Activa Tu MenteMuestra

El segundo canal por el que podemos activar la mente es la convicción. La convicción en sí no es fe, pero la fe se exterioriza mediante la convicción. Hebreos 11:1 dice: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (RVR 1960). Es esta convicción que llevó a Abraham a obedecer y salir sin saber a dónde iba (Hebreos 11:8). Ten convicción de que Dios es bueno, que Él es misericordioso, y que tú eres una bendición de acuerdo a Genesis 12:2. Tienes que terminar de convencerte, de persuadirte, de creerte que la bendición te seguirá a donde quiera que vayas, no porque así lo pienses o así lo quieras, sino porque así está establecido en la palabra de Dios en Salmo 23:6. De manera que la convicción envuelve, según el apóstol Pedro, el hablar y el hacer. Cuando hables, hazlo como si hablaras Palabra de Dios. Para esto, te aconsejo que primero pienses claro, que utilices oraciones cortas y hables con un entusiasmo que contagie a otros. Cuando hagas algo, hazlo como que tienes el poder de Dios para hacerlo. Jesús no titubeó a la hora de hablar: “Tus pecados te son perdonados”. “Hoy la salvación ha llegado a esta casa”. “Según tu fe sea hecho”. No dijo: “Podría ser”. “Quizás”. “Existe una posibilidad”. Recuerda que la convicción mueve corazones.