Jesús, El MilagroMuestra

El Poder de La Palabra

Ayer conocimos sobre el poder del Amor, ahora es el turno del poder de la Palabra; leamos (Mr. 2:2 RVR1960) “2:2 E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra.”

La imagen es clara, un gentío agolpado en la casa donde Jesús les alimentaba el alma desnutrida con el pan del cielo, La Palabra de Dios. Vivimos tiempos donde abundan filosofías y doctrinas, esto nos muestra en cierto modo la búsqueda de Dios frente a la necesidad imperante. Muchas de estas teorías han caído y otras han quedado obsoletas ante su falta de veracidad; es por esta razón que Jesús les hablaba con palabras de permanencia y verdad eterna (Mt. 24:35 RVR1960). 

Jesús les predica las palabras que salen de la boca de Dios, mostrándoles cómo poder hacer para levantarnos en estos tiempos de gran dificultad. ¿Cómo poder sacar el máximo provecho de un producto electrónico sino leyendo el manual del fabricante?, del mismo modo ocurre con nuestras vidas. Fuimos creados por Dios y para funcionar correctamente aprovechando todas nuestras capacidades, debemos leer y actuar conforme al manual del creador, es decir LA BIBLIA, La Palabra de Dios. El salmista dice “Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino” (Sal. 119:105 RVR1960), y este debe ser tu manual de consulta ante las decisiones de la vida y todo te saldrá bien como lo afirmó Dios a Josué. (Josué 1:8 RVR1960)

La Palabra de Dios tiene el poder de regenerar, alentar, dar sabiduría, enseñar, redargüir, corregir, instruir y tantos beneficios más, para quienes la llevan a la práctica en obediencia. El milagro ya está ocurriendo, el Amor de Dios te abrazó y ahora estén atentos tus oídos a sus palabras.

Oración: Dios debo reconocer que no tomé las decisiones correctas y que no me deje guiar por vos, y que hoy más que nunca necesito de tu consejo. Como en esa casa, me agolpo a vos desesperado, para aprender de tu palabra. Dame entendimiento y luz afinando mi oído espiritual. Quiero experimentar tu palabra así como lo fue con tu amor,  amén.