritaban: ‘¡Hosanna!’ ‘¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!’ ‘¡Bendito el reino venidero de nuestro padre David!’ ‘¡Hosanna en las alturas!’”—Marcos 11:7–10 (NVI)
¿Te has sentido alguna vez llevado por el entusiasmo de un grupo? ¡Imagínate el estar mirando un gran juego donde tu equipo gana y el público se enloquece donde extraños se abrazan y felicitan! ¿O qué tal estar en la cafetería de la escuela secundaria y de repente alguien irrumpe y grita: "¡PELEA!" Como ovejas, todos salen corriendo y pronto se ven atrapados en el caos, cantando: “¡Pelea! ¡Pelea! ¡Pelea!"
La verdad es que muchas de nuestras reacciones son influidas por diversos grupos. Podemos dejarnos llevar por la relevancia e histeria del momento. A veces se justifica, como el día en que los “Saints” ganaron el “Super Bowl “el mismo año en que Katrina devastó Nueva Orleans, o tomando parte en una demostración pacífica de una causa honorable, o la participación en otras, en que la marcha se vuelve inmanejable por la incitación de agitadores- como los hinchas o fanáticos que empiezan disturbios y robos celebrando que su equipo ganó el campeonato.
Una de las cosas que más amo del Evangelio de Marcos, es el hecho de que el a menudo enfatiza la reacción de la gente hacia Jesús, ya sea esta una expresión de extrañeza, confusión, alegría o indignación. Me imagino que debe haber sido fácil para uno dejarse llevar por el entusiasmo y furor del nuevo movimiento producido por Jesús.
Al empezar hoy Semana Santa, quiero señalar dos instancias que tuvieron lugar durante la semana final de Jesús, instancias que sorprendieron a la gente. La primera es cuando Jesús entra cabalgando a Jerusalén. Como Jesús lo dijera en Juan 12:23 “Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado”. Jesús venía con la misión de romper el velo de separación entre Dios y el hombre (2 Corintios 5:18), quitando el poder del pecado (Romanos 6:6), venciendo a la muerte (1 Corintios 15:55), y liberándonos (Gálatas 5:1). Nada lo iba a detener de cumplir con Su misión de rescatarnos – esa hora ciertamente había llegado.
Y cuando Jesús entró en Jerusalén a cumplir con Su misión, la gente empezó a agitarse y repentinamente todos se encontraron envueltos por este momento, poniendo ramas de palmeras y gritando “¡Hosanna en las alturas!”. La frase en las alturas implica lo máximo, o en los más altos cielos. Muchos eruditos creen que el pueblo parecía como llamando al cielo a que participara en la gloria de Jesús emitiendo gritos de salvación para confirmar lo que ya sospechaban, que Él era el Mesías prometido.
Durante tres años la gente había presenciado increíbles milagros y escuchado
tremendas y revolucionarias enseñanzas. Jesús mismo, pocos días antes, había dicho que Él, era “el buen pastor” (apodo que se reservaba solo para David), ¡Incluso ya había resucitado a Lázaro de entre los muertos! Así con gran entusiasmo y expectación las agitadas masas gritaban en unísono.
Pero nosotros los humanos, como ovejas, somos inconstantes y fácilmente desviados de la verdad, así días después, las mismas personas que gritaban “Bendito es aquel que viene en el nombre del Señor”, ahora gritaban “!Crucifíquenlo!” Esta es la segunda instancia a la que me refería anteriormente. Los Fariseos incitaron al pueblo a pedir que Jesús muriera de esa terrible muerte reservada solo para los criminales.
Pero lo más incomprensible de esto, es que ¡Jesús sabía que esto sucedería! Él sabía que iba a ser traicionado, que sufriría y que sería sometido a morir como un criminal. Pero él lo aceptó de todas maneras porque Él nos ama de una manera profunda, completa, e incondicional.
Hebreos 12:2 nos dice: “…el cual por el gozo puesto delante de Él sufrió la cruz…”, ¿Qué gozo?, ¡la alegría de redimirnos y restaurarnos a una relación correcta con Dios, a hacernos hijos de Dios, a darnos vida eterna! Lo hizo por ti!, El salmo 18:19 dice: “Me sacó a lugar espacioso; Me libró porque se agradó de mi”. Ahondemos en este versículo; Jesús sufrió la muerte en la cruz porque él se deleita en ti y desea tener una relación contigo.
Hoy, mi oración es que nos sumerjamos en la realidad de quién es Jesús y en lo que hizo por nosotros. Oro porque cada día nos maravillemos con el movimiento del Espíritu mientras Él nos guía a cumplir con el propósito por el cual Dios nos ha llamado…el de compartir con el mundo quien es Jesús.
Escrituras
Acerca de este Plan
Este plan de lectura devocional de Pascua lo llevará a través de la última semana de la vida de Jesús según lo contado a través del evangelio de Marcos. Cada día, podrás ver dónde estaba Jesús en Su camino hacia la resurrección y también podrás reflexionar sobre dónde Él te ha traído y cómo ha trabajado en ti.
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Nos gustaría agradecer a Calvary Chapel Ft. Lauderdale por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite:http://CalvaryFTL.org/Bible-Plans