Ir tras el corazón de DiosMuestra

La nueva normalidad

Cuando entras en el ímpetu de Dios, ganarás la adversidad de las personas que están fuera de él. Guiar a las personas para que se conviertan en seguidores totalmente devotos de Cristo es seguirlo de cerca. Este camino estrecho viene con el favor de Dios, pero también con la desaprobación de tu enemigo. Ser líder es caminar hacia la lucha.

Entre los años 1007 y 1009 a.C., David se había ganado el favor del pueblo y del hijo de Saúl, Jonatán, debido a su valiente búsqueda de la voluntad de Dios para Israel. Sin embargo, con cada paso que David daba hacia la integridad, el rey Saúl crecía en celos. David siguió haciendo lo correcto y siguió enfrentando la desaprobación de su rey terrenal. Como líderes, experimentamos fenómenos similares. Justo cuando pensamos que podríamos estar haciendo exactamente lo que Dios quiere, se desata el infierno. A veces incluso nos preguntamos si estamos en la voluntad de Dios. ¿Por qué debería liderar un grupo pequeño de matrimonios si mi propio matrimonio sigue siendo atacado? ¿Por qué estoy tratando de guiar a otros cuando mis propios hijos ni siquiera parecen querer seguirme?

Eventualmente, el rey Saúl llegó a odiar tanto a David que ordenó que lo mataran. Sin embargo, debido a la obediencia de David a Dios, a Jonatán le había agradado David y pudo ayudar a evitar su muerte. Más adelante en 1 Samuel 19, la esposa de David haría lo mismo, y finalmente Dios intervino directamente para proteger a David. Puede que no enfrentemos la muerte como David, pero enfrentaremos dificultades. Lo que hagamos ahí determinará qué tan bien podemos guiar a otros.

Consejo para líderes:La adversidad es la norma para los líderes. Cíñete a lo que es correcto y desarrollarás tanto el carácter como los seguidores.