Hermosas Cicatrices (Redefiniendo La Belleza)Muestra

Belleza en la imperfección 

A nadie le gusta enseñar sus cicatrices porque por nuestra concepción de belleza las percibimos como imperfecciones creadas por algún momento de dolor. Jesús vino a redefinir la belleza. Él no escondió Sus cicatrices y, de esta forma, nos enseñó a tampoco hacerlo. La belleza de Sus heridas cicatrizadas es el motivo que las causó: el amor. Su profundo amor por nosotros es lo que se puede percibir cuando vemos las heridas en Sus manos y Sus pies. Nuestras heridas cuentan una historia de amor, resiliencia, fuerza y sanidad; a fin de cuentas, eso es lo verdaderamente bello. No es la perfección lo que determina la belleza sino la determinación de seguir adelante, disfrutando la vida a pesar del dolor que hayamos atravesado. No nos avergoncemos de nuestras heridas porque podemos encontrar hermosura en ellas.