Viviendo una Vida Que Honra a DiosMuestra

Ser testigo haciendo el bien

Siempre debemos estar preparados a dar una respuesta a quien nos pregunte por una razón por nuestra esperanza, fe y amor (1 Pedro 3:15). A veces las discusiones no ayudan. Nuestras palabras no siempre convencen de la verdad. En esos casos, no tiene sentido seguir "regañando". El apóstol Pedro comparte otra opción: debemos "hacer callar la ignorancia de los tontos" haciendo lo bueno. Nadie debe tener ninguna maldad de nuestra parte, sino ver nuestras buenas obras. Eso será testimonio del amor de Dios trabajando en nosotros.

El Catecismo de Heidelberg, una instrucción clásica de la fe cristiana, expresa estas ideas así "...ordenemos nuestra vida, pensamientos, palabras y hechos para que Tu Nombre no sea blasfemado, sino honrado y alabado por nuestra cuenta" (Día del Señor 47, pregunta 122).

Si queremos ser testigos de la fe, debemos no sólo enfocarnos en nuestras palabras sino también en nuestro comportamiento diario. Nuestro estilo de vida puede acompañar o dañar nuestro testimonio. Puede atraer o alejar personas.

¿Eres consciente de que hay personas observándote? ¿Influye eso en tu comportamiento?