¿Quién es Jesús? Parte 3Muestra

Llegada a casa

Este capítulo describe lo que se llama la entrada triunfal. Pero incluso en este momento, cuando Jesús llega a Jerusalén, cumpliendo públicamente las profecías mesiánicas, lo hace con tanta humildad. No es de extrañarse que las personas hagan de esto un acontecimiento importante. No sólo reconocen a Jesús por todos Sus milagros, sino también lo ven en completo contraste de sus opresores, los romanos. 

Jesús llega en una mula con una docena de hombres polvorientos y apestosos, la mayoría de ellos ¡ni siquiera tenían edad suficiente como para considerarse ciudadanos sujetos a impuestos! Él es el maestro de este viaje cuya reputación le precede. Sin avisos formales, la multitud se reúne para dar la bienvenida a Jesús a Jerusalén. Lo reciben como rey. Hay vítores y danza en las calles: “¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!” Las personas están literalmente quitándose sus chamarras y colocándolas en el suelo para que Su mula pase. Ruegan y creen que Jesús ha venido para salvarlos. 

Ahora, imagina esto. Más tarde ese día o semana, llega a la ciudad un personaje muy conocido. Las trompetas anuncian su llegada. Está rodeado de docenas de soldados romanos. No es conocido por su misericordia hacia la vida de los ciudadanos, pero sí por su liderazgo opresivo. Se sienta en un caballo entrenado para la guerra, con togas sobre él. Él es Poncio Pilato, el gobernador romano de Judea, quien sirvió como una extensión del hombre más poderoso del planeta. Llevó toda la pompa y circunstancia que vino con su título. Las personas no celebraron su llegada; la temieron. 

En la entrada triunfal, se muestra completamente el contraste entre el reino de Dios y los reinos de este mundo. El reino y reinado de Jesús son diferentes en conjunto. Su autoridad está definida por Su integridad. Cada vez que Jesús enseña algo nuevo y diferente, va y lo demuestra. Aquí se nos muestra la verdad del capítulo anterior. Que el reino de Jesús no se trata de poder y prestigio, sino de misericordia y humildad. Jesús sabía que venía para morir, para sacrificar Su vida por el mismo pueblo que gritaba “Hosanna” y que luego gritaría “¡Crucifíquenlo!” Pero de todos modos vino. Porque Jesús no vino solo a contarnos sobre Su reino y la verdadera manera de ser humano, lo hubiera podido hacer desde el cielo. No, Él vino a mostrárnoslo en persona, el tipo de Dios a quien llamamos nuestro Rey y el tipo de personas que fuimos diseñadas para ser.

¿Qué sigue? ¡Continuemos descubriendo juntos más sobre Jesús! Comienza ahora ¿Quién es Jesús? Parte 4 con tus amigos. Puedes encontrarlo en la Colección de Planes bíblicos Switch en www.go2.lc/SwitchBiblePlans.