Plan de lectura de la Reforma

El Susurro Que Transforma

De La Lucha a La Libertad

95 Tesis Para La Nueva Generación

1 Pedro: Esperanza Viva En Un Mundo de Sufrimiento

La Fe Que Justifica

Gracia, Favor Y Misericordia

Esperanza Que No Desespera

Así Es Jesús, Hábitos Que Revelan Su Corazón

Las 7 raíces de la ira

Biblia Reina Valera 1960

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 <div class="book bk1CO">
 <div class="chapter ch1" data-usfm="1CO.1">
 <div class="label">1</div><div class="s">Salutaci&#243;n</div><div class="p"> 1Pablo, llamado a ser ap&#243;stol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano S&#243;stenes, 2a la iglesia de Dios que est&#225; en Corinto,#Hch. 18.1. a los santificados en Cristo Jes&#250;s, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Se&#241;or Jesucristo, Se&#241;or de ellos y nuestro: 3Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Se&#241;or Jesucristo.</div><div class="s">Acci&#243;n de gracias por dones espirituales</div><div class="p"> 4Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jes&#250;s; 5porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en &#233;l, en toda palabra y en toda ciencia; 6as&#237; como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, 7de tal manera que nada os falta en ning&#250;n don, esperando la manifestaci&#243;n de nuestro Se&#241;or Jesucristo; 8el cual tambi&#233;n os confirmar&#225; hasta el fin, para que se&#225;is irreprensibles en el d&#237;a de nuestro Se&#241;or Jesucristo. 9Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comuni&#243;n con su Hijo Jesucristo nuestro Se&#241;or.</div><div class="s">&#191;Est&#225; dividido Cristo?</div><div class="p"> 10Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Se&#241;or Jesucristo, que habl&#233;is todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que est&#233;is perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. 11Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos m&#237;os, por los de Clo&#233;, que hay entre vosotros contiendas. 12Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos;#Hch. 18.24. y yo de Cefas; y yo de Cristo. 13&#191;Acaso est&#225; dividido Cristo? &#191;Fue crucificado Pablo por vosotros? &#191;O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo? 14Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo#Hch. 18.8. y a Gayo,#Hch. 19.29; Ro. 16.23. 15para que ninguno diga que fuisteis bautizados en mi nombre. 16Tambi&#233;n bautic&#233; a la familia de Est&#233;fanas;#1 Co. 16.15. de los dem&#225;s, no s&#233; si he bautizado a alg&#250;n otro. 17Pues no me envi&#243; Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabidur&#237;a de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.</div><div class="s">Cristo, poder y sabidur&#237;a de Dios</div><div class="p"> 18Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios. 19Pues est&#225; escrito:</div><div class="q">Destruir&#233; la sabidur&#237;a de los sabios,</div><div class="q">Y desechar&#233; el entendimiento de los entendidos.#Is. 29.14.</div><div class="p"> 20&#191;D&#243;nde est&#225; el sabio? &#191;D&#243;nde est&#225; el escriba? &#191;D&#243;nde est&#225; el disputador de este siglo? &#191;No ha enloquecido Dios la sabidur&#237;a del mundo?#Is. 44.25. 21Pues ya que en la sabidur&#237;a de Dios, el mundo no conoci&#243; a Dios mediante la sabidur&#237;a, agrad&#243; a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicaci&#243;n. 22Porque los jud&#237;os piden se&#241;ales, y los griegos buscan sabidur&#237;a; 23pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los jud&#237;os ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; 24mas para los llamados, as&#237; jud&#237;os como griegos, Cristo poder de Dios, y sabidur&#237;a de Dios. 25Porque lo insensato de Dios es m&#225;s sabio que los hombres, y lo d&#233;bil de Dios es m&#225;s fuerte que los hombres.</div><div class="p"> 26Pues mirad, hermanos, vuestra vocaci&#243;n, que no sois muchos sabios seg&#250;n la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27sino que lo necio del mundo escogi&#243; Dios, para avergonzar a los sabios; y lo d&#233;bil del mundo escogi&#243; Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28y lo vil del mundo y lo menospreciado escogi&#243; Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29a fin de que nadie se jacte en su presencia. 30Mas por &#233;l est&#225;is vosotros en Cristo Jes&#250;s, el cual nos ha sido hecho por Dios sabidur&#237;a, justificaci&#243;n, santificaci&#243;n y redenci&#243;n; 31para que, como est&#225; escrito: El que se glor&#237;a, glor&#237;ese en el Se&#241;or.#Jer. 9.24.</div>
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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

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 <div class="book bk1CO">
 <div class="chapter ch2" data-usfm="1CO.2">
 <div class="label">2</div><div class="s">Proclamando a Cristo crucificado</div><div class="p"> 1As&#237; que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabidur&#237;a. 2Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a este crucificado. 3Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor;#Hch. 18.9. 4y ni mi palabra ni mi predicaci&#243;n fue con palabras persuasivas de humana sabidur&#237;a, sino con demostraci&#243;n del Esp&#237;ritu y de poder, 5para que vuestra fe no est&#233; fundada en la sabidur&#237;a de los hombres, sino en el poder de Dios.</div><div class="s">La revelaci&#243;n por el Esp&#237;ritu de Dios</div><div class="p"> 6Sin embargo, hablamos sabidur&#237;a entre los que han alcanzado madurez; y sabidur&#237;a, no de este siglo, ni de los pr&#237;ncipes de este siglo, que perecen. 7Mas hablamos sabidur&#237;a de Dios en misterio, la sabidur&#237;a oculta, la cual Dios predestin&#243; antes de los siglos para nuestra gloria, 8la que ninguno de los pr&#237;ncipes de este siglo conoci&#243;; porque si la hubieran conocido, nunca habr&#237;an crucificado al Se&#241;or de gloria. 9Antes bien, como est&#225; escrito:</div><div class="q">Cosas que ojo no vio, ni o&#237;do oy&#243;,</div><div class="q">Ni han subido en coraz&#243;n de hombre,</div><div class="q">Son las que Dios ha preparado para los que le aman.#Is. 64.4.</div><div class="m"> 10Pero Dios nos las revel&#243; a nosotros por el Esp&#237;ritu; porque el Esp&#237;ritu todo lo escudri&#241;a, aun lo profundo de Dios. 11Porque &#191;qui&#233;n de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el esp&#237;ritu del hombre que est&#225; en &#233;l? As&#237; tampoco nadie conoci&#243; las cosas de Dios, sino el Esp&#237;ritu de Dios. 12Y nosotros no hemos recibido el esp&#237;ritu del mundo, sino el Esp&#237;ritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, 13lo cual tambi&#233;n hablamos, no con palabras ense&#241;adas por sabidur&#237;a humana, sino con las que ense&#241;a el Esp&#237;ritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.</div><div class="p"> 14Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Esp&#237;ritu de Dios, porque para &#233;l son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 15En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero &#233;l no es juzgado de nadie. 16Porque &#191;qui&#233;n conoci&#243; la mente del Se&#241;or? &#191;Qui&#233;n le instruir&#225;?#Is. 40.13. Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.</div>
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 <div class="book bk1CO">
 <div class="chapter ch3" data-usfm="1CO.3">
 <div class="label">3</div><div class="s">Colaboradores de Dios</div><div class="p"> 1De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a ni&#241;os en Cristo. 2Os di a beber leche, y no vianda;#He. 5.12-13. porque a&#250;n no erais capaces, ni sois capaces todav&#237;a, 3porque a&#250;n sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, &#191;no sois carnales, y and&#225;is como hombres? 4Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos,#1 Co. 1.12. &#191;no sois carnales?</div><div class="p"> 5&#191;Qu&#233;, pues, es Pablo, y qu&#233; es Apolos? Servidores por medio de los cuales hab&#233;is cre&#237;do; y eso seg&#250;n lo que a cada uno concedi&#243; el Se&#241;or. 6Yo plant&#233;,#Hch. 18.4-11. Apolos reg&#243;;#Hch. 18.24-28. pero el crecimiento lo ha dado Dios. 7As&#237; que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. 8Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibir&#225; su recompensa conforme a su labor. 9Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.</div><div class="p"> 10Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire c&#243;mo sobreedifica. 11Porque nadie puede poner otro fundamento que el que est&#225; puesto, el cual es Jesucristo. 12Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, 13la obra de cada uno se har&#225; manifiesta; porque el d&#237;a la declarar&#225;, pues por el fuego ser&#225; revelada; y la obra de cada uno cu&#225;l sea, el fuego la probar&#225;. 14Si permaneciere la obra de alguno que sobreedific&#243;, recibir&#225; recompensa. 15Si la obra de alguno se quemare, &#233;l sufrir&#225; p&#233;rdida, si bien &#233;l mismo ser&#225; salvo, aunque as&#237; como por fuego.</div><div class="p"> 16&#191;No sab&#233;is que sois templo de Dios, y que el Esp&#237;ritu de Dios mora en vosotros?#1 Co. 6.19; 2 Co. 6.16. 17Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruir&#225; a &#233;l; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.</div><div class="p"> 18Nadie se enga&#241;e a s&#237; mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, h&#225;gase ignorante, para que llegue a ser sabio. 19Porque la sabidur&#237;a de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito est&#225;: &#201;l prende a los sabios en la astucia de ellos.#Job 5.13. 20Y otra vez: El Se&#241;or conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos.#Sal. 94.11. 21As&#237; que, ninguno se glor&#237;e en los hombres; porque todo es vuestro: 22sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es vuestro, 23y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.</div>
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 <div class="book bkLEV">
 <div class="chapter ch6" data-usfm="LEV.6">
 <div class="label">6</div><div class="p"> 1Habl&#243; Jehov&#225; a Mois&#233;s, diciendo: 2Cuando una persona pecare e hiciere prevaricaci&#243;n contra Jehov&#225;, y negare a su pr&#243;jimo lo encomendado o dejado en su mano, o bien robare o calumniare a su pr&#243;jimo, 3o habiendo hallado lo perdido despu&#233;s lo negare, y jurare en falso; en alguna de todas aquellas cosas en que suele pecar el hombre, 4entonces, habiendo pecado y ofendido, restituir&#225; aquello que rob&#243;, o el da&#241;o de la calumnia, o el dep&#243;sito que se le encomend&#243;, o lo perdido que hall&#243;, 5o todo aquello sobre lo que hubiere jurado falsamente; lo restituir&#225; por entero a aquel a quien pertenece, y a&#241;adir&#225; a ello la quinta parte, en el d&#237;a de su expiaci&#243;n. 6Y para expiaci&#243;n de su culpa traer&#225; a Jehov&#225; un carnero sin defecto de los reba&#241;os, conforme a tu estimaci&#243;n, y lo dar&#225; al sacerdote para la expiaci&#243;n. 7Y el sacerdote har&#225; expiaci&#243;n por &#233;l delante de Jehov&#225;, y obtendr&#225; perd&#243;n de cualquiera de todas las cosas en que suele ofender.#Nm. 5.5-8.</div><div class="s">Leyes de los sacrificios</div><div class="p"> 8Habl&#243; a&#250;n Jehov&#225; a Mois&#233;s, diciendo: 9Manda a Aar&#243;n y a sus hijos, y diles: Esta es la ley del holocausto: el holocausto estar&#225; sobre el fuego encendido sobre el altar toda la noche, hasta la ma&#241;ana; el fuego del altar arder&#225; en &#233;l. 10Y el sacerdote se pondr&#225; su vestidura de lino, y vestir&#225; calzoncillos de lino sobre su cuerpo; y cuando el fuego hubiere consumido el holocausto, apartar&#225; &#233;l las cenizas de sobre el altar, y las pondr&#225; junto al altar. 11Despu&#233;s se quitar&#225; sus vestiduras y se pondr&#225; otras ropas, y sacar&#225; las cenizas fuera del campamento a un lugar limpio. 12Y el fuego encendido sobre el altar no se apagar&#225;, sino que el sacerdote pondr&#225; en &#233;l le&#241;a cada ma&#241;ana, y acomodar&#225; el holocausto sobre &#233;l, y quemar&#225; sobre &#233;l las grosuras de los sacrificios de paz. 13El fuego arder&#225; continuamente en el altar; no se apagar&#225;.</div><div class="p"> 14Esta es la ley de la ofrenda: La ofrecer&#225;n los hijos de Aar&#243;n delante de Jehov&#225; ante el altar. 15Y tomar&#225; de ella un pu&#241;ado de la flor de harina de la ofrenda, y de su aceite, y todo el incienso que est&#225; sobre la ofrenda, y lo har&#225; arder sobre el altar por memorial en olor grato a Jehov&#225;. 16Y el sobrante de ella lo comer&#225;n Aar&#243;n y sus hijos; sin levadura se comer&#225; en lugar santo; en el atrio del tabern&#225;culo de reuni&#243;n lo comer&#225;n. 17No se cocer&#225; con levadura; la he dado a ellos por su porci&#243;n de mis ofrendas encendidas; es cosa sant&#237;sima, como el sacrificio por el pecado, y como el sacrificio por la culpa. 18Todos los varones de los hijos de Aar&#243;n comer&#225;n de ella. Estatuto perpetuo ser&#225; para vuestras generaciones tocante a las ofrendas encendidas para Jehov&#225;; toda cosa que tocare en ellas ser&#225; santificada.</div><div class="p"> 19Habl&#243; tambi&#233;n Jehov&#225; a Mois&#233;s, diciendo: 20Esta es la ofrenda de Aar&#243;n y de sus hijos, que ofrecer&#225;n a Jehov&#225; el d&#237;a que fueren ungidos: la d&#233;cima parte de un efa de flor de harina, ofrenda perpetua, la mitad a la ma&#241;ana y la mitad a la tarde. 21En sart&#233;n se preparar&#225; con aceite; frita la traer&#225;s, y los pedazos cocidos de la ofrenda ofrecer&#225;s en olor grato a Jehov&#225;. 22Y el sacerdote que en lugar de Aar&#243;n fuere ungido de entre sus hijos, har&#225; igual ofrenda. Es estatuto perpetuo de Jehov&#225;; toda ella ser&#225; quemada. 23Toda ofrenda de sacerdote ser&#225; enteramente quemada; no se comer&#225;.</div><div class="p"> 24Y habl&#243; Jehov&#225; a Mois&#233;s, diciendo: 25Habla a Aar&#243;n y a sus hijos, y diles: Esta es la ley del sacrificio expiatorio: en el lugar donde se deg&#252;ella el holocausto, ser&#225; degollada la ofrenda por el pecado delante de Jehov&#225;; es cosa sant&#237;sima. 26El sacerdote que la ofreciere por el pecado, la comer&#225;; en lugar santo ser&#225; comida, en el atrio del tabern&#225;culo de reuni&#243;n. 27Todo lo que tocare su carne, ser&#225; santificado; y si salpicare su sangre sobre el vestido, lavar&#225;s aquello sobre lo cual cayere, en lugar santo. 28Y la vasija de barro en que fuere cocida, ser&#225; quebrada; y si fuere cocida en vasija de bronce, ser&#225; fregada y lavada con agua. 29Todo var&#243;n de entre los sacerdotes la comer&#225;; es cosa sant&#237;sima. 30Mas no se comer&#225; ninguna ofrenda de cuya sangre se metiere en el tabern&#225;culo de reuni&#243;n para hacer expiaci&#243;n en el santuario; al fuego ser&#225; quemada.</div>
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 <div class="book bkLEV">
 <div class="chapter ch7" data-usfm="LEV.7">
 <div class="label">7</div><div class="p"> 1Asimismo esta es la ley del sacrificio por la culpa; es cosa muy santa. 2En el lugar donde deg&#252;ellan el holocausto, degollar&#225;n la v&#237;ctima por la culpa; y rociar&#225; su sangre alrededor sobre el altar. 3Y de ella ofrecer&#225; toda su grosura, la cola, y la grosura que cubre los intestinos, 4los dos ri&#241;ones, la grosura que est&#225; sobre ellos, y la que est&#225; sobre los ijares; y con los ri&#241;ones quitar&#225; la grosura de sobre el h&#237;gado. 5Y el sacerdote lo har&#225; arder sobre el altar, ofrenda encendida a Jehov&#225;; es expiaci&#243;n de la culpa. 6Todo var&#243;n de entre los sacerdotes la comer&#225;; ser&#225; comida en lugar santo; es cosa muy santa. 7Como el sacrificio por el pecado, as&#237; es el sacrificio por la culpa; una misma ley tendr&#225;n; ser&#225; del sacerdote que hiciere la expiaci&#243;n con ella. 8Y el sacerdote que ofreciere holocausto de alguno, la piel del holocausto que ofreciere ser&#225; para &#233;l. 9Asimismo toda ofrenda que se cociere en horno, y todo lo que fuere preparado en sart&#233;n o en cazuela, ser&#225; del sacerdote que lo ofreciere. 10Y toda ofrenda amasada con aceite, o seca, ser&#225; de todos los hijos de Aar&#243;n, tanto de uno como de otro.</div><div class="p"> 11Y esta es la ley del sacrificio de paz que se ofrecer&#225; a Jehov&#225;: 12Si se ofreciere en acci&#243;n de gracias, ofrecer&#225; por sacrificio de acci&#243;n de gracias tortas sin levadura amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura untadas con aceite, y flor de harina frita en tortas amasadas con aceite. 13Con tortas de pan leudo presentar&#225; su ofrenda en el sacrificio de acciones de gracias de paz. 14Y de toda la ofrenda presentar&#225; una parte por ofrenda elevada a Jehov&#225;, y ser&#225; del sacerdote que rociare la sangre de los sacrificios de paz. 15Y la carne del sacrificio de paz en acci&#243;n de gracias se comer&#225; en el d&#237;a que fuere ofrecida; no dejar&#225;n de ella nada para otro d&#237;a. 16Mas si el sacrificio de su ofrenda fuere voto, o voluntario, ser&#225; comido en el d&#237;a que ofreciere su sacrificio, y lo que de &#233;l quedare, lo comer&#225;n al d&#237;a siguiente; 17y lo que quedare de la carne del sacrificio hasta el tercer d&#237;a, ser&#225; quemado en el fuego. 18Si se comiere de la carne del sacrificio de paz al tercer d&#237;a, el que lo ofreciere no ser&#225; acepto, ni le ser&#225; contado; abominaci&#243;n ser&#225;, y la persona que de &#233;l comiere llevar&#225; su pecado.</div><div class="p"> 19Y la carne que tocare alguna cosa inmunda, no se comer&#225;; al fuego ser&#225; quemada. Toda persona limpia podr&#225; comer la carne; 20pero la persona que comiere la carne del sacrificio de paz, el cual es de Jehov&#225;, estando inmunda, aquella persona ser&#225; cortada de entre su pueblo. 21Adem&#225;s, la persona que tocare alguna cosa inmunda, inmundicia de hombre, o animal inmundo, o cualquier abominaci&#243;n inmunda, y comiere la carne del sacrificio de paz, el cual es de Jehov&#225;, aquella persona ser&#225; cortada de entre su pueblo.</div><div class="p"> 22Habl&#243; m&#225;s Jehov&#225; a Mois&#233;s, diciendo: 23Habla a los hijos de Israel, diciendo: Ninguna grosura de buey ni de cordero ni de cabra comer&#233;is. 24La grosura de animal muerto, y la grosura del que fue despedazado por fieras, se dispondr&#225; para cualquier otro uso, mas no la comer&#233;is. 25Porque cualquiera que comiere grosura de animal, del cual se ofrece a Jehov&#225; ofrenda encendida, la persona que lo comiere ser&#225; cortada de entre su pueblo. 26Adem&#225;s, ninguna sangre comer&#233;is en ning&#250;n lugar en donde habit&#233;is, ni de aves ni de bestias. 27Cualquiera persona que comiere de alguna sangre, la tal persona ser&#225; cortada de entre su pueblo.#Gn. 9.4; Lv. 17.10-14; 19.26; Dt. 12.16,23; 15.23.</div><div class="p"> 28Habl&#243; m&#225;s Jehov&#225; a Mois&#233;s, diciendo: 29Habla a los hijos de Israel y diles: El que ofreciere sacrificio de paz a Jehov&#225;, traer&#225; su ofrenda del sacrificio de paz ante Jehov&#225;. 30Sus manos traer&#225;n las ofrendas que se han de quemar ante Jehov&#225;; traer&#225; la grosura con el pecho; el pecho para que sea mecido como sacrificio mecido delante de Jehov&#225;. 31Y la grosura la har&#225; arder el sacerdote en el altar, mas el pecho ser&#225; de Aar&#243;n y de sus hijos. 32Y dar&#233;is al sacerdote para ser elevada en ofrenda, la espaldilla derecha de vuestros sacrificios de paz. 33El que de los hijos de Aar&#243;n ofreciere la sangre de los sacrificios de paz, y la grosura, recibir&#225; la espaldilla derecha como porci&#243;n suya. 34Porque he tomado de los sacrificios de paz de los hijos de Israel el pecho que se mece y la espaldilla elevada en ofrenda, y lo he dado a Aar&#243;n el sacerdote y a sus hijos, como estatuto perpetuo para los hijos de Israel. 35Esta es la porci&#243;n de Aar&#243;n y la porci&#243;n de sus hijos, de las ofrendas encendidas a Jehov&#225;, desde el d&#237;a que &#233;l los consagr&#243; para ser sacerdotes de Jehov&#225;, 36la cual mand&#243; Jehov&#225; que les diesen, desde el d&#237;a que &#233;l los ungi&#243; de entre los hijos de Israel, como estatuto perpetuo en sus generaciones.</div><div class="p"> 37Esta es la ley del holocausto, de la ofrenda, del sacrificio por el pecado, del sacrificio por la culpa, de las consagraciones y del sacrificio de paz, 38la cual mand&#243; Jehov&#225; a Mois&#233;s en el monte de Sina&#237;, el d&#237;a que mand&#243; a los hijos de Israel que ofreciesen sus ofrendas a Jehov&#225;, en el desierto de Sina&#237;.</div>
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 <div class="book bkPSA">
 <div class="chapter ch42" data-usfm="PSA.42">
 <div class="label">42</div><div class="ms">LIBRO II</div><div class="s">Mi alma tiene sed de Dios</div><div class="d">Al m&#250;sico principal. Masquil de los hijos de Cor&#233;.</div><div class="q"> 1Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,</div><div class="q">As&#237; clama por ti, oh Dios, el alma m&#237;a.</div><div class="q"> 2Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;</div><div class="q">&#191;Cu&#225;ndo vendr&#233;, y me presentar&#233; delante de Dios?</div><div class="q"> 3Fueron mis l&#225;grimas mi pan de d&#237;a y de noche,</div><div class="q">Mientras me dicen todos los d&#237;as: &#191;D&#243;nde est&#225; tu Dios?</div><div class="b"></div><div class="q"> 4Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de m&#237;;</div><div class="q">De c&#243;mo yo fui con la multitud, y la conduje hasta la casa de Dios,</div><div class="q">Entre voces de alegr&#237;a y de alabanza del pueblo en fiesta.</div><div class="q"> 5&#191;Por qu&#233; te abates, oh alma m&#237;a,</div><div class="q">Y te turbas dentro de m&#237;?</div><div class="q">Espera en Dios; porque a&#250;n he de alabarle,</div><div class="q">Salvaci&#243;n m&#237;a y Dios m&#237;o.</div><div class="b"></div><div class="q"> 6Dios m&#237;o, mi alma est&#225; abatida en m&#237;;</div><div class="q">Me acordar&#233;, por tanto, de ti desde la tierra del Jord&#225;n,</div><div class="q">Y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.</div><div class="q"> 7Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas;</div><div class="q">Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre m&#237;.</div><div class="q"> 8Pero de d&#237;a mandar&#225; Jehov&#225; su misericordia,</div><div class="q">Y de noche su c&#225;ntico estar&#225; conmigo,</div><div class="q">Y mi oraci&#243;n al Dios de mi vida.</div><div class="b"></div><div class="q"> 9Dir&#233; a Dios: Roca m&#237;a, &#191;por qu&#233; te has olvidado de m&#237;?</div><div class="q">&#191;Por qu&#233; andar&#233; yo enlutado por la opresi&#243;n del enemigo?</div><div class="q"> 10Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan,</div><div class="q">Dici&#233;ndome cada d&#237;a: &#191;D&#243;nde est&#225; tu Dios?</div><div class="b"></div><div class="q"> 11&#191;Por qu&#233; te abates, oh alma m&#237;a,</div><div class="q">Y por qu&#233; te turbas dentro de m&#237;?</div><div class="q">Espera en Dios; porque a&#250;n he de alabarle,</div><div class="q">Salvaci&#243;n m&#237;a y Dios m&#237;o.</div>
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