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Paz de CristoMuestra

Paz de Cristo

DÍA 1 DE 3

Predico dos veces los Domingos. Un servicio típico en la iglesia donde predico dura dos horas, con la mitad de ese tiempo dedicado a la predicación. Eso significa que predico dos mensajes de una hora cada semana. Usualmente tengo una junta corta con los lideres de la iglesia antes o después del servicio. Además, disfruto de un desayuno a media mañana con mi esposa, nuestros hijos y los nietos.


No hace falta decir que para el Domingo en la tarde estoy cansado. Ahí es cuando me dirijo directamente a mi silla favorita para descansar. Pero antes de darme cuenta, me quedo dormido. No se necesita cama. No se requiere cobija. No se necesita almohada. Si el futbol americano este encendido, me quedo dormido al frente del juego y pierdo un cuarto o dos. Cada semana creo que va a hacer la semana que seré lo suficiente hombre como para “descansar” un rato, y no me quedare dormido. Pero normalmente lo hago.


Jesús no estaba reclinado en un sillón en Marcos 4. No cabeceo enfrente de un partido de futbol americano con Su estomago lleno de un abundante desayuno. Era de noche. Estaba oscuro. Hacia viento. El barco se balanceaba ferozmente en medio de una salvaje tormenta que amenazaba con hundirlo. ¿Cómo se duerme durante eso? Concedido, Jesús seguramente estaba cansado después de un largo día de enseñanza y ministerio, pero hizo mas que quedarse dormido. Cuando Jesús se fue a dormir en el barco, lo hizo a propósito.


¿Cómo se esto? El pasaje nos lo dice. Versículo 38 nos dice que El estaba “durmiendo sobre un cabezal”. Jesús agarro una almohada y se traslado a la popa, la parte trasera del barco, donde podía estirarse y ponerse cómodo. Cuando estas acostado, dormido sobre una almohada, tienes la intención de irte a dormir. Si tienes una almohada escondida de bajo de la cabeza, eso es un ronquido intencional.


Entonces, ¿Cómo Jesús pudo dormir en medio de una tormenta, incluso cuando sus discípulos temían por sus vidas? Quizás Él quería probar si confiaran en Su palabra o en el clima. Quería ver si confiaban lo que había dicho mas que las circunstancias que los rodeaban.


Jesús ya les había dicho lo que iban hacer. Él había dicho: “Pasemos al otro lado del mar”. Jesús pudo dormir en medio de la tormenta debido a esa frase. El no dijo: “Vamos hasta el medio del mar y luego hundirse y ahogarse”. Mas bien, Jesús dijo: “Pasemos al otro lado del mar”. Ninguna tormenta alteraría Su plan.


Los discípulos de Jesús hicieron lo que solemos hacer cuando vamos a la iglesia. Hicieron lo que hacemos con frecuencia cuando escuchamos un sermón o participamos en un estudio bíblico como este. Muchas veces escuchamos el mensaje sin aplicar el sentido. Si los discípulos hubieran escuchado la implicación pretendida de lo que Jesús había dicho, tal vez han agarrado sus propias almohadas. En cambio, habían escuchado las palabras, pero perdieron la promesa.


Cuando se encuentre en un problema, no olvide la promesa. Recuerda lo que dijo Jesús. Él está ahí contigo. Tome una almohada y confía en El para calmar las olas.

Escrituras

Día 2

Acerca de este Plan

Paz de Cristo

Podemos esperar días malos. Vendran, viviendo en una tierra caída con humanidad caída. La paz seria un bien escaso si tuviéramos que depender de nuestras circunstancias como nuestra única fuente para esa paz. Sin embargo...

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Nos gustaría agradecer a The Urban Alternative (Tony Evans) por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://tonyevans.org/

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