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Biblia Reina Valera 1960

<div class="version vid149 iso6393spa" data-vid="149" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkEXO">
 <div class="chapter ch16" data-usfm="EXO.16">
 <div class="label">16</div><div class="s">Dios da el man&#225;</div><div class="p"> 1Parti&#243; luego de Elim toda la congregaci&#243;n de los hijos de Israel, y vino al desierto de Sin, que est&#225; entre Elim y Sina&#237;, a los quince d&#237;as del segundo mes despu&#233;s que salieron de la tierra de Egipto. 2Y toda la congregaci&#243;n de los hijos de Israel murmur&#243; contra Mois&#233;s y Aar&#243;n en el desierto; 3y les dec&#237;an los hijos de Israel: Ojal&#225; hubi&#233;ramos muerto por mano de Jehov&#225; en la tierra de Egipto, cuando nos sent&#225;bamos a las ollas de carne, cuando com&#237;amos pan hasta saciarnos; pues nos hab&#233;is sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud.</div><div class="p"> 4Y Jehov&#225; dijo a Mois&#233;s: He aqu&#237; yo os har&#233; llover pan del cielo;#Jn. 6.31. y el pueblo saldr&#225;, y recoger&#225; diariamente la porci&#243;n de un d&#237;a, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no. 5Mas en el sexto d&#237;a preparar&#225;n para guardar el doble de lo que suelen recoger cada d&#237;a. 6Entonces dijeron Mois&#233;s y Aar&#243;n a todos los hijos de Israel: En la tarde sabr&#233;is que Jehov&#225; os ha sacado de la tierra de Egipto, 7y a la ma&#241;ana ver&#233;is la gloria de Jehov&#225;; porque &#233;l ha o&#237;do vuestras murmuraciones contra Jehov&#225;; porque nosotros, &#191;qu&#233; somos, para que vosotros murmur&#233;is contra nosotros? 8Dijo tambi&#233;n Mois&#233;s: Jehov&#225; os dar&#225; en la tarde carne para comer, y en la ma&#241;ana pan hasta saciaros; porque Jehov&#225; ha o&#237;do vuestras murmuraciones con que hab&#233;is murmurado contra &#233;l; porque nosotros, &#191;qu&#233; somos? Vuestras murmuraciones no son contra nosotros, sino contra Jehov&#225;.</div><div class="p"> 9Y dijo Mois&#233;s a Aar&#243;n: Di a toda la congregaci&#243;n de los hijos de Israel: Acercaos a la presencia de Jehov&#225;, porque &#233;l ha o&#237;do vuestras murmuraciones. 10Y hablando Aar&#243;n a toda la congregaci&#243;n de los hijos de Israel, miraron hacia el desierto, y he aqu&#237; la gloria de Jehov&#225; apareci&#243; en la nube. 11Y Jehov&#225; habl&#243; a Mois&#233;s, diciendo: 12Yo he o&#237;do las murmuraciones de los hijos de Israel; h&#225;blales, diciendo: Al caer la tarde comer&#233;is carne, y por la ma&#241;ana os saciar&#233;is de pan, y sabr&#233;is que yo soy Jehov&#225; vuestro Dios.</div><div class="p"> 13Y venida la tarde, subieron codornices que cubrieron el campamento; y por la ma&#241;ana descendi&#243; roc&#237;o en derredor del campamento. 14Y cuando el roc&#237;o ces&#243; de descender, he aqu&#237; sobre la faz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como una escarcha sobre la tierra. 15Y vi&#233;ndolo los hijos de Israel, se dijeron unos a otros: &#191;Qu&#233; es esto? porque no sab&#237;an qu&#233; era. Entonces Mois&#233;s les dijo: Es el pan que Jehov&#225; os da para comer. 16Esto es lo que Jehov&#225; ha mandado: Recoged de &#233;l cada uno seg&#250;n lo que pudiere comer; un gomer por cabeza, conforme al n&#250;mero de vuestras personas, tomar&#233;is cada uno para los que est&#225;n en su tienda. 17Y los hijos de Israel lo hicieron as&#237;; y recogieron unos m&#225;s, otros menos; 18y lo med&#237;an por gomer, y no sobr&#243; al que hab&#237;a recogido mucho, ni falt&#243; al que hab&#237;a recogido poco;#2 Co. 8.15. cada uno recogi&#243; conforme a lo que hab&#237;a de comer. 19Y les dijo Mois&#233;s: Ninguno deje nada de ello para ma&#241;ana. 20Mas ellos no obedecieron a Mois&#233;s, sino que algunos dejaron de ello para otro d&#237;a, y crio gusanos, y hedi&#243;; y se enoj&#243; contra ellos Mois&#233;s. 21Y lo recog&#237;an cada ma&#241;ana, cada uno seg&#250;n lo que hab&#237;a de comer; y luego que el sol calentaba, se derret&#237;a.</div><div class="p"> 22En el sexto d&#237;a recogieron doble porci&#243;n de comida, dos gomeres para cada uno; y todos los pr&#237;ncipes de la congregaci&#243;n vinieron y se lo hicieron saber a Mois&#233;s. 23Y &#233;l les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehov&#225;: Ma&#241;ana es el santo d&#237;a de reposo,#16.23 Aqu&#237; equivale a s&#225;bado. el reposo consagrado a Jehov&#225;;#Ex. 20.8-11. lo que hab&#233;is de cocer, cocedlo hoy, y lo que hab&#233;is de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para ma&#241;ana. 24Y ellos lo guardaron hasta la ma&#241;ana, seg&#250;n lo que Mois&#233;s hab&#237;a mandado, y no se agusan&#243;, ni hedi&#243;. 25Y dijo Mois&#233;s: Comedlo hoy, porque hoy es d&#237;a de reposo#16.25 Aqu&#237; equivale a s&#225;bado. para Jehov&#225;; hoy no hallar&#233;is en el campo. 26Seis d&#237;as lo recoger&#233;is; mas el s&#233;ptimo d&#237;a es d&#237;a de reposo;#16.26 Aqu&#237; equivale a s&#225;bado. en &#233;l no se hallar&#225;. 27Y aconteci&#243; que algunos del pueblo salieron en el s&#233;ptimo d&#237;a a recoger, y no hallaron. 28Y Jehov&#225; dijo a Mois&#233;s: &#191;Hasta cu&#225;ndo no querr&#233;is guardar mis mandamientos y mis leyes? 29Mirad que Jehov&#225; os dio el d&#237;a de reposo,#16.29 Aqu&#237; equivale a s&#225;bado. y por eso en el sexto d&#237;a os da pan para dos d&#237;as. Est&#233;se, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de &#233;l en el s&#233;ptimo d&#237;a. 30As&#237; el pueblo repos&#243; el s&#233;ptimo d&#237;a.</div><div class="p"> 31Y la casa de Israel lo llam&#243; Man&#225;;#16.31 Esto es, &#191;Qu&#233; es esto? y era como semilla de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel.#Nm. 11.7-8. 32Y dijo Mois&#233;s: Esto es lo que Jehov&#225; ha mandado: Llenad un gomer de &#233;l, y guardadlo para vuestros descendientes, a fin de que vean el pan que yo os di a comer en el desierto, cuando yo os saqu&#233; de la tierra de Egipto. 33Y dijo Mois&#233;s a Aar&#243;n: Toma una vasija y pon en ella un gomer de man&#225;,#He. 9.4. y ponlo delante de Jehov&#225;, para que sea guardado para vuestros descendientes. 34Y Aar&#243;n lo puso delante del Testimonio para guardarlo, como Jehov&#225; lo mand&#243; a Mois&#233;s. 35As&#237; comieron los hijos de Israel man&#225; cuarenta a&#241;os, hasta que llegaron a tierra habitada; man&#225; comieron hasta que llegaron a los l&#237;mites de la tierra de Cana&#225;n.#Jos. 5.12. 36Y un gomer es la d&#233;cima parte de un efa.</div>
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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

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 <div class="book bkLUK">
 <div class="chapter ch19" data-usfm="LUK.19">
 <div class="label">19</div><div class="s">Jes&#250;s y Zaqueo</div><div class="p"> 1Habiendo entrado Jes&#250;s en Jeric&#243;, iba pasando por la ciudad. 2Y sucedi&#243; que un var&#243;n llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, 3procuraba ver qui&#233;n era Jes&#250;s; pero no pod&#237;a a causa de la multitud, pues era peque&#241;o de estatura. 4Y corriendo delante, subi&#243; a un &#225;rbol sic&#243;moro para verle; porque hab&#237;a de pasar por all&#237;. 5Cuando Jes&#250;s lleg&#243; a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. 6Entonces &#233;l descendi&#243; aprisa, y le recibi&#243; gozoso. 7Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que hab&#237;a entrado a posar con un hombre pecador. 8Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Se&#241;or: He aqu&#237;, Se&#241;or, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. 9Jes&#250;s le dijo: Hoy ha venido la salvaci&#243;n a esta casa; por cuanto &#233;l tambi&#233;n es hijo de Abraham. 10Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se hab&#237;a perdido.#Mt. 18.11.</div><div class="s">Par&#225;bola de las diez minas</div><div class="p"> 11Oyendo ellos estas cosas, prosigui&#243; Jes&#250;s y dijo una par&#225;bola, por cuanto estaba cerca de Jerusal&#233;n, y ellos pensaban que el reino de Dios se manifestar&#237;a inmediatamente. 12Dijo, pues: Un hombre noble se fue a un pa&#237;s lejano, para recibir un reino y volver. 13Y llamando a diez siervos suyos, les dio diez minas,#19.13 Moneda que correspond&#237;a a 100 dracmas. y les dijo: Negociad entre tanto que vengo. 14Pero sus conciudadanos le aborrec&#237;an, y enviaron tras &#233;l una embajada, diciendo: No queremos que este reine sobre nosotros. 15Aconteci&#243; que vuelto &#233;l, despu&#233;s de recibir el reino, mand&#243; llamar ante &#233;l a aquellos siervos a los cuales hab&#237;a dado el dinero, para saber lo que hab&#237;a negociado cada uno. 16Vino el primero, diciendo: Se&#241;or, tu mina ha ganado diez minas. 17&#201;l le dijo: Est&#225; bien, buen siervo; por cuanto en lo poco has sido fiel, tendr&#225;s autoridad sobre diez ciudades. 18Vino otro, diciendo: Se&#241;or, tu mina ha producido cinco minas. 19Y tambi&#233;n a este dijo: T&#250; tambi&#233;n s&#233; sobre cinco ciudades. 20Vino otro, diciendo: Se&#241;or, aqu&#237; est&#225; tu mina, la cual he tenido guardada en un pa&#241;uelo; 21porque tuve miedo de ti, por cuanto eres hombre severo, que tomas lo que no pusiste, y siegas lo que no sembraste. 22Entonces &#233;l le dijo: Mal siervo, por tu propia boca te juzgo. Sab&#237;as que yo era hombre severo, que tomo lo que no puse, y que siego lo que no sembr&#233;; 23&#191;por qu&#233;, pues, no pusiste mi dinero en el banco, para que al volver yo, lo hubiera recibido con los intereses? 24Y dijo a los que estaban presentes: Quitadle la mina, y dadla al que tiene las diez minas. 25Ellos le dijeron: Se&#241;or, tiene diez minas. 26Pues yo os digo que a todo el que tiene, se le dar&#225;; mas al que no tiene, aun lo que tiene se le quitar&#225;.#Mt. 13.12; Mr. 4.25; Lc. 8.18. 27Y tambi&#233;n a aquellos mis enemigos que no quer&#237;an que yo reinase sobre ellos, traedlos ac&#225;, y decapitadlos delante de m&#237;.#Mt. 25.14-30.</div><div class="s">La entrada triunfal en Jerusal&#233;n</div><div class="r">(Mt. 21.1-11; Mr. 11.1-11; Jn. 12.12-19)</div><div class="p"> 28Dicho esto, iba delante subiendo a Jerusal&#233;n. 29Y aconteci&#243; que llegando cerca de Betfag&#233; y de Betania, al monte que se llama de los Olivos, envi&#243; dos de sus disc&#237;pulos, 30diciendo: Id a la aldea de enfrente, y al entrar en ella hallar&#233;is un pollino atado, en el cual ning&#250;n hombre ha montado jam&#225;s; desatadlo, y traedlo. 31Y si alguien os preguntare: &#191;Por qu&#233; lo desat&#225;is? le responder&#233;is as&#237;: Porque el Se&#241;or lo necesita. 32Fueron los que hab&#237;an sido enviados, y hallaron como les dijo. 33Y cuando desataban el pollino, sus due&#241;os les dijeron: &#191;Por qu&#233; desat&#225;is el pollino? 34Ellos dijeron: Porque el Se&#241;or lo necesita. 35Y lo trajeron a Jes&#250;s; y habiendo echado sus mantos sobre el pollino, subieron a Jes&#250;s encima. 36Y a su paso tend&#237;an sus mantos por el camino. 37Cuando llegaban ya cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los disc&#237;pulos, goz&#225;ndose, comenz&#243; a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas que hab&#237;an visto, 38diciendo: &#161;Bendito el rey que viene en el nombre del Se&#241;or;#Sal. 118.26. paz en el cielo, y gloria en las alturas! 39Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud le dijeron: Maestro, reprende a tus disc&#237;pulos. 40&#201;l, respondiendo, les dijo: Os digo que si estos callaran, las piedras clamar&#237;an.</div><div class="p"> 41Y cuando lleg&#243; cerca de la ciudad, al verla, llor&#243; sobre ella, 42diciendo: &#161;Oh, si tambi&#233;n t&#250; conocieses, a lo menos en este tu d&#237;a, lo que es para tu paz! Mas ahora est&#225; encubierto de tus ojos. 43Porque vendr&#225;n d&#237;as sobre ti, cuando tus enemigos te rodear&#225;n con vallado, y te sitiar&#225;n, y por todas partes te estrechar&#225;n, 44y te derribar&#225;n a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejar&#225;n en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitaci&#243;n.</div><div class="s">Purificaci&#243;n del templo</div><div class="r">(Mt. 21.12-17; Mr. 11.15-19; Jn. 2.13-22)</div><div class="p"> 45Y entrando en el templo, comenz&#243; a echar fuera a todos los que vend&#237;an y compraban en &#233;l, 46dici&#233;ndoles: Escrito est&#225;: Mi casa es casa de oraci&#243;n;#Is. 56.7. mas vosotros la hab&#233;is hecho cueva de ladrones.#Jer. 7.11. 47Y ense&#241;aba cada d&#237;a en el templo;#Lc. 21.37. pero los principales sacerdotes, los escribas y los principales del pueblo procuraban matarle. 48Y no hallaban nada que pudieran hacerle, porque todo el pueblo estaba suspenso oy&#233;ndole.</div>
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<div class="version vid149 iso6393spa" data-vid="149" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkJOB">
 <div class="chapter ch34" data-usfm="JOB.34">
 <div class="label">34</div><div class="s">Eli&#250; justifica a Dios</div><div class="p"> 1Adem&#225;s Eli&#250; dijo:</div><div class="b"></div><div class="q"> 2O&#237;d, sabios, mis palabras;</div><div class="q">Y vosotros, doctos, estadme atentos.</div><div class="q"> 3Porque el o&#237;do prueba las palabras,</div><div class="q">Como el paladar gusta lo que uno come.</div><div class="q"> 4Escojamos para nosotros el juicio,</div><div class="q">Conozcamos entre nosotros cu&#225;l sea lo bueno.</div><div class="q"> 5Porque Job ha dicho: Yo soy justo,</div><div class="q">Y Dios me ha quitado mi derecho.</div><div class="q"> 6&#191;He de mentir yo contra mi raz&#243;n?</div><div class="q">Dolorosa es mi herida sin haber hecho yo transgresi&#243;n.</div><div class="q"> 7&#191;Qu&#233; hombre hay como Job,</div><div class="q">Que bebe el escarnio como agua,</div><div class="q"> 8Y va en compa&#241;&#237;a con los que hacen iniquidad,</div><div class="q">Y anda con los hombres malos?</div><div class="q"> 9Porque ha dicho: De nada servir&#225; al hombre</div><div class="q">El conformar su voluntad a Dios.</div><div class="b"></div><div class="q"> 10Por tanto, varones de inteligencia, o&#237;dme:</div><div class="q">Lejos est&#233; de Dios la impiedad,</div><div class="q">Y del Omnipotente la iniquidad.</div><div class="q"> 11Porque &#233;l pagar&#225; al hombre seg&#250;n su obra,#Sal. 62.12.</div><div class="q">Y le retribuir&#225; conforme a su camino.</div><div class="q"> 12S&#237;, por cierto, Dios no har&#225; injusticia,</div><div class="q">Y el Omnipotente no pervertir&#225; el derecho.</div><div class="q"> 13&#191;Qui&#233;n visit&#243; por &#233;l la tierra?</div><div class="q">&#191;Y qui&#233;n puso en orden todo el mundo?</div><div class="q"> 14Si &#233;l pusiese sobre el hombre su coraz&#243;n,</div><div class="q">Y recogiese as&#237; su esp&#237;ritu y su aliento,</div><div class="q"> 15Toda carne perecer&#237;a juntamente,</div><div class="q">Y el hombre volver&#237;a al polvo.</div><div class="b"></div><div class="q"> 16Si, pues, hay en ti entendimiento, oye esto;</div><div class="q">Escucha la voz de mis palabras.</div><div class="q"> 17&#191;Gobernar&#225; el que aborrece juicio?</div><div class="q">&#191;Y condenar&#225;s t&#250; al que es tan justo?</div><div class="q"> 18&#191;Se dir&#225; al rey: Perverso;</div><div class="q">Y a los pr&#237;ncipes: Imp&#237;os?</div><div class="q"> 19&#191;Cu&#225;nto menos a aquel que no hace acepci&#243;n de personas de pr&#237;ncipes.</div><div class="q">Ni respeta m&#225;s al rico que al pobre,</div><div class="q">Porque todos son obra de sus manos?</div><div class="q"> 20En un momento morir&#225;n,</div><div class="q">Y a medianoche se alborotar&#225;n los pueblos, y pasar&#225;n,</div><div class="q">Y sin mano ser&#225; quitado el poderoso.</div><div class="q"> 21Porque sus ojos est&#225;n sobre los caminos del hombre,</div><div class="q">Y ve todos sus pasos.</div><div class="q"> 22No hay tinieblas ni sombra de muerte</div><div class="q">Donde se escondan los que hacen maldad.</div><div class="q"> 23No carga, pues, &#233;l al hombre m&#225;s de lo justo,</div><div class="q">Para que vaya con Dios a juicio.</div><div class="q"> 24&#201;l quebrantar&#225; a los fuertes sin indagaci&#243;n,</div><div class="q">Y har&#225; estar a otros en su lugar.</div><div class="q"> 25Por tanto, &#233;l har&#225; notorias las obras de ellos,</div><div class="q">Cuando los trastorne en la noche, y sean quebrantados.</div><div class="q"> 26Como a malos los herir&#225;</div><div class="q">En lugar donde sean vistos;</div><div class="q"> 27Por cuanto as&#237; se apartaron de &#233;l,</div><div class="q">Y no consideraron ninguno de sus caminos,</div><div class="q"> 28Haciendo venir delante de &#233;l el clamor del pobre,</div><div class="q">Y que oiga el clamor de los necesitados.</div><div class="q"> 29Si &#233;l diere reposo, &#191;qui&#233;n inquietar&#225;?</div><div class="q">Si escondiere el rostro, &#191;qui&#233;n lo mirar&#225;?</div><div class="q">Esto sobre una naci&#243;n, y lo mismo sobre un hombre;</div><div class="q"> 30Haciendo que no reine el hombre imp&#237;o</div><div class="q">Para vejaciones del pueblo.</div><div class="b"></div><div class="q"> 31De seguro conviene que se diga a Dios:</div><div class="q">He llevado ya castigo, no ofender&#233; ya m&#225;s;</div><div class="q"> 32Ens&#233;&#241;ame t&#250; lo que yo no veo;</div><div class="q">Si hice mal, no lo har&#233; m&#225;s.</div><div class="q"> 33&#191;Ha de ser eso seg&#250;n tu parecer?</div><div class="q">&#201;l te retribuir&#225;, ora reh&#250;ses, ora aceptes, y no yo;</div><div class="q">Di, si no, lo que t&#250; sabes.</div><div class="q"> 34Los hombres inteligentes dir&#225;n conmigo,</div><div class="q">Y el hombre sabio que me oiga:</div><div class="q"> 35Que Job no habla con sabidur&#237;a,</div><div class="q">Y que sus palabras no son con entendimiento.</div><div class="q"> 36Deseo yo que Job sea probado ampliamente,</div><div class="q">A causa de sus respuestas semejantes a las de los hombres inicuos.</div><div class="q"> 37Porque a su pecado a&#241;adi&#243; rebeld&#237;a;</div><div class="q">Bate palmas contra nosotros,</div><div class="q">Y contra Dios multiplica sus palabras.</div><div class="b"></div>
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 <div class="book bk2CO">
 <div class="chapter ch4" data-usfm="2CO.4">
 <div class="label">4</div><div class="p"> 1Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio seg&#250;n la misericordia que hemos recibido, no desmayamos. 2Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestaci&#243;n de la verdad recomend&#225;ndonos a toda conciencia humana delante de Dios. 3Pero si nuestro evangelio est&#225; a&#250;n encubierto, entre los que se pierden est&#225; encubierto; 4en los cuales el dios de este siglo ceg&#243; el entendimiento de los incr&#233;dulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. 5Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Se&#241;or, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jes&#250;s. 6Porque Dios, que mand&#243; que de las tinieblas resplandeciese la luz,#Gn. 1.3. es el que resplandeci&#243; en nuestros corazones, para iluminaci&#243;n del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.</div><div class="s">Viviendo por la fe</div><div class="p"> 7Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, 8que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; 9perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; 10llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jes&#250;s, para que tambi&#233;n la vida de Jes&#250;s se manifieste en nuestros cuerpos. 11Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jes&#250;s, para que tambi&#233;n la vida de Jes&#250;s se manifieste en nuestra carne mortal. 12De manera que la muerte act&#250;a en nosotros, y en vosotros la vida.</div><div class="p"> 13Pero teniendo el mismo esp&#237;ritu de fe, conforme a lo que est&#225; escrito: Cre&#237;, por lo cual habl&#233;,#Sal. 116.10. nosotros tambi&#233;n creemos, por lo cual tambi&#233;n hablamos, 14sabiendo que el que resucit&#243; al Se&#241;or Jes&#250;s, a nosotros tambi&#233;n nos resucitar&#225; con Jes&#250;s, y nos presentar&#225; juntamente con vosotros. 15Porque todas estas cosas padecemos por amor a vosotros, para que abundando la gracia por medio de muchos, la acci&#243;n de gracias sobreabunde para gloria de Dios.</div><div class="p"> 16Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de d&#237;a en d&#237;a. 17Porque esta leve tribulaci&#243;n moment&#225;nea produce en nosotros un cada vez m&#225;s excelente y eterno peso de gloria; 18no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.</div>
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